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Alessio

Miraba por la ventana, cuando se volteó y me miro.

—Sé que me estás mirando Alessio

—¿Y?

—¿Estás enojado?

—¿Debería?

—Supongo, acabo de iniciar una guerra con tu querida Regina

—Ella no es nada querido para mí, pero provocarla solo la hará enojar más

—Ella me hace enojar, no tenia el derecho de hablar sobre algo que no le compete, ni difundir algo que no entiende, alguien debe hacerle frente y llevarse todo el daño

—¿Y debes ser tú? ¿Por qué?

—Porque si me odian, seguiré siendo princesa, pero si te odian perderás todo

—¿Lo haces por mí?

—No y si, No, porque a mí también me enoja que me meta en algo que ella controlaba, tú te paraste frente al altar, dispuesto a casarte, ¿Qué culpa tengo yo que se haya ido corriendo? —Miro por la ventana —Y si porque sé qué mentira para hacerte daño, de formas que no conoces. Prefiero que me lo haga a mí, porque sé cómo responder, además tiene un hijo en común

—No es mi hijo

—Como sea —Me miro

—Yo prefería que la lastimara a mí y no a ti, está enamorada de mí ¿No? No creo que me haga mucho daño

—O Alessio, no te creas, una mujer despechada es muy peligroso

—Sí, es verdad

—Hay prensa, Dios

Se puso los lentes y los flashes iban por todos los lados, los guardias salieron, y yo tomé su mano.

—Vamos, no se darán cuenta —Asintió

Bajamos el auto, la tenia tomada por la cintura, por si se tropezaba o caminaba raro, entre preguntas y flashes, entramos al recibidor, fue un trámite, subir al ascensor, porque algunas de las personas de dentro habían sido prensa disfrazada, cuando estuvimos en el cubo de metal, ella se arrimó a mi hombro.

—Qué pesado —Sonrió y se quitó los lentes

—Tengo una idea para quitártelo de encima

—¿Anunciarás que te casas con Rachel?

—No —Me miro

—¿Qué?

—¿Cásate conmigo? —Me miro por un buen rato

—Creo que el trago me afecto a la cabeza, y escuche ¿Cásate conmigo?

—Si —Negó

—Alessio, es tarde, ya me voy a casar —Pero si ya estás casada conmigo —Solo estás ebrio

Se alejó y se arrimó a la pared y me volteé a verla.

—No puedes venir aquí y poner mi mundo de cabeza, es injusto

Se tambaleó, pero la agarre, tenia los ojos cerrados. Hice malabares para llevar a su cuarto, estaba muy liviana, pero este lugar tenia un centenar de puertas.

Estuvo algo vivida, cuando la deje en su habitación, varios minutos pasaron, y no escuchaba nada, tenia miedo que se quedara dormida y vomitara.

Estuvo algo vivida, cuando la deje en su habitación, varios minutos pasaron, y no escuchaba nada, tenia miedo que se quedara dormida y vomitara

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