El comienzo de una pesadilla

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y hay estaba yo mirando hacia afuera de la cafetería, odiaba el clima de transilvania un lugar tétrico y frió, no era una chica de clima frió prefería mas lo cálido, a pesar de ser de california no tengo piel bronceada.

me froto las manos con suavidad con la esperanza de que conseguiré un poco de calor, a quien se le ocurre venir a un lugar tan frió y no traer guantes, o cierto a mi.

-!Rayos hace demasiado frió ¡-dije mientras escondía mis frías manos dentro de mi sudadera.

-las personas de este lugar son interesantes ¿no lo crees?- pregunta mi amiga sam viniendo hacia mi con dos cafés en las manos, somos amigas desde que tengo memoria.

-¿lo dices por el chico de la caja cierto?-pregunte haciendo referencia al nuevo enamorado de mi amiga.

-Mm tal vez -dijo sam riendo.-es que solo míralo !es hermoso¡ ¿como no sentirse atraída ante tal belleza que ven mis ojos?-dijo sam viendo hacia el chico que atendía a una pareja de ancianos.

es verdad el chico era muy atractivo pero no era mi tipo, podría jurar que mi amiga ya debe estar fantaseando su futuro junto al chico de la caja.

-si tu lo dices-le respondí tomando mi café entre mis manos para que estas tomen calor.-¿en donde se metió klaus? ya llevamos horas esperándolo, llegaremos tarde al recorrido del museo.

-oh el dijo que no se tardaba- dijo sam tomando un sorbo de su café.

-pues se esta tardando mucho- dije dándole un mordisco a mi galleta.

Me giro en dirección a la puerta esperando ver a klaus pero nada que llega en donde se metió este niño, llevamos esperándolo hace media hora y aunque no quisiera ir a ese museo esto vale el 20% de la nota dijo que iría por algo que se le quedo en el hotel y la verdad no esta tan lejos de esta cafetería, podría jurar que se quedo coqueteando con el chico de la recepción; amo a mi amigo pero el se quiere ligar con todos los chicos hermosos que se le crucen en su camino.

-parecerás a la chica del exorcismo si sigues girando tu cabeza de esa manera Katrina- comento sam viéndome con cara de burla.

-jaja que graciosa, tal vez puedas practicar para seguir espiando a tu hombre- le dije sarcásticamente- me miro y rodó los ojos acción que me dio mucha gracia. Estábamos tan concentradas en nuestra comida que no nos dimos cuenta que había alguien delante de nosotras.

-hola chicas ya llegue perdón la tardanza.

-no te preocupes klaus no demoraste tanto-dije sarcásticamente, y girando los ojos.

-huy pero que genio, como sea ten- me dijo klaus ofreciéndome unos guantes de lana blanca.

-oh gracias por tu bellos gesto pero no se me olvida que nos dejaste aquí sentadas esperándote por mas de media hora- le dije poniéndome los guantes y sintiendo como el calor llegaba a mis manos.

-bueno lo que importa es que estoy de vuelta, ahora vayámonos aun estamos tiempo- dijo klaus haciendo cara de aburrimiento y lo comprendo a ninguno de los tres le gusta la historia ni mucho menos ir a un museo, ese seria el ultimo lugar al que iríamos sin duda.

-las leyendas que carga este pueblo causan algo de miedo no lo voy a negar-dijo klaus refiriendo a las leyendas que nos contaron en el living del hotel.

-no tienes que creer todo lo que digan klaus, tu mismo lo dijiste son leyendas-le dije mientras cruzábamos la puerta de la cafetería.

-Kat tiene razón, tranquilo klaus no creo que un vampiro venga esta noche y te chupara la sangre-comento sam burlona.

-hay mira como tiemblo-dijo klaus en un tono de sarcasmo y burla.



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A La Luz De La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora