Cartas a un desconocido

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"Solo aclarar que yo no soy ninguna anoréxica ni nada de eso. Simplemente se me ocurrió la idea y la decidí plasmar aquí. Pasate por la sección de comentarios para dejarme alguna perlita o simplemente vota la historia. Besines, florecillas del bosque."

Querido "Aquel que me esté escuchando":

Hola, "Aquel", te voy a llamar así porque es más corto. Cuando veas esto en tu buzón no vas a entender que hace eso ahí. Yo te lo digo. Estoy escribiéndote para que alguien me oiga. Puede que rompas esto o puede que lo tires, hay muchas posibilidades de que esto no sea leído. O quizás cuando lo hagas sea demasiado tarde. Pero no me importa, tan solo quería desahogarme.

Te preguntaras que quien soy, que como he conseguido tu direccion y demas chorradas. No te voy a hacer daño, recuerda que solo soy una chica desvalida y sin fuerzas por aguantar tanto tiempo los impulsos humanos. El resto son detalles sin importancia. No te revelaré mi nombre ni mi aspecto, tan solo imaginate un saco de huesos andante, con las mejillas de la cara hundidas, y las cuencas de los ojos demasiado marcadas. Eso es lo que dice la gente, pero yo no lo veo así. En el espejo en el que me contemplo veo una chica con facciones curvas y un cuerpo prominente. Con curvas anchas y grasa de mas. Pero si te revelaré mi historia, que es lo mas importante aquí. En como me convertí en una anoréxica.

Todo empieza con un murmullo. Es sordo, como una mosca zumbando en tu oreja. Intentas no hacerle caso, pero es inevitable. El cuchicheo se convierte en abeja, y se intensifica. Sigue cambiando, mutando, y creciendo. Hasta que el murmullo se verbaliza. "Estas gorda", o eso te dicen.

La frase se repite en tu cabeza, con todo tipo de acentos y voces. Te sientes como una lunática, con las rodillas abrazadas a tu pecho. Algo deslumbra desde el baño. Te llama. Le tienes miedo, pero a la vez te inspira confianza. Te levantas y andas con cuidado. La miras y ella te mira a ti. Inspiras fuerte y te subes. Los dígitos aumentan poco a poco, creciendo la ansiedad dentro de ti. Tapas la cara con tus manos y abres un pequeño resquicio para mirar. Y lo que ves es una abominación. Entonces te miras en el espejo, te remiras y te vuelves a repasar. Te sobra grasa por todos lados, y eso es lo que ves. Tomas la decisión de dejarlo.

El murmullo ahora es un grito. Todos lo saben, todos lo dicen, todos lo comentan. Agachas la cabeza, buscando amparo, y no lo encuentras. Primero son insultos, luego bolitas de papel. Esto se transforma en vejaciones y violaciones de mi cuerpo. Es un círculo que nunca va a parar. Es un puto círculo, como todo.

Decides dejar de comer por una semana. A ver como te sienta. Pero no ocurre nada. Y dices que dos, vaya ser que el tratamiento no funcione. Tratamiento que te has administrado tu misma. Los cambios se notan. En el instituto ya no se meten contigo. Hay alguno que dice que tienes una buena figura. Otras te enseñan trucos para verte mas bonita. Pero no te sientes bonita. Te sientes igual de gorda que el primer día. Te vuelves mas estricta. Ya no tomas nada, ni el te de las mañanas. Tu día es un vacío continuo, uno que ni siquiera notas.

Un día tienes comida familiar. Comes porque no quieres quedar mal delante de tus abuelos. Pero te sientes fatal. Prácticamente sientes cada caloría posarse en tus caderas. El veneno corre por tus venas, lo sientes, lo palpas, lo temes. Entonces, cuando estas sola, vomitas. Te lo induces, pero crees que es lo mejor. Retroceder y hacerlo otra vez bien. Solo, que no se puede retroceder en el tiempo.

Ahora estoy en frente de un espejo, mientras escribo esta carta. Es abrumadora la visión que se observa. Estoy acostumbrada a ella. Sin embargo, tengo miedo. Porque todos dicen que estoy delgada, sin embargo, creo que estoy gorda. Ya no se que es mentira o que es verdad. Puede que sea magnífica. Pero no lo veo. No lo siento.

Te dejo de aburrir con mis penas, extraño "Aquel". Si te has limitado a leer mi carta y has perdido unos segundos de tu vida. No sabes cuanto te lo agradezco. Muchas gracias por todo. Aquí un aviso importante. NO respondas. No merece la pena. No pierdas unos minutos escribiendo algo de regreso. No lo merezco. Un muerto viviente solo merece no vivir. Ni yo sé por qué me levanto cada mañana. Tampoco insistas en buscarme. Si te la envié a ti fue porque sabía que tu lo entenderías, como anónimo. No compliques mas las cosas. Por favor.

Fdo. "Aquel que está sufriendo".

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⏰ Última actualización: May 10, 2015 ⏰

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"Me debes un beso"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora