Capítulo IIII

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Desperté un tanto agitada, debido a un sueño muy raro que tuve, es bastante confuso;  en mi sueño, me encontraba con un caballero, bastante atractivo, pero eso no es lo importante. Estábamos los dos juntos en un balcón, se escuchaba cómo en alguna habitación cercana sonaba una linda música clásica, no recuerdo cómo era su rostro, porque se veía un poco borroso, evidentemente, pero lo que si pude observar, que por cierto me llamó la atención, era que tenía unos bellos ojos color chocolate, que, siendo sincera, me cautivaron de inmediato.
BASTA, no puedo pensar en eso ahora,  debo prepararme para el desayuna, además no es tan importante como para invertir mi valioso tiempo pensando en un joven al cual no voy a volver a ver, espero que ni siquiera en mis sueños.

….

Estaba bajando para ir a desayunar, seguía pensando en mi sueño, pero alguien me detuvo, y eso hizo que me sacara de mis pensamientos; era la encargada de administrar el trabajo de las mucamas, ama de llaves etc., la señorita Lola McLain, es una mujer bastante agradable por cierto.

-Eleonor-
-¿Qué sucede?
-El desayuno ya está listo…-
-¿Es solo eso o….?-
-Sí...solo eso- Noté que su expresión no era la mejor y me resultó  extraño.
Seguí bajando las escaleras un poco extrañada, cuando llegué ya estaban todos sentados en sus puestos correspondientes de siempre, me senté junto a Alis, me saludó, y comenzamos  a platicar entre todos.

….

Terminábamos de desayunar cuando vino hacia nosotros una de las sirvientas.

-Señor, ya llegó Monsieur Richard- Le dijo a mi padre-
-¿Quién es?- Pregunté con curiosidad-
Todos me miraron, luego miraron a mi padre, el cual estaba pensando en algo, como si quisiera y a la vez no, responder.
-Es quien hará tu vestido para el baile que organizamos tu padre y yo.- Contestó de repente mi madre
-Pero...¿Qué baile?-
-De el que estuvimos hablando ayer, ¿lo recuerdas?- Dijo Alis.
-Lo recuerdo, pero no sabía que iba a ser aquí!- Digo algo alterada.
-Está todo decidido, los invitados ya esán enterados, así que no queda de otra.-
-Madre, sabes muy bien que esto no es lo que quiero.-
-Eleonor tiene que calmarte, es solo un baile.- Dice mi hermano
-Sii! En el cual tendré que procuparme por verme bien, ser educada, procurar no equivocarme, y eso no es lo que más me procupan, lo que me molesta realmente es que tendré que hacer todas esas cosas con el fin de agradarle a los príncipes de quién sabe dónde para que luego vivamos felices para siempre, pero, yo no quiero conocer a la persona con la que me voy a casar en un futuro de esa manera tan forzada, y mucho menos en un tonto baile!- Grité muy molesta-

Cuando me dí cuenta de todo lo que acababa de decir, ví como todos me miraban atónitos; no me importó arregle de manera exajerada mi vestido y caminé hasta el jardín del Palacio.

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