EMPERATRIZ

Siempre Juntos

—  ¡wei ying no vayas tan rápido! — entre regaños y jadeos un pequeño niño vestido con las más finas sedas perseguía a su mejor amigo.

— ¡Jiang Cheng atrápame!— el doncel empezó a correr con más ímpetu, disfrutaba mucho los días en los que sus padres lo traían visitar a su mejor amigo, pero lo que más gozaba era ver el rostro enojado de a-Cheng.

las infantiles risas se escuchaban por todo el palacio llenando de alegría a todos los que vivían en él, los días solían ser muy tranquilos y poco sonoros pero cuando el pequeño príncipe del reino de Yiling venía de visita traía consigo alegría a todo el palacio y sobre todo a su compañero de juegos el príncipe Jiang Wanyin.

— ¡A-xian, A-Cheng! — al escuchar aquella voz severa ambos niños se detuvieron instantáneamente ocasionando que ambos se cayeran de manera estrepitoso sobre sus rostro— ¡esta no es la manera en cómo se debe comportar el futuro emperador del reino Jiang!

una mujer de facciones bellas y afiladas pero con una mirada severa y a la vez maternal se acercó a ambos niños con suaves pasos que se podrían describir con el suave danzar de las pees en los lagos de loto, el de coleta sentía mucho respeto por aquella mujer, la admiraba desde lo más sinceros sentimientos de su corazón, pues esta era la emperatriz de Jiang y fue la mejor guerrera que tuvo el mundo de la cultivación...Yu ziyuan... ese era su nombre, la araña violeta de la guerra. su madre le había contado muchas de sus hazañas y de cómo a pesar de que este era un mundo regido por hombres ella logró hacerse un nombre en el mundo de la cultivación.

— ¡Āyí! jiang cheng y yo estamos yendo al lago a jugar, queremos juntar semillas de loto y comer mucho y engordar como princesa— hablo muy alegre el de ojos grises diciendo lo que haría con su amigo.

— ¡¡princesa no está gorda, tu si lo estas además prefiero estar con ella, es mas linda‼ — gritó exaltado, pero cuando vio los ojos muy abiertos de sus amigo  llenos de lágrimas se arrepintió al instante, no quería decir eso pero tampoco quería que llamaran gordo a su mascota.

— A-cheng  — la mujer miró fijamente al hijo de su mejor amiga el cual se sobo rápidamente las lágrimas de los ojos con sus mangas y le dio un leve sonrisa el cual respondió con una mucho más grande luego desvió la mirada a su hijo el cual estaba con la cabeza gacha, al parecer este ya sabia cual era su error — discúlpate de inmediato con a-xian, tu eres un hombrecito y el es un doncel además de que es tu amigo, jamás debes tratar mal a los donceles, muestrales respeto como un buen hombre y futuro emperador que eres, no podemos pernitir que piensen que en Jiang no educamos a los herederos como debe de ser.... y si no lo haces no te dejaré verlo hasta el próximo invierno.

el rostro del menor se volvió completamente blanca, no quería tener que dejar que ver a su amigo.

— esta bien a-Cheng no tienes que disculparte yo siempre te visitare aunque me den muchos pasteles de luna para quedarme en casa, siempre te voy a elegir, nunca te dejare solo, eres un amargado, si no estoy a tu lado estarás solo — con gran emoción y con sorbos de su nariz y una sonrisa que pasaría como descarada, aseguro muy convencido el pequeño doncel.

Jiang Cheng negó rápidamente, Wei ying no tenia la culpa de nada, el que estaba en su error era él — yo me equivoque, perdóname Wei ying... lo siento y yo tambien dejaría los pasteles de luna por ti—con el rostro ruborizado y con la voz lo suficientemente alta para que que Wei Wuxian la escuche declaró Jiang Cheng.

el doncel al escuchar las palabras del príncipe saltó con los brazos abiertos y se tiró sobre él en un estrepitoso abrazo — recuérdalo siempre Jiang Cheng no me puedes dejar ni cambiar por nada, estaremos juntos siempre.