Kara:
¿Saben qué probabilidad hay de que a una persona le caiga un rayo? Es 1 en 3.000.000, y, ¿Saben qué probabilidad hay de que mis padres llegaran de visita y encontraran a Lena en el departamento antes de que yo se las presentara? esa de seguro era 1 en 100.000.000 millones. Pero yo soy Kara Zor-El señores, el símbolo andante de la torpeza y la mala suerte, es por eso que ahora estoy bajo la inquisitiva mirada de mi padre, con la blusa abierta, llena de harina y con una mano casi hundida en la cintura de la pelinegra.
-¿Y no piensas presentar a esa señorita? - Preguntó la mujer mirando con dulzura a la chica que me miraba con la misma cara de miedo que no dudaba tener yo en ese momento.
Lena tiro de mi brazo, y yo, bueno, yo solo tire de ella para abrazarla de manera más estrecha contra mi pecho.
Mi padre se acercó con cautela, entendiendo de inmediato que mi estado inepto e ineficiente, era producto de ese estado catatonico. El sonrió de manera dulce, casi igual a cuando yo era pequeña y hacía alguna travesura; él amablemente, me decía "entra, no te pasara nada", pero entonces, cuando mis pies atravesaban la estancia, era cuando esa sonrisa afable se transformaba en la sonrisa del diablo y yo tenía que correr por mi vida.
-Hija, tranquila.- Dijo él, entonces el verdadero pánico me atravesó la espina.- Si interrumpimos algo podemos irnos y volver cuando tu amiga se vaya.
-¡No! - Exclame de manera inconsciente.
-¿Como que no? - Preguntó mi madre.- ¿Quien es ella Kara?
La mire con esa intención de pedir permiso para decir lo que se supone que se cernía a nuestro plan. Rogue porque ella mirara mis ojos suplicantes, rogué porque ella accediera, rogué para que las palabras salieran.
Lena me miró de vuelta y todo se me olvido.
-Le...Lena.- Balbucee.
Mis padres me miraron con curiosidad.- ¡¿Que?! - Preguntaron completamente perdidos.
-Ella...ella es Lena.- Respondí sin soltarla.
Mi madre se acercó un poco más.- ¿Y quien se supone que es Lena? - Pregunto.- No lo conocía, ¿es una nueva amiga?
Negue.
-Kara, por el amor de Dios, habla.- Suspiro mi padre un poco cansado de mi extrema idiotez.
-Ella...ella...es...es...- El corazón en cualquier momento se me saldría por la boca, o simplemente se rompería en mil pedazos debido a un paro cardiaco.- Ella...ella.
Pronto sentí la mano de Lena subir por mis brazos hasta llegar a mi cuello, donde tiró suavemente de mi cabeza hacia abajo, dejando mi nariz contra la suya. Nuestras miradas se cruzaron, casi de manera inmediata sentí como esos profundos pozos verdes me consumen, me sudaban hasta tal punto que mi respiración, en ese entonces acelerada, se había calmado.
Vi sus labios, tan cerca, tan rosas, tan lindos. Vi que gesticulaba algo que me hizo recuperar mi centro y despejar mis preocupaciones: "Tranquila, estamos juntas en esto".
-Ella es Lena Luthor.- Sonreí apretando su cuerpecito contra el mío, sintiendo sus manos pasarse alrededor de la piel desnuda de mi cintura para abrazarme con la misma fuerza.- Es mi prometida, por eso no se puede ir, ella vive acá.
A mis padres pareció caerseles la mandíbula ante mi noticia, sin embargo, ninguno hizo comentario alguno, solo volvieron sus ojos hacia el cuerpo de Lena que parecía hundirse en el mio, dandole apenas el espacio para mirar de reojo hacia las personas que observaban con un poco de estupefacción.
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La Bella y La Bestia. (G!P) - [Supercorp] (Supergirl) [Adaptación]
Fiksi PenggemarElla es una bella Rosa vendida en una subasta, la otra, es la bestia que todo el mundo le hizo creer, una poderosa altanera. La Rosa acusa a la Bestia de ser un monstruo. La Bestia llora por los maltratos sufridos durante toda su vida. La Bestia pro...