No existe el azar

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Ya era de noche cuando Naruto volvió a su nueva casa. Aún estaba sin decorar porque decidió irse a trabajar durante tanto tiempo, que no pudo volver a retomar sus tareas domésticas. Aún así, le causaba tristeza, ya que la encontraba vacía; no por la decoración, sino porque él tenía pensado que sería de una forma y no así. Se sentía solo y traicionado. Si lo llegaba a saber, no habría hecho nada. ¿Cómo podía haberse dejado engatusar por un niñato como Konohamaru? En cierto modo, tenía excusa: Alguien de la edad de Konohamaru podía tener dudas... Pero Naruto a sus años, no tanto.

El Uzumaki se tiró a la cama y cerró los ojos. Instantáneamente, se quedó dormido. Estaba agotado. No podía con su cuerpo. A lo mejor era capaz de dormir un día entero como de dormir media hora y sentirse hecho polvo. Daba igual el tiempo; sólo importaba que descansara. Se despertó o, mejor dicho, lo despertaron. Miró el reloj; había dormido quince minutos. Para él, todo le estaba pareciéndole demencial. Estaba más que harto. Habían llamado a la puerta, por lo que fue a abrir.

-Perdóname que venga a estas horas, pero no he tenido tiempo. -Era Konohamaru. También lucía cansado-. ¿Me dejas pasar? -Le preguntó, puesto que Naruto se había quedado inmóvil como una estatua en la puerta.

-Claro. -Le respondió seco el Uzumaki.

Al pasar, Konohamaru vio el desastre en el que se hallaba la casa. Había mucho quehacer allí. Tarde o temprano, tendrían que ponerse a arreglarlo todo, aunque le daba pereza hacerlo. En fin, no había ido a eso:

-Bueno, ya se lo he dicho a Hanabi. -Naruto no reaccionaba; simplemente, se le quedaba mirando-.  Le he dicho que se ha confundido conmigo, que no quiero nada. No sé si se lo ha tomado bien del todo, pero lo que importa es que se lo he dicho. Siento haberte hecho pasar un mal trago. Espero que sepas perdonarme. -Konohamaru intentaba calmar la situación. Naruto no estaba bien.

-¿A qué te refieres a que no se lo ha tomado bien del todo? ¿Qué ha ocurrido? -Lo que le faltaba a Naruto era tener a Hanabi en su contra.

-Aquí viene la mala noticia: Creo que sospecha algo. No me preguntes cómo es que ella sabe algo porque no tengo ni la más remota idea. Sabes que es muy inteligente. También piensa que la aldea es pequeña; si ella quiere enterarse, se enterará. Es así. -Konohamaru tampoco hallaba otra respuesta.

-Si la cosa se pone fea, tendré que hablar con ella. Hinata se lo tomó bien. De todos modos, hay que vigilar para que no nos vigile o, en cualquier caso, ser nosotros cautos. Mi idiotez podría perjudicarme por completo.

Naruto se fue directo al dormitorio, dejando plantado al Sarutobi. Konohamaru no comprendía nada. Lo siguió. Al ver que Naruto se acostaba, él se sentó en el borde la cama. Estaba preocupado por él debido a que no llegaba a comprender ese comportamiento. Él había hecho lo que le había pedido, por lo que no tenía motivos para estar enfadado.

-¿Qué es lo que te pasa, Naruto? -Le preguntó preocupado.

-No lo sé. -Respondió éste.

Impensable (Konohamaru x Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora