Izuku un joven que nació y creció en un prostíbulo. Donde convive con otras prostitutas; es el único que está cuando el escritor Aizawa Shouta mejor conocido como "EraserHead" llega al lugar. Empieza con una serie de preguntas para su nuevo libro. N...
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Al día siguiente
Izuku a amaneció solo en la cama, aun está desnudo así que se sientan en la cama, suelta un pequeño jadeo al sentir dolor en su parte baja, brazos y espalda. En realidad todo su cuerpo le duele, no esta tan acostumbrado al sadomasoquismo. Y la rubia ceniza de ayer no tuvo piedad de él. Un recuerdo vago de la noche anterior vino a su mente.
Toga hizo un muy buen trabajo con el bondage. Cuando finalmente terminaron, incluso lamió la sangre del interior de los muslos de Izuku. Cuando salió de la cama, sonrió placenteramente al ver que sus propias piernas estaban blandas. Izuku recuerda verla antes de que se fuera y después se volvió todo borroso, estaba demasiado cansado y no podía abrir los ojos.
—Aaahh—ahogo su grito en la almohada—Como pudo hacer eso… No voy a negar que se sintió bien.
Recoge su ropa de la habitación, toma la propina de la almohada y se dirige a la su cuarto. Durante el trayecto se topa con Jiro, quien esta recarga en la pared y luce igual de cansada que el.
—Buenos días—Hablo mientras se acercaba—Parece que a ti también te fue bien.
Jiro pego un pequeño brinco al escucharlo. Y volteo a verlo espero a que se acercara para poder recargarse en el.
—Ni que lo digas, esa mujer no me dejo dormir para nada.
—¿Mujer? —Arqueo una ceja— No sabía que también aceptaba mujeres
—Ni yo. Pero es que ella era tan linda—sonrió tontamente y comenzaron a caminar—y fue… oh por dios, ella me llevo al cielo y me mostró todas las estrellas.
—Uy que rico. Para la próxima invita—Comenzó a reír recibiendo un codazo de Jiro.
—Ni lo sueñes. Tu siempre te llevas a los mejores—reviró los ojos —Déjanos algo…
Ambos entraron al cuarto y vieron una cama vacía y ahí se fueron a dejar caer. En el cuarto se encontraba Mina y Tamaki.
—Vaya parece que les fue bien…—se acerco mina—Cuenten.
—Las mujeres dan miedo—hablaron al mismo tiempo.
—¿Qué? ¿Por qué? —los mira curiosa.
—Bueno al menos a mí. Esa chica no me dejo dormir, fue orgasmo tras orgasmo. —se relamió los labios.
—¡Jiro! ¿Y quién era? Fue de las mujeres que llegaron ayer ¿verdad?—comenzó a sacudirla. Esta asintió y después mina se volteo con Izuku—Y tú?
—Humm un 8 de 10. —Coloco su mano en la barbilla— Solo por que dejo varias marcas.
—¡Uy cuenta los detalles! —la mira de manera pícara.
Tamaki acaba de aventarles una almohada, y gritando les dijo:
