OUR STORY ♡ MOONBAE

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serían como las 8 o 9 de la mañana, no sé, pero bastante pronto. kevin estaba en su cama, durmiendo tranquilamente.

–"toc toc" 

nada, seguía dormido.

–"toc toc" 

otra vez. 

–"¿toc toc?" 

ahora sí, empezó a removerse entre sus sábanas. ¿quién se atrevía a interrumpir su sueño? ¿y por qué de una manera tan ridícula? ¿no podía simplemente llamar a la puerta en lugar de decir "toc toc" él mismo?

no tenía ninguna intención de moverse para abrir la puerta de la habitación, prefería quedarse en su cama, la cual por alguna razón hoy se sentía muchísimo más cómoda y acogedora de lo normal. 

–¿kevin? ¿estás despierto?

por desgracia sí que lo estaba, pero quien quiera que fuera la persona que estaba llamando a su puerta no lo sabía, y tampoco tenía por qué enterarse de ello. 

kevin pensó que al no obtener una respuesta se rendiría y se marcharía, pero claramente no fue así.

–venga, kev, déjame entrar porfa

la voz suave de aquel chico volvió a sonar. parecía que tenía muchas ganas de entrar, aunque no había mucho misterio, la puerta no estaba bloqueada con ninguna cerradura o algo por el estilo, por poder podía pasar en cuanto quisiera.

pero, ¿"kev"? ¿por qué le había llamado así? por lo que había escuchado de su voz no le parecía que conociese a aquel tipo, algo no le estaba cuadrando.

–¿sabes qué? paso de seguir esperando a que me digas si puedo o no, ¡voy a entrar!

no le dió tiempo ni de procesar sus palabras cuando delante de él la puerta de su cuarto se abrió, permitiendo la entrada a un chico que kevin juraría no haber visto en su vida. 

el dueño de aquella suave voz era un chico con una apariencia tan delicada como el sonido de ésta. a juzgar por su apariencia parecía más o menos de la edad de Kevin, puede que hubiera un año de diferencia entre ellos o algo así, no mucho. la sonrisa que había en su rostro al entrar era como si iluminara toda la estancia, kevin sintió algo de familiaridad con ese chico, pero al mismo tiempo no le sonaba absolutamente de nada.

–¿quién se supone que eres tú? ¿por qué estás aquí? ¿quién te dejó entrar?

–eh, calma, calma, ¡haces muchas preguntas!

el extaño se rió levemente. 

y es que esa risa despertó algo extraño en kevin, algo que no podría describir aunque lo quisiera hacer. esto sólo le hizo extrañarse más y querer saber quién era aquel chico.

–en estos momentos no importa mi nombre, kev. tu madre me ha mandado que te pregunte si quieres desayunar ya, ha estado preparando algo, ¡yo he ayudado!

–¿"kev"?

dijo eso susurrando, probablemente el otro no le había podido escuchar.

–¿perdona? no te he escuchado.

–no, nada. después bajo. ya puedes irte.

lo único que quería era que ese chico se fuese de una vez y le dejase seguir durmiendo en paz. 

pero claramente, no fue así. 

–pero kevin, ¡yo no he venido sólo para eso!

–¿entonces? ¿qué quieres? dilo rápido para que pueda seguir durmiendo, estoy cansado.