Capítulo 4: Co-Director Viktor Volkov.

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Advertencia: A partir de este momento el AU comenzara a tocar temas fuertes, no se le busca romantizar en ningún momento aclaro.

Esa noche no fue para nada fácil para el ruso, además de que volvió a dormir en el auto, aun no podía dejar de sentirse mal por lo que le dijo a Horacio ¿Y como lo arreglaba? Le dijo claramente que no queria saber de el, y no lo culpaba ese fino acto de envidia frente a sus superiores era suficiente para no volverse a hablar.

  Pero debía intentarlo, Horacio era la única persona de todo su pasado que aun quedaba a su lado. Y después de vivir tantos años solo, descubrió que la soledad que tanto exigió no era tan divertida. Y siéndose sincero, siempre tuvo confianza con el menor, eso era algo que nunca pensaba negar.

Pero allí el otro tema: Ya no era ese Horacio, o por lo menos gran parte. Y joder, como le daba vueltas a la cabeza a ese tema. Pero ¿Podía hacer algo? Traer devuelta al Horacio que queria y deshacerse de esa nueva versión de Horacio que realmente le daba miedo, recuperar que niño alegre que conoció en el pasado. No podía ni sabia como hacerlo.

Él llego temprano al trabajo ese día, su plan era simple: Arreglar las cosas con Horacio, llevar una buena relación y lograr reunir suficiente dinero para dejar de dormir en su auto. Decido, y esperaba que su plan funcionara. Ya no queria estar solo.

  Él llego a las 7:30 de la mañana, y otra vez se quedo en la entrada en la espera de su jefe. No debía colocarse en servicio hasta la llegada de este, pues eso seria en contra de las normas del estado. Pero a diferencia de los días anteriores, llego uno de los empleados del lugar le ofreció un café. Cosa que agradeció infinitamente, pues llevaba días subsistiendo de agua y sándwiches.

A las 8 y un poco mas llego Horacio al servicio. Con su uniforme de federal, pero sin la mascara. Algo que le parecía muy extraño al mayor ruso, pues él quien estableció. Solo se para frente a él y le dio su pose de respecto. Horacio solo lo miro de arriba a bajo muy extrañado, ese nivel de respecto solo lo hacían sus agentes en protocolo.

—Buenos Días Directo H ¿Cómo se encuentra?

—Muy bien, dormí bien, eso es algo positivo— le contesto amablemente, mas de lo que el ruso se merecía.

   Volkov tomo aire, y disimuladamente lo soltó. Era ahora o nunca.

—Quiero disculparme, por lo que hice ayer. Lo que hice fue totalmente irrespectuoso a su persona y aceptare cualquier castigo que decida ponerme.

Horacio lo miro a los ojos en ese momento, solo suspiro y aparto la mirada. Pues muy dentro del moreno, se estaba conteniendo de decirle muchas cosas, positivas en su caso.

—Fue tu primera falta— le respondió— por lo tanto no te voy hacer nada, pero a la próxima si te llevaras tu castigo.

Y en todo lo que lo dijo, nunca lo miro. Se encontraba algo decaído desde que llego, pero no tenia idea de por que.

—10-4 Director.

Pero, y como si de un reflejo se tratara, lo miro fijamente. Su rostro estaba totalmente serio, y Volkov solo se sentía intimidado y muy avergonzado.

—Me tienes miedo.

—Disculpe Director ¿A qué viene esa pregunta? — hablo con cierto nerviosismo, sin moverse de su lugar.

—Eso no era una pregunta— afirmo— tú me tienes miedo Volkov.

No estaba seguro si miedo era la mejor palabra, le tenia una especie de respecto combinado con nervios y algo de curiosidad. Pues algo estaba claro es que este era el nuevo Horacio.

El moreno solo suspiro.

—Mira se que las cosas entre tú y yo no son las mejores— comenzó a hablar— No debí haberte gritado ayer y me disculpo pues no es algo que suela hacer. Pero te prometo que no te volveré a hacer daño, te lo prometo.

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