[Bad Day] 《Tsukiyama》

Única Parte

—¡Tsukki! Estoy en casa.

Tadashi entró con fundas de compras en sus manos. Las dejó encima de la mesa y se preocupó por no haber recibido alguna respuesta.

—¿Tsukki? — preguntó al acercarse a la habitación que compartía con Kei.

Abrió la puerta suavemente, en caso de que Kei estuviera dormido.
Vio que el cuarto estaba oscuro y en la cama había una forma de bollito enroscado en sábanas.

Un mal día.

Tadashi dejó escapar un suspiro y volvió a la sala para sacarse la chompa y preparar un té para Kei.
Al terminar de prepararlo, regresó a la habitación, prendió la luz y se sentó al lado de Kei, dejando la taza de té encima de la cómoda.

Tadashi comenzó a acariciar el cabello de Kei —Hey, Tsukki, hablemos un poco.

Kei se empezó a mover debajo de la sábana y sacó su cara fuera de ella, miró a Tadashi mientras parpadeaba para enfocar.

—No sentí cuando llegaste. —Kei bostezó después de terminar la oración.

—¿Algo importante que haya pasado hoy? — preguntó Tadashi mientras sonreía a Kei.

—No, nada muy importante. Solo me siento un poco mal...

Sin embargo, Kei no miró a Tadashi mientras lo decía, signo de que estaba mintiendo; pero Tadashi no lo obligaría a hablar.

—¿Qué tal un té?

Tsukishima se sentó bien y Tadashi le pasó la taza. Después de eso solo se escuchaba sus respiraciones tranquilas y los tragos que Kei le daba al té.

—A veces siento que soy una carga para ti.

Soltó después de acabarse el té y dejar la taza encima del velador. Seguido de eso miró sus manos que estaban en su regazo.

—¿De qué forma? Porque financieramente estamos bien. —Tadashi entrelazó algunos de sus dedos con los de Kei, mientras le sonreía.

—Sabes a qué me refiero...

—No, Kei, no sé de qué hablas. Aquí solo conozco a un chico de 23 años, que tiene un trabajo en un museo y también forma parte de un equipo de volleyball. Por si fuera poco, este chico es alto y muy guapo, y yo tengo la enorme suerte de ser su novio y vivir con él. Así que realmente yo no puedo entender cómo podrías ser una carga.

Tsukishima lo miró por unos segundos, intentando conseguir pruebas que refutaran lo que Yamaguchi había dicho anteriormente.
Tsukishima suspiró y se inclinó hacia Tadashi, haciendo que su frente cayera en el hombro de Yamaguchi.

—No sé qué hice para merecerte pero, me aseguraré de hacerte feliz y no ser una carga para ti. —Tadashi empezó a sentir como Kei comenzaba a temblar levemente.

Yamaguchi soltó sus manos con cuidado y lo abrazó, lo abrazó con mucho cuidado, con tanto amor, que a Tsukishima se le hizo imposible no llorar.

—Hey... estoy aquí, siempre estaré aquí. —Tadashi apretó un poco su abrazo, mientras sentía su pecho oprimirse por escuchar a su novio llorar.

Se separó del abrazo para secar las lágrimas que estaban en el rostro de Kei. Después, comenzó a dejar pequeños besitos en todo su rostro, haciendo que Kei sonriera poco a poco.

—Iré al baño y después vendré a acostarme, espérame.

Tsukishima asintió y lo vio salir del cuarto. Dirigió su mirada hacia el velador, observando ahí su celular, sus lentes y la taza de té terminada que Tadashi le había hecho, su pecho lleno de afecto.

Yamaguchi tardó 5 minutos en el baño y regresó a la habitación a ponerse su pijama y entrar a la cama.
Apenas se acomodó del lado izquierdo, sintió como un brazo le rodeaba la cintura y una respiración calmada chocaba contra su pecho, cabellos ondulados haciendo cosquillas en su cuello y piernas entrelazadas.
Tadashi empezó a tararear una canción mientras pasaba sus dedos por los cabellos de Kei, sabiendo que esto lo hacía dormir.

—Descansa, Tadashi. —pronunció como un murmuro Kei.

—Buenas noches, Tsukki. —Apenas lo dijo, dejó un beso en la cabeza de Tsukishima.

—Te amo. —dijeron al mismo tiempo y entonces se durmieron.