ღ; dieciocho

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Estoy en una edad donde perderme en confianza, no le temo a nada

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Estoy en una edad donde perderme en confianza, no le temo a nada

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Sábado, 11 de agosto de 2018

Minho y Haru se habían enzarzado en una animada discusión, por que ante todo lo que el mayor buscaba era molestarla.

- ¿Os ha gustado la comida? A pesar de que estuviera helada... - sus ojos se detuvieron en la chica causante del retraso.

- No estaba tan fría. Además, os hubierais esperado a que volvieramos.

- Precisamente hemos comenzado a cocinar porque creímos que no tardaríais tanto. Pero adivina qué.

- Mira, de verdad... ¡Encima que intento ganar el suficiente tiempo!

- ¿Ganar tiempo para qué? - preguntó el cumpleañero, divertido. En la mesa faltaban dos personas, pero no se había dado cuenta ya que estaba viendo a los otros dos discutir. 

Ya habían terminado de comer, y prácticamente era hora de merendar, así que Hyunjin y Seungmin se escabulleron a la cocina a añadir las velas que Jeongin había ido a comprar en un momento, a la tarta de cumpleaños. Felix la había preparado mientras los otros estaban de paseo, para tener vía libre después del accidente de esa misma mañana. 

Con cuidado de que no se les cayera el pastel al suelo, Seungmin abrió la puerta corredera que daba al patio con el pie, llamando así la atención de los demás. Estos comenzaron a cantar el cumpleaños feliz a todo pulmón, acompañado de palmas y vítores.

Changbin no podía esconder su sonrisa. Estaba muy agradecido con este grupo, no se merecía nada de lo que hacían por él. Cuando tuvo la tarta delante, se centró en pedir con todas sus fuerzas aquello que más anhelaba. Sopló, rezando por que se cumpliera lo más pronto posible.

⊹ ❀ ⊹

- ¡Venga, más rápido! O llegaremos cuando sea tarde.

El grupo caminaba a paso acelerado tras los apurados Jeongin y Nami. Habían sugerido ir a ver la puesta de sol para acabar de forma perfecta el día, y como habían tardado un poco más de la cuenta en arreglarse, el sol estaba casi a punto de desaparecer. El cielo anaranjado cada vez se oscurecía más. Por la emoción no habían visto las amenazantes nubes negras que estaban prácticamente sobre sus cabezas.

Con los zapatos en la mano, corrían por la arena, acercándose a la orilla lo máximo posible. Las olas se mecían a escasos metros de donde estaban, sin llegar a acariciarle los pies. El característico olor del mar inundaba sus fosas nasales, relajándolos ante la escena que estaban presenciando.

- ¡Eh! - exclamó Changbin, rompiendo el silencio que había durado minutos.- Una ola me ha salpicado en la cara.

- Creo que no ha sido una ola... - Jisung se limpiaba una gota de la ceja. Era físicamente imposible que las olas tan bajas les llegaran a mojar el rostro.

Poco a poco, la lluvia calaba sus camisetas, estampándolas de una no muy agradable manera.

- Mierda, ya empiezan las tormentas de verano - se quejó Seungmin-. ¡No nos han dado tregua!

A toda velocidad, recogieron el calzado del suelo, y tapándose el pelo, o la vista, corrieron hacia el paseo. Se colocaron las bambas como pudieron, e iban saliendo apresurados hacia la casa. Aún tenían alrededor de 10 minutos de camino; si no se daban prisa, acabarían como si hubiesen recién salido de la ducha, sin desvestirse. Avanzaban sin rumbo, y sin vigilar que siguieran juntos.

- ¡Espera! Metete aquí - Hyunjin tiró del brazo de Haru, pegándose a la pared más cercana. Se estaban resguardando de la lluvia bajo el balcón del primer piso de un edificio algo antiguo. Pensaron en quedarse ahí hasta que la tormenta cesara lo justo para poder seguir caminando. La chica miró a su alrededor, sin ver a nadie en toda la calle.

- ¿Dónde están todos los demás?

- No sé, creo que se han ido por otro camino...

- Bueno, de hecho somos nosotros quienes nos hemos ido por otro camino - le miró, sonriendo.

Y ahí fue cuando Hyunjin se perdió. La pálida piel de la chica estaba decorada con perlas de agua que relucían por la luz que salía de algún lugar del edificio a su lado. Cada centímetro de su cuerpo estaba empapado por la repentina lluvia. Algunos mechones de su fino cabello se pegaban a su rostro, pero no parecía importarle. Hyunjin estaba en unas condiciones similares, pero como no se veía, no se daba cuenta de lo apuesto que estaba en esos momentos. 

No habían separado la vista el uno del otro, al igual que ella no había dejado de sonreír. Su mano se movió sin control, incapaz de detenerse. Alzó el pulgar, y acariciando la mejilla de Haru, retiró las gotas que resbalaban lentamente. Ella agachó la cabeza ante el gesto.

Hyunjin despertó de su repentino trance, aclarándose la garganta. ¿Qué narices le había pasado? Él no era de ese tipo de personas, odiaba actuar como alguien romántico.

- No parece que vaya a parar... ¿Deberíamos seguir? - volvió a carraspear.

- Sí, volvamos. Se hará tarde, al final. ¿Se iba por ahí? - señaló la calle a su derecha con el índice.

- Si no recuerdo mal, sí.

- Okay. Te echo una carrera.

Haru había visto el cambio de humor repentino de su amigo. Ahora lo veía incómodo y algo arrepentido, y quería bromear y distraerlo para calmar el ambiente. Ella también estaba algo incómoda. O más bien, perpleja.

- Si no hay premio no corro. Soy capaz de comerme el suelo.

- Mmm... - Haru se cruzó de brazos, pensativa.- Quien pierda invita a un helado al otro mañana.

- Trato hecho - la chica acercó su mano al centro, esperando a que el otro la estrechara. Confundido, aceptó.

Se colocaron lado a lado, listos para comenzar su competición.

- Preparados...

- Listos...

- ¡Ya! - gritaron a la vez, saliendo disparados hacia el frente.

El suelo no resbalaba, pero los charcos que pisaron los empaparon más aún, llegando el agua hasta sus calcetines. Entre risas y algunos resbalones, aunque ningún accidente, llegaron a la puerta de casa, donde Chan los esperaba, preguntando si estaban bien. Legaron al mismo tiempo, y ninguno iba a admitir su derrota, así que quedaron en empate.

 Legaron al mismo tiempo, y ninguno iba a admitir su derrota, así que quedaron en empate

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~12052021

「 水 」INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora