Suegros

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- ha pasado tiempo Ei-chan, siempre es bueno verte por aquí - hablo risueña la mujer de pelo cenizo.

- le agradezco su hospitalidad señora Mitsuki - respondió amable el moreno mientras tomaba el pañuelo que le había extendido para limpiarse la cara por la explosión anterior.

bueno, al parecer, se apresuró demasiado al hablar de antemano, se alivia de que Katsuki no lo haya traído con malas intenciones desde el principio, solo que aún desconoce el por que. Los padres del mayor si estaban en la casa, solo que no se mostraron tras encontrarse en el garaje limpiando ciertas cosas inecesarias y buscando las que si lo eran, como por ejemplo, el bóxer de Bakugou.

De cómo llegó ahí era la incógnita que ahora pensaba Kirishima.

- ¿como has estado Eijirou? - pregunto Masaru bebiendo su té tranquilo, mientras hacia lugar para su esposa.

- muy bien, gracias por preguntar, ¿y ustedes? - hablo el moreno sonriendo.

- perfectamente Ei-chan, espero que tu madre se encuentre bien - la mujer de pelo cenizo dejo algunas galletas sobre la mesita de la sala, para después sentarse al lado del castaño.

- esta bien también, le gusto mucho el vestido que le habían diseñado, me pidio que se los agradeciera y que si gustan pueden ir a verla cuando quieran - mencionó el pelirrojo haciendo reverencia desde su sillón.

- me alegro, ¡ay, vamos a visitar a la señora Ino el otro fin de semana, ¿si cariño!? - zarandeado al hombre, Mitsuki grito encantada, a la par que el contrario intentaba no derramar su bebida.

- s-si, querida - segundeo titubeante el mayor de los Bakugou, con el menor viéndolos cariñoso.

- ¡maldita bola de pelos, vuelve aquí que todavía aún no te secas! - apareció el rubio cenizo por la puerta persiguiendo al felino escurridizo que se veía húmedo por su reciente baño.

- ¡¡HISSSS!! - bufo irritado el gato mientras amenazaba al más alto con rasguñarle.

- ¡no me hagas esa expresión, estúpido pulgoso! - volvió a gritar Katsuki mientras con una mano intentaba tomar al animal y con la otra, con algunos arañasos, sostenía la toalla que lo estaba secando hasta que se escapó del baño.

Eijirou quien se le veía sorprendido, observaba como Bakugou hijo acercaba despacio su mano hacia rey manchas, mientras esté se escondía debajo de uno de los sofás. De pronto, Kirishima vio como el minino se escabullia del rubio para correr en su dirección, eso lo asustó y por instinto endureció su cuerpo como rostro al pensar que lo rasguñaria al saltar sobre el.

Grande fue su alivio al sentir que rey manchas se abrió paso en su regazo para luego esconderse de su dueño entre su ropa, le recorrió un escalofrío tras las fría sensación de su pelaje recién remojado y limpio, pero al escuchar el ronroneo del gatito bajo su camiseta roja, lo compensó por completo, cautivandolo lo suficiente para no molestarse en sacarlo de ahí. Pocas veces había acariciando un gato, y eso es por que había puros perros en su vecindario y por que ningún gato era tan valiente como para pensar si quiera caminar por ahí, por lo que muy raramente tenía el privilegio de tocar uno sin que se asuste por sus dientes.

- ¡awww, Ei-chan, le agradas! - exclamó la mujer risueña mientras juntaba sus manos.

- es raro verlo tan relajado - soltó el castaño con impresión.

- ¿por que no lo vi por aquí antes? - cuestionó el más bajo haciéndole mimos al felino.

- ¡por este idiota de aquí! - apunto Mitsuki a su hijo y este gruñó dándose la vuelta con los brazos cruzados.

💢❌No esta a discusión❌💢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora