La sombra, un lugar que ninguna persona quisiera cruzar, pero divide a Ravka en dos; los jóvenes son enviados a convatir la sombra, aunque más bien, convaten Fjierdanos y Shu, reinos que están en desacuerdo con las elecciones que ha tomado Ravka, pu...
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No recuerdo mi niñez, lo único que viene a mi mente es estar cayendo, y que un hombre alto y de contextura delgada me salvo; su cara no la recuerdo, pero sus ojos, aquellos como la noche, siempre están presente en mis sueños más profundos, y siempre me dice la misma frase.
"Cuando me vuelvas a ver, no nos separaremos"
Aunque es una frase algo extraña, sentía que mi lugar era con él, solo no sabía cómo encontrarlo, o incluso cuando pensaba que nunca lo vería, el aire no llegaba a mis pulmones, pero cuando observaba a mis dos mejores amigos, el oxígeno ingresaba a mis pulmones y podía volver a respirar con tranquilidad.
Crecer en el orfanato de Keramzin, fue duro, pero lo fue aún más para mi amiga Alina, las burlas que recibía era por parte de sus rasgos Shu, con el tiempo pensaba, que Alina debería estar orgullosa, ella sabía quién era, en cambio yo, yo no sabía quién era; Alina también era la chica más bonita de las cartógrafas que estaban con ella, sus rasgos llamaban la atención. Cuando éramos aún unos niños, Alina defendía a Mal de los otros niños que se burlaban de él, y cuando, molestaban a Alina, yo la protegía.
Cuando llegó la hora de nuestro exámen grisha, y vi que Alina no era una, entre en una desesperación, lo que causó fue que cuando me examinaron, mordí tan fuerte mi lengua, que empezó a sangrar, lo que me reveló que no era parte grisha, estaba feliz, podría estar con Alina y Mal, hasta que cada uno consiguiera su propia vida. Pero cuando observaba a los grisha entrenar con sus poderes, sentía que algo me faltaba, y aquellos ojos negros, siempre venían a mi memoria. Mal me enseñó a rastrear, y juntos nos convertimos en unos grandes rastreadores del primer ejército de Ravka.
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