𝐹𝐴𝐾𝐸 𝐿𝑂𝑉𝐸𝑅, 𝐼 𝐿𝑂𝑉𝐸 𝑌𝑂𝑈. ( Tetsurō Kuroo & Lectora).

20

HIROKO NAKAMURA (T/N):

Estuvo aproximadamente un minuto entero aferrándose a mi cuerpo en aquel abrazo. -Déjame ir, ¿No es eso lo que querías? - Espeto luego de carraspear varias veces puesto a que las palabras se quedaban trabadas en mi garganta. -Si, eso fue lo que quise. - Afirma sin soltarme, siento como sonríe con su cara contra mi hombro respirando justo en mi cuello causándome escalofríos, de vez en cuando siento como huele la fragancia en mi cuello.

-Entonces hazlo.- Gruñí sin fuerzas, ya no quería seguir discutiendo, tampoco quería estar aquí, solo me apetecía estar en una cama acurrucada en su pecho, como lo hicimos aquella vez, antes de que este imbécil se empeñe en separarnos.

-No me abandones... -Pidió Kuroo aflojando su agarre y levantando su cabeza de mi hombro, haciendo que finalmente el abrazo su rompa, nuestros cuerpos se separan y dejo de sentir aquel calor corporal que ansié durante meses y una vez que lo tuve lo deje ir.

Deje salir un suspiro de mi boca, esta situación me cansaba mucho. -Eres tu el que lo estas haciendo. - Aclare dándome vuelta dejándole de dar la espalda, al verlo con aquella expresión en la cara mi corazón se sacudió en mi pecho una vez más. -Adiós, Hiro. -Se despidió él dejando un corto beso en mis labios, como si fuese la ultima vez que nos viéramos, tomando la oportunidad pegue más nuestros cuerpos tirandolo contra mi y transforme ese corto beso en un beso profundo y para nada lento.

Tetsuro no rechazo el beso y mucho menos la cercanía, poco a poco el beso aumento la intensidad al incluir toqueteo entre nosotros, aquella sensación de melancolía abandono mi cuerpo, este tipo era capaz de ponerme con solo un par de besos, hijo de puta.

-Hiro. -Jadeo Kuroo apretándome más contra él, corte el beso para verlo a la cara y confirmar que efectivamente los dos estábamos deseando lo mismo, dando un pequeño trago de la botella de vodka le tome la mano, él rio por mi acción, al parecer los dos habíamos olvidado completamente que estábamos distanciados, nos dio igual.

Kuroo saco su celular del bolsillo y comenzó a buscar algo en una aplicación, me lo quede viendo mientras colgaba mi mochila de mis hombros. -El motel más cerca esta a 6 minutos caminando ¿Crees poder aguantar? -Interrogo con una sonrisa picara en su rostro, lo mire mal y me permití reír. -El problema no es por mi si no más bien por tus pantalones, el pantalón del uniforme esta caro y si lo explotas con tu erección no me hare cargo. - Bromee aunque no era del todo una broma, llevaba su cierto grado de verdad.

Sin mirar atrás y por cierto, con una botella de vodka en la mano que eventualmente nos íbamos pasando el uno al otro caminábamos por las calles casi corriendo, de vez en cuando tirabamos un par de risitas cómplices que resultaban graciosas.

Al llegar al motel la recepcionista nos miro mal porque por supuesto se nota que ninguno de los dos es mayor de 18 años, pero cuando sus ojos se dirigieron a Kuroo una sonrisa apareció en su rostro como si aquel problema se hubiese esfumado.

La mujer que a juzgar pro como lucia no tenia más de 26 años nos miro de arriba a abajo, al ver a Kuroo sus ojos repararon en un bulto prominente en sus pantalones, dio una pequeña risa. -Van a tener que pagar extra por ser menores de edad. -Aclaro carraspeando y elevando un poco la comisura de sus labios, sonreí también y saque unos billetes sueltos que traía en la mochila, se los di sin siquiera preguntar cuanto era lo que nos cobraría, al verla satisfecha nos entrego una llave e indico el numero de la habitación.

Nuevamente casi corrimos hacia la habitación indicada, Tetsuro intento abrir la puerta varias veces pero la llave caía de sus manos cada que la tomaba por lo que le arrebate la llave y finalmente abrí yo la puerta.

Entramos casi tropezando, Kuroo cerro la puerta y me acorralo contra esta misma, sentí mis mejillas enrojecer y mi cuerpo tensar. 

Besos por aquí y por allá, dejo varias veces húmedos y cortos besos en mi cuello, gruñía cada vez que quería ir más abajo de mi cuello y dejar besos ahí también pero se daba cuenta de que aún estaba vestida con mi uniforme por lo que regresaba la atención a mis labios sin preocuparse por aquella tela molesta.

Los toqueteos se intensificaron y finalmente nos sacamos los uniformes escolares el uno al otro, seguíamos de pie mientras él me acorralaba contra la puerta de la habitación y yo me dejaba tocar sin problema alguno, ahora sí dejaba besos húmedos en mi clavícula, hombros y finalmente viajo hasta mis pechos, robándome un jadeo al sentirlo morderme un pezón. -Quieto. - Mandé como si de un perro se tratase y di un tirón en su cabello en forma de que me obedezca.

La habitación fue inundada por mis eventuales jadeos y el ruido de hacia Kuroo al succionar repetidas veces.

-Joder, si es que no me puedo estar quieto... - Volvió a dar un mordisco, lo que hizo que diera otro tirón de su cabello. -Estas mil veces mejor que esas putas. - Confeso y prosiguió con lo suyo, abrí mis ojos y pare mis jadeos pero él no lo noto, sospecho que ni siquiera fue 100% consiente de lo que dijo, sin reclamarle lo empuje, iba a castigarlo por portarse mal.

El me miro perdido, sin entender que sucedía, comencé a caminar en su dirección y lo empuje una vez más haciéndolo caer en la cama, me senté a horcajadas de él haciendo que nuestros sexos rocen y se aprieten, sin moverme de encima de él rebusque en el cajón de aquella mesa de noche que se encontraba al lado de la cama, encontre condones y tome uno, entre tanto remover mis manos hicieron contacto con algo que al moverlo hacia ruido como de cadenas.

Sonreí al saber lo que era, lo tome y saque, unas preciosas esposas con peluche, estaban hechas de aquel material al que llaman "metal liviano", volví a acomodarme bien encima de Kuroo el cual miraba con una expresión temerosa bajo de mí cuerpo el cual por cierto ejercía presión contra él para que no pueda levantarse.

Al ver las esposas Tetsuro sonrió probablemente pensando que las había sacado para mí, pobre alma ingenua.

-Vamos a jugar a algo. -Confirme removiéndome sobre su pene robándole un gemido. -Si el juego incluye eso que traes ahí me parece bien. -Aclara dejándome ver su sonrisa, alce una de mis comisuras en una sonrisa picara, me causaba risa que piense que eran para mi. -Claro que incluye esto, pero, no las voy a utilizar yo. -Exclame, su expresión cambio al momento de entender la verdadera situación.

-Si no sigues las reglas voy a tener que esposarte, si las sigues entonces no lo hare. - Expliqué sin dejarlo moverse poniendo peso contra él. -No. - El muy testarudo aún cree que se volverá débil por dejarse dominar.

-No fue una pregunta. - Dije acercándome a su cara y dejando un beso en sus labios, por supuesto que sigo con esto porque se que es parte del juego, si él verdaderamente estuviera en desacuerdo con ser sometido y esposado no lo haría, no es divertido si la otra persona la pasa mal o no llega al placer, el punto de esto es que sea placentero para ambos.