Después corregiré lo errores
(Michelle)
-¿Tienes los cigarrillos?- le pregunté a Ingrid.
-No.
-Pues entonces fumaremos aire, ¿qué te parece?
-Se supone que los deberías haber traído tú tronca- se quejó.
-¿Yo? Tú eres la que tienes interésle- repliqué .
-Ya, ya...ahora mismo los voy y los compro, pero para ya de quejarte que parece que estás menopausica- comentó mi mejor amiga.
-Eso explicaría mis cambios de humor y mis cambios de temperatura- mencionó pensativa.
-Eso se llama hormonas adolescentes, genio-ironizó.
-Gracias cabrona con lof- sonreí.
-Lo mismo te digo pero sin lof- respondió y se fue a comprar el paquete deMalboro .
(Ingrid)
-¡Hola guapa!
-Hola- de manera tosca y ruda.
-Bella, ¿no te cansas de ser tan hermosa?
-Bello, ¿no te cansas de decir lo mismo a todas las demás?
-¿Qué quieres?- se mordió ellabio.
-Desde luego no es lo mismo que tú. Pero se me ofrece un paquete de cigarrillos- contesté.
-No eres de las que parecen fumar- extrañado.
-Eso no te importa, ahora por favor déme la caja- le rogué .
Elchico se dio la vuelta y cogió de una estantería un paquete de Malboro.
-Aquí tienes- me entregó el paquete.
-Gracias-le agradecí con una sonrisa. -¿Cuánto es?
-Son dos euros cincuenta, pero por se tu te lo dejo en dos euros-me guiñó unojo.
-Gracias pero no puedo aceptarlo, toma los dos euros y los cincuenta céntimos. Adiós- medespedí.
(Michelle)
Por fin ví a Ingrid venir, ya me estaba poniendo nerviosa.
-¡Hasta que por fin llegaste!-exclamé.
-Más ganas tenía yo de venir que tú- replicó. -Toma la caja- ordenó ella.
-Uhhh...¿quién te dio su número?- pregunté pícara.
-¿Me escribió su número de teléfono?- chillé incrédula.
-Sí- sonreí de manera pervertida.
-Jajaja, me encanta ver tu cara de pillina.
-Espero que sea un halago- dije en tono autoritario.
-Claramente- contesté.
-¿Bueno empezamos ya?- hay que admitir que estaba impaciente por ver a mi mejor amigafumando.
Ingrid asintió.
-Bueno, lo primero es coger el cigarrillo, lo sostienes entre los dedos y a la vez que inspiras enciendes la mecha del cigarro, así- empezó a fumar demostrándome como tenía que hacerlo.
-Ahora te toca a ti- hablé de nuevo.
Ella extendió la mano, yo le acerqué la cajetilla y ella cogió uno de los cigarros.
ESTÁS LEYENDO
Provocativa
Teen Fiction—Estás de broma ¿no? —preguntó sobresaltada mi mejor amiga. —No, no lo estoy—respondí seca. —Es decir que tu Ingrid McCartney tienes ansias de venganza. —Sí— afirmé. —Y...¿cómo lo harás? —Me convertiré en una de ellos—expliqué con simpleza. —¿Estás...