La vida da muchas vueltas.
En algunas ocasiones mantienes el equilibrio y sigues.
Pero en otras ocasiones, no lo mantienes y caes.
Eso fue lo que le sucedió a un pobre hombre. Uno que solo quería vivir una vida tranquila.
Está es la historia de un hombre al cual le arrebataron la vida por motivos egoístas.
El nombre de este desgraciado hombre es Shīto Yakimuno, el cual trabajaba en una empresa medianamente conocida, este hombre tenía un puesto alto en la empresa.
Los pocos compañeros de trabajo que tenía eran muy buenos con el, pero su jefe no lo era, el era una persona que siempre quería perfección en el trabajo. Y el apenas podía mantener esos estándares de perfección, por ese motivo es que tenia el puesto en el que está.
De los pocos compañeros que tenía, solo a muy pocos lo podía considerar como amigos, tanto así, que podías contarlos con los dedos de una sola mano. No podía estar más quivocado...
Después de un arduo día de trabajo, Shīto se encontraba esperando el metro en una estación.
Todo era tranquilo asta que, de repente, sintió como una persona lo empujaba. Cuando miro hacia la persona lo pudo distinguir, era un amigo de el, su mejor "amigo". Este lo miraba con una sonrisa muy desagradable para el.
Shīto tenía un mar de sentimientos encontrados en es momento, sentía traición, decepción y sobre todo.... una gran irá hacia el.
Jamás pensó que alguien como el lo traicionara, pero como dicen, jamás juzgues un libro por su portada.
Y antes de siquiera poder maldecir, el metro justo llegó acabando con la vida de el...
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De tal el humano, tal la planta.
FantasyTe preguntarás ¿está es la típica historia de reencarnación?. Pues déjame decirte que estás completamente en lo cierto. Una persona muere y reencarna, así de fácil. Si... fácil es reencarnar, pero... sobrevivir con un nuevo cuerpo, eso es lo difícil...