Entonces es de esa manera, creí sinceramente que todo resultaría ser más complicado pero extrañamente me alegro de haber aceptado meterme en la boca del lobo. No sé que me espera más adelante pero tengo claro que mi vida cambiará rotundamente.
Le haré mucho daño a Diego pero esto también es parte de su imprudencia, veo su destino igualmente muy negro. El paseo por el jardín es silencioso pero la calma que me transmite por desahogar los pensamientos es un deleite, Diego a mi lado está relajado y caminando a un ritmo suave para que el vestido no interrumpa mis pasos.
El suelo lleno de ojos en tonos rojizos da un ambiente muy romántico y melancólico, como la despedida de un par de amantes que saben que deben separar sus caminos hasta la próxima primavera.
- Pronto será tu cumpleaños, ¿hay algo que desees?.
Ciertamente ese día llegaría pronto, incluso yo lo había olvidado por completo. Me detuve a pensar en un deseo pero no había nada más que un vacío. Todos los años celebraba con Mariabelle y luego con mis niños que preparaban pequeños obsequios artesanales para mí. Mi amado ex esposo se limitaba a darme joyas y a trabajar, celebrar nunca resultó algo divertido para él ya que tenía que gastar dinero y solo lo haría si quería beneficios comerciales.
Era un hombre realmente asqueroso.
Culpo mucho al destino que me obligó a caminar a su lado, pero no puedo renegar por los hijos que tuvimos, ciertamente los amo, era lo único bueno dentro de un matrimonio frío.
Él nunca me amó
Hasta el final demostró que nunca lo haría
- ¿Annelisse?
La suave voz de Diego me llamó mientras sentía mis ojos cubiertos de una cortina de lágrimas, bajé la mirada y apreté mis labios ya que era demasiado vergonzoso. No quería que me vieran vulnerable por algo tan estúpido. No por él.
- Oh Dios, querida…
Tomo rápidamente un pañuelo del bolsillo de su chaqueta y me lo extendió de manera cautelosa para que no escapara.
- Si dije algo indebido verdaderamente lo siento. No sabía que mis palabras podrían podrían provocar emociones no deseadas…
- No, no es su culpa.
Tome el pañuelo y lo acune en mis ojos. Las lágrimas fueron poco a poco evaporadas por la tela y mi visión volvió a ser clara.
- Solo estaba recordando, la vida es realmente impredecible en algunas ocasiones.
- ¿Qué quiere decir?
La suave y fría brisa del otoño azotó contra nosotros acompañado de una rafaga de hojas rojizas y naranjas.
- Nunca me habría imaginado algo así, nada de lo que ocurrió lo veía contemplado. Pensé que viviría toda mi vida junto al duque de Crespthon… infeliz pero a fin de cuentas con él por el bien de la nobleza…
Sonreí sin notarlo al verme libre de ese matrimonio tan horrible, pero me sentía masoquista al pensar que no habría estado tan mal si con eso podía estar junto a mis hijos.
- Annelisse… tu matrimonio, ¿fue tan malo?
- Por supuesto que no, el duque y yo nos amábamos. Nos separamos por el bien de nuestros hijos.
Dramaticé mientras pretendía estar indignada por sus palabras.
- ¿Sí…?
- Eso es lo que habría dicho antes.
Entonces…
- Un matrimonio sin amor nunca será bueno Diego, no quiero entrar en muchos detalles pero… El día que decidas casarte, asegúrate de que la amas, que se aman, y que darían todo por estar juntos… Un matrimonio no vale la pena si solo uno entrega todo de si por el bien de los dos.
- Me imagino que es un sueño, algo como un matrimonio por amor.
- Pero no es imposible, los plebeyos viven ese sueño en sus vidas y por eso a pesar de que no tengan grandes privilegios son felices.
- Tú…
- Aprendí muchas cosas
- Eres increíble Annelisse.
Parpadeé un poco confundida, no esperaba esta muestra de afecto o halagos de su parte que no tuvieran que ver con mi exterior. Me compuse rápidamente no queriendo verme afectada por su asalto.
- Ciertamente lo soy.
Guardé el pañuelo y le comuniqué que se lo entregaría luego ya limpio. El paseo había terminado y yo no respondí su pregunta a mi deseo de cumpleaños. Vagamente solo deseaba una cosa.
Ver a mis hijos una vez más.
- Estos colores son los que están de moda mi señora, con esto se verá esplendida en el banquete junto al conde.
Jenny me seguía mostrando nuestras de colores otoñales que estaban causando furor en la alta costura de Francia, no estaba interesada en ninguno ya que sus tonos me resultaban muy serios y melosos, como si fueran sido creados con ese propósito. Dejé las muestras a un lado y seguí dando vuelta a la página de mi libro de costura, vería por mí misma qué podría ser lo ideal.
El propósito era claro.
Voy a robarme las miradas de todos, haré que Diego se sienta orgulloso de llevarme con él aunque claramente solo quiero lastimar el ego de Mariabelle.
Nunca antes traté de destacar más que ella, siempre fui su sombra. Siendo de esa manera no era de extrañar que mi belleza se viera opacada por su extravagancia real. Siempre lo vi como algo idela porque la amaba con todo mi corazón y verla brillar era un placer.
Supongo que después de todo ahora eso me importa muy poco.
Es momento de revertir la situación.
- Necesito que hagas algo por mí Jenny.
Me detuve en una página del libro y comencé a dibujar trazos en una hoja.
Por supuesto. ¿Qué puedo hacer por usted?
- Necesito que busques a una persona en el barrio bajo de Grestharya.
La mirada de Jenny se descolocó un poco extrañada por mi petición, estaba claro que ella no entendía porqué yo querría algo así.
- ¿El barrio bajo?... Lady Adella, eso es muy peligroso.
- Te enviaré con un escolta no te preocupes
Me detuve un momento y volví a mirar el libro. Luego calculé un presupuesto mínimo con todo lo que necesitaba.
- ¿Puedo preguntar?
- Por supuesto.
- ¿Por qué necesita que busque a una persona en ese lugar?
- ….
Flashback
ESTÁS LEYENDO
La Duquesa derrocada
Исторические романыSiempre viví bajo la sombra de un ser que brillaba por el simple hecho de existir, en su momento creí fielmente que era la luz de mi camino y mi único amor real. Mariabelle era todo lo que tenía, mi única amiga y consuelo. No podía imginar...