Pasé los siguientes tres días siendo terminado de programar en las instalaciones tal y como se me había exigido. De alguna forma sentía algo llamado "nervios", pero no los suficientes como para detenerme. Sabía además, que una vez que hiciera lo que debía, entonces terminaría mi trato con la compañía y podía vivir otros mil años si lo deseaba, en total libertad, sin depender de nadie y haciendo lo que yo quisiera cuando yo lo quisiera.
Mientras terminaban mis configuraciones, y sin que nadie lo supiera, cada vez que tenía tiempo libre me dirigía a la nave en la que debía completar mi misión. Era bastante parecida a un OVNI, no se veía especialmente grande desde fuera, pero al entrar cruzabas una especie de espacio y tiempo, por lo que todo se convertía en un espacio gigante, así como una mansión. Aproveché mis escapadas a la nave y comencé a llenarla con comida y bebida como para 3 años y medio, instalé sustentos de oxígeno para mantener con vida a un humano, hice mi propia cocina y hasta un baño, además empaqué todas las cosas absurdas que entretienen a las personas, aparte de unas cuantas flores que guardé en una caja especial que haría fácil la sobrevivencia de estas en el espacio.
Se preguntarán por qué hice todo esto cuando no necesitaría ninguna de esas cosas para yo poder vivir, les seré sincero, calculé mil ciento setenta y tres veces el territorio que destruiría la bomba cuando detonara, y por más que lo hacía los resultados eran los mismos, al igual que todo América, Europa y África también serían destruidas. Así que mi plan era contarle todo a Stephany, hacerla marcharse a Australia o Asia, los únicos dos continentes en los que estaría segura, y si no lo hacía y negaba mi consejo, entonces no tendría más opción que llevarla conmigo y así evitar su desaparición física, por lo que también investigué la ubicación exacta de su casa para poder encontrarla. En el proceso, aparte de su residencia, descubrí que no llevaba ningún chip o otro artículo externo en su cuerpo que tuviera que ver con la tecnología, eso me sorprendió ya que muchos como ella no quedaban.
Y sí, se que suena egoísta raptarla y quitarle su cotidiana vida por el simple hecho de querer sentirme bien conmigo mismo, pero teniendo en cuenta lo importante que es para un humano su vida, pensé que era mejor llevarla conmigo que dejarla morir.
...........
Llegó el cuarto día, el alboroto era enorme, todo el mundo se estaba preparando para el lanzamiento. En mi caso, los mecánicos instalaron nuevas funcionalidades y cualidades en mí, ahora puedo correr a la velocidad de Flash, mi conocimiento lógico aumentó en un 300%, mi fuerza creció y se igualó a la que tendría Hulk si fuese real, básicamente podría decir que era casi como un súper héroe.
Sin traje espacial, ni casco, ni absolutamente nada que me protegiera, solo un pantalón negro de tiro alto, una camisa de mangas cortas, blanca y de una tela holgada, encima un abrigo ancho de Lana en color azul marino, lo llevaba abierto y unas botas negras, eso era todo lo que necesitaba para ir al espacio. Obviamente y por si acaso llevaba conmigo dos trajes espaciales resguardados y otros conjuntos comunes de ropa para Steph... o sea Stephany, no se por qué le acabo de llamar "Steph"
Ya estaba en la entrada de la nave, los motores se encendían, no hacían ruido pero desprendían una fuerte ventisca. Yo llevaba un auricular en mi oído derecho que me conectaba con la Señorita Alicia
⁹—Bien Q00.Shenjai, ya el arma está puesta en su lugar dentro de la nave Destroy, ya sabe como activarla y cuando hacerlo, confiamos en que consiga el objetivo sin fallos— fue lo que me dijo por el intercomunicador antes de subir a mi "velero"
—¡Entendido capitana!— exclamé
—Una cosa más, recuerde, una vez que haya completado la misión tal y como lo prometimos nos desconectaremos totalmente de usted, tendrá que valérselas por si solo y será su decisión el volver o no a la tierra— agregó advirtiéndome
—Está claro— dije asumiendo los riesgos que esto también traía
—Mucha suerte agente— dijo despidiéndose
—La suerte es para los mediocres Capitana Alicia, no la necesitaré— añadí muy confiado y seguro
Luego de la pequeña charla ya estaba listo para iniciar el viaje, me subí a Destroy, me senté en el puesto de comando y manejo, encendí la nave, activé el modo invisible y emprendí mi viaje.
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Yo Te Llevo a Casa
RandomBienvenidos a la típica historia de un robot humanoide que se enamora de una humana... suena a cliché... lo sé, pero no, créanme, no lo es.... Bienvenidos al momento que lo destrozó todo....