𝗜𝗡𝗘𝗙𝗔𝗕𝗟𝗘 ㅡ Kim Seungmin, en el centro del huracán. Todo el mundo señala a aquel con quien discuerda, pero pocos se detienen a buscar verdaderos motivos para hacerlo. Siempre hablan sobre "la calma después de la tormenta", pero nadie se cues...
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Mi almohada debería ser esponjosa, pero en vez de un cojín es una montaña de libros
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Jueves, 9 de agosto de 2018
El pobre Chan aparcaba el coche en una de las plazas de parking de la estación de tren después de haberse ofrecido a dar dos viajes para traer a todos a tiempo, ayudando a la madre de Seungmin, quien también había traído a unos pocos. Changbin y Minho se bajaron del automóvil y descargaron las maletas con facilidad.
- Y recuerda, cariño, no pierdas las llaves, por lo que más quieras. ¡Y todos, usad protección solar! O acabaréis colorados...
- Mamá, tranquilízate. Todo va a salir bien. Nos acompañan algunos adultos responsables.
La mujer giró a mirar a Chan quien se había colocado a su lado, cargando su macuto en el hombro. La señora Kim le acarició la mejilla, haciendo al australiano sonreír.
- Confío en vosotros, pero no puedo evitar preocuparme... ¡Bueno! Entrad ya, no quiero reteneros y hacer que perdáis el tren.
Se despidieron alegremente de la mujer, quien volvió a montarse en su coche, arrancando el motor al ver como los diez jóvenes se acercaban a las puertas de las instalaciones.
⊹ ❀ ⊹
- ¿Jisung? - Chan intentaba sacarle tema de conversación. Tan animado como era siempre, ahora no mostraba ni pizca de energía. Cuando el menor lo miró, luchando por mantener sus ojos abiertos, continuó.- ¿Has dormido algo esta noche?
- Mhm.
- Pues no lo parece.
- Pero es que es muy temprano.
- Son solo las ocho y media. Creía que para ir a clase incluso madrugabas más.
- Sí, pero yo ya no estoy en clase. ¿Qué significa eso? Tener un horario de no ir a clase, lo que viene siendo levantarme a las once de la mañana, mínimo - el australiano rió.
- Bueno, en treinta minutos ya estaremos dentro del tren, tendrás tres horas para descansar.
- No creo que lo consiga. Changbin ha dicho que se iba a sentar a mi lado. Me va a privar de mi glorioso y bien merecido descanso.
- Puedes sentarte conmigo, si quieres.
- Lo intentaré, de verdad. Confío más en ti y en tu bondad.
⊹ ❀ ⊹
- Nooo, Chan, no me abandones - Jisung gritaba, haciendo que algunos desconocidos lo miraran mal, después de que el australiano se sentara junto a Seungmin, quien le había pedido hablar sobre algo relacionado con la organización.
Chris pedía perdón con sus manos mientras sonreía, dejando ver sus lindísimos hoyuelos. Se sentó junto a él, solo que al otro lado del pasillo.
- Ya, cállate. Mi compañía no es tan mala - se quejó Changbin una vez consiguió que Jisung se sentara, calmado.
- Déjame explicarte que todo el mundo que dice eso es porque trata de convencerse a sí mismo.
- Vale, vale, te dejo tranquilo. Pero como ronques muevo las maletas sobre nuestras cabezas para que con una sacudida del tren se te caigan en el cráneo.
Frente a ellos se sentaron Hyunjin y Haru. Mientras la chica comprobaba que esos fueran los asientos correctos, el moreno subía las maletas a la repisa. Le cedió el asiento junto a la ventana a su amiga, ya que lo había pedido.
Hyunjin suspiró al ver que pasarían alrededor de tres horas en un espacio cerrado frente a Han Jisung y Seo Changbin, las personas más molestas que había conocido en su corta vida. Por que sí, encima sus asientos eran girados, compartiendo una mesa en el centro. El mayor se percató de ese gesto.
- ¿Tú tampoco quieres que esté aquí? ¿Por qué todo el mundo me odia, de repente? - se quejaba el bajito.
- Tonterías - habló la única chica entre los cuatro -. ¿Cómo podría alguien odiarte? - miró a Haru con ojos llenos de estrellas e iba a agradecerle sus sinceras palabras, pero continuó hablando, arruinando todo -. Si eres muy mono.
- Retira eso, no soy mono, soy muy cool - hizo un gesto de victoria con su mano derecha.
- Ya, claro - ella rió al ver el mohín del más bajito.
⊹ ❀ ⊹
Alrededor de una hora y media de viaje había transcurrido. Contrariamente a su idea inicial, Jisung no fue capaz de pegar ojo. Se había activado al mantener una conversación con sus compañeros un rato, y había vuelto a ser el mismo. Changbin escuchaba música con sus auriculares conectados al móvil, compartiendo uno con Haru, enfrente suyo.
- ¿En qué idioma creéis que sueña Chan? - preguntó el de mejillas adorables. Veía como el australiano se había colocado un antifaz y dormía cruzado de brazos, mirando hacia abajo - ¿En inglés? ¿O quizá en coreano?
- Es muy audaz de tu parte pensar que Chris duerme lo suficiente como para llegar a la fase del sueño.
Los tres rieron, sobresaltando a Hyunjin, quien comenzaba a caer rendido ante Morfeo por las suaves sacudidas del tren y el cálido sol que entraba por la ventana.
La mayoría estaban agotados. No dormían bien, o simplemente habían descansado poco por la emoción y los nervios. Pero, al fin y al cabo, habían tenido que levantarse alrededor de las siete de la mañana para arreglarse y llegar a tiempo a la estación, independientemente de cómo habían pasado esa noche.
Haru vio como Hyunjin, tras abrir los ojos sorprendido por sus risas, miraba a su alrededor, desorientado. Copió la postura de Chan, cruzándose de brazos por debajo de su pecho, y dejando caer la cabeza hacia abajo, cerró los ojos lentamente, frunciendo levemente los labios.
¿Pero como pueden dormirse así estos dos?
Con delicadeza, Haru acunó la mejilla del moreno a su lado, quien apenas reaccionó a su contacto. Debía estar demasiado agotado. Acercó suavemente la sien del chico a su hombro, apoyándola para que estuviera más cómodo el resto del viaje. Miró hacia el exterior, observando como dejaban atrás infinitas ciudades y se adentraban en territorio desconocido.
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