Estoy caminando por este edificio abandonado, combina los elementos de las culturas greco-romanas con la modernidad de un centro comercial, está muy abandonado y al pensar el eco suena por todo el recinto. He estado miles de veces en este lugar, a veces odio quedarme encerrada aquí entre su niebla y otras es el único lugar donde puedo huir.Tiene miles de puertas, algunas con un aura tan pesada que tan solo poder un pie dentro te asfixiaría, en otras hay monstruos que fueron encerrados con mucho trabajo, también hay una puerta rosa en la que ni yo quiero entrar. Pero hoy no me dirigía a ninguna de estas.
Al fondo de uno de los corredores hay una pesada puerta de vidrio polarizado, empujo con mis fuerzas y al abrirse, una pequeña cantidad de vapor sale del interior. Entro al invernadero y cierro la puerta a mis espaldas para quedarme sola con las plantas y los rayos del sol que se cuelan por el domo de cristal.
Las primeras plantas que hay son unas bellas enredaderas que caen de algunas vigas, en sus hojas hay recuerdos recientes como lo que desayune y las fechas de los examenes ... Debería anotarlas en una nota para no olvidarlos. En el suelo debajo de ellas hay cientos de hojas secas con recuerdos similares de días anteriores los cuales no me molesto en recordar.
Camino un poco y admiro unas hermosas flores, aspiro un poco su aroma y me transportan a un momento en especifico....
Su olor... libros... de fondo un poco de café del Sanborns y su perfume.
Me encuentro abrazando a una de las personas más importantes de mi vida y aun que se que es lo que va a suceder no puedo evitar sentir mariposas cada vez que lo recuerdo.
"Te amo" dije en un susurro mientras luchaba por no separarme de el
"Yo a ti"
Me separo de la flor poco a poco intentando mantener lo más posible aquel recuerdo. Riego ese recuerdo como a diario y continuo paseando por el jardín.
El olor fuerte del dulce me guía a una parte más adentrada al invernadero, lo sigo por dos minutos abriéndome paso por hojas y flores que no tomé el cuidado de regar. Las flores de este lado están más descuidadas pero hay unas cuantas cuyo olor es latente. Me acerco a la que huele a slushee y me envuelve para transportarme a un recuerdo de hace un año y medio.
"Vamos Coco! Hay que subirnos, si no ya no vamos a poder"
"Estas segura? Esta muy alto el Superman"
"Si vamos"
En la entrada de un juego se pierden una chica y su hermano mayor sin saber que ese sería el ultimo juego al que se subirían antes de la pandemia. Salgo del recuerdo y me dispongo a salir pero a lo lejos oigo unas voces que me llaman.
Intento seguirlas entre la maleza descuidada y musgo que nubla la visión hasta llegar a un árbol frutal, tomo una de las toronjas que sostiene y la limpio.
"Ósea eres lesbiana?"
"No, solo que me gustan las niñas también" dije.
"No te vaya a gustar yo eeh"
"Que asco, yo nunca saldría con una lesbiana y menos contigo"
El sabor agridulce de esos diálogos que tuve con algunas de mis amigas en la secundaría me aturde y lanzo la fruta lejos pero vuelve a crecer de inmediato con una voz más fuerte.
Me alejo con miedo e inconscientemente me adentro más al jardín pero tropiezo con raíces que llevan ahí más de diez años. Me las intento arrancar pero al tocarlas me transportan a la cocina de mi casa.
"Es que no entiendes?!" escucho a mi hermano mayor mientras da un golpe a la mesa
"Te lo tengo que repetir? Es que estas mal de la cabeza?" El miedo de la niña que se esconde detrás de la pared se vuelve en dolor cuando se acerca su hermano menor e ignorando su llanto la jala del cabello
"Ven Lili, todavía tienes que hacer los dibujos de mi tarea"
Me separo abruptamente de la raíz e intento volverla a enterrar, desesperada intento huir pero mis fuerzas comienzan a extinguirse y mis ojos se cierran por las lagrimas hirviendo que me recorren.
Despierto por unas voces y la luna que me observa compasiva desde el cielo. Volteo hacia el nopalillo que con un tenue brillo en su roció proyecta un recuerdo que creía perdido.
"Lanza una roca Lili" decía una voz a una niña de apenas unos años.
"Ah! Si viste hasta donde llegó papito?"
"Si, muy bien!"
"Ya llegaron los sopesitos, saca a la niña de ahí antes de que se moje su ropa" nos avisa mi abuela desde el restaurante
"Pero estamos jugando"
"Vamos, antes de que se enfrié o que no quieres tu Mundet rojo?"
"Siiiii!!!" Mi abuelo me carga en sus brazos y desaparecen en el interior del restaurante.
Me despego del nopalillo y aún repitiendo la escena camino hacia el presente para salir del vivero, salir de mi memoria.
Siento una voz...
Un deseo....
Un deber de abrir el resto de las puertas....
Pero esa en una experiencia que me temo es imposible de relatar y pocas almas podrán presenciar.
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Short Stories
FanfictionDemasiado cortas para hacerlas un libro, pero demasiado largas para ser olvidadas... En este libro encontrarás pequeñas historias independientes o one-shot de diferentes fandoms que se me van ocurriendo. No están relacionada una con otra, así que si...