Capítulo 19: lobos de conexión

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Narra _____:

La gotas de lluvia caían como si estuvieran pesadas, podía escuchar perfectamente mis botas negras pisar el barro formada por la intensa lluvia, las hojas de los arboles apenas se movían. No tenía rumbo alguno, solo caminaba por el mojado y largo sendero sin fin, mi campera ya estaba empapada. Camine y camine hasta que vi a una sombra, sentada en una plana roca, levanto su mirada a mí, era un lobo de pelaje gris con blanco, seguí caminando hasta quedar unos centímetros de distancia. El se paró de donde estaba sentado antes, acaricie su cabeza para luego pasar mi fría mano por debajo de su hocico, fue ahí donde la alarma sonó.

La alarma de mi celular sonaba sin parar, la apague y me volví a acomodar en mi cómoda cama. Bostece del sueño, me refregué los ojos y me fui parando de la cama lentamente, llegue al baño de mi cuarto donde pude encontrar mi horrible rostro frente al enorme espejo, mi pelo desorganizado, mi cara de cansancio y mis parpados caídos era lo que podía ver. Me dolían las piernas, me sentía débil, no tenía la fuerza para hacer algo, fue ahí donde me acorde que hoy iniciaría un nuevo ataque y yo tendría que estar ahí para sacarlos lo más rápido posible.

Acá vamos de nuevo, _____.

Suspire pesado, me refregué la cara para luego empezar a sacarme mi pijama de enzima, hace días no tomaba un baño por lo tanto ya era el momento para tomar uno. Me metí a la ducha para después prender el agua caliente, quien no se va a tomar un baño caliente luego de soñar que estuvieron en un lugar frio y húmedo? En fin, el jabón caía lentamente por mi cuerpo, el agua caliente lo acompañaba, aun no podía dejar de pensar en el sueño, no hablo solo donde aparezco con el lobo, sino también donde escuchaba las voces, ambos parecían muy real. Al terminar de bañarme cerré la perilla del agua caliente, tome una toalla que no estaba tan lejos de mí y empecé a pasármela por el cuerpo. Primero las piernas, luego la cintura y el abdomen, después el resto del cuerpo, después de salir del baño me fui a cambiar, tengo un uniforme de líder pero por el momento no planeo usarlo ya que quiero esperar hasta que muestre la cara.

Abrí la puerta de mi armario encontrándome con toda mi ropa. Me decidí por un pantalón ajustado negro y blanco, por encima de la rodilla tenía unas pequeñas botones de plata, en mi pierna izquierda llevaba unos cinturones de adorno, unos zapatos negros pero cómodos, la remera ajustada era del mismo color que mis pantalones, en el medio de la cintura llevaba un cinturón con un broche de color gris brillante y alrededor tenía unos botones plateados, por ultimo una campera totalmente negra con uno que otros botones en la parte de los hombros y al final de sus mangas tenia de adornos unos brillantes y plateados botones.

Salí de la sala para ir a la cocina, estaba todo en silencio, nadie se había despertado aun, claro, son las 07:30 de la mañana, a quien le va gustar despertarse tan temprano. Debería ir y levantarlos de sus camas pero como dije anteriormente, me siento débil y sin fuerzas para hacer algo. Puse a hervir el agua mientras preparaba la taza con un saquito de té para aliviar el dolor de cabeza (que no tenía pero el sabor es rico). El humo empezó a salir por la pava mientras se calentaba el agua, agarre unas galletas saladas, espere a que terminara el agua de calentar, miraba fijamente mi taza con el saquito de té adentro. Cuando al fin el agua termino de calentar serví el líquido a mi taza, veía el humo salir de esa tetera blanca, una vez puesto el agua tendría que esperar unos cinco minutos para que el té largue su hierba.

Mientras veía el proceso, la cabeza me empezó a latir, escuchaba un sonido agudo en mis oídos, cerré los ojos con presión mientras me tocaba las orejas, el dolor aumento, no veía nada, tenía los ojos cerrados, era obvio que no vería nada, solo oscuridad y de esas oscuridad de mis ojos pude ver al lobo de mi sueño, parado en la misma roca de antes, levanto su hocico y aulló, ahí volví a la realidad. Abrí los ojos de golpe, el sonido agudo de mis oídos empezó a irse lentamente, cada vez se escuchaba menos hasta que ya no se oía ese molesto ruido. Ahora si necesito este té, me faltaría un psicólogo, o una terapia, estos sueños extraños que estuve teniendo anteriormente hasta a mí me está pareciendo que me estoy volviendo loca. Suspire con pesadez y di el primer sorbo de ese té.

¿Amigos o Enemigos? Lloyd x TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora