Desastres - Chloé

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Después de lo sucedido en la habitación de Zoé, los días han transcurrido tranquilos. Voy a clases y tengo problemas con mi madre por aceptar el cargo. Según mi padre está bien porque no podría negarme ante la salvadora, a pesar de que la idolatran le tienen miedo cuando hablan de ella. Es absurdo porque Zoé no lastimaría a nadie.

Habíamos dividido guardias porque debíamos seguir estudiando y mantener el orden en la ciudad, los de la moderna estas últimas semanas nos han dado mucho trabajo no dejan de solicitar ver a Zoé, pero es una opción que por órdenes de Samantha está negada. Claro que tampoco le diría nada a Zoé porque estos fanáticos serían un verdadero peligro. Las personas cuando no tienen un control por su ídolo no se sabe que pueda suceder.

Mi guardia con Zoé tocaba hoy, y aunque pase los días posteriores haciendo lo que ella ordenó en contacto con Thiago y Lauris. Ellos no tenían información de nada, Thiago estaba buscando en registros que ni él mismo sabía que tenían en su poder los cuidadores anteriores y Lauris, bueno la chica se estaba esforzando por congraciarse en la institución con silueta, aunque Samantha no se la pone fácil esa chica tiene un don de caer bien inigualable, estoy segura que ya pronto será súper amiga de Samantha.

Zoé había avanzado mucho, en los paseos a escondidas que teníamos en la playa había practicado tanto que controlaba más sus habilidades, aunque de cierta manera no había podido repetir lo que hizo ese día con Aurelio y menos lo que hizo con los chicos, la frustraba mucho, pero su avance era más que evidente.

Hoy no tenía clases y ya debía irme a casa de Zoé, así que termine de arreglarme y baje a desayunar. Como siempre la casa sola para mí. Ni porque esta Zoé aquí podemos ser una familia normal.

—¡Chloé! —gritó Alejandra desde la puerta principal.

Camine a abrirle, Alejandra que desde que sucedió lo de aquel día en la fiesta de mi padre no la había vuelto a ver.

—Hola —le dije cuando abro. Pero su expresión era como si no hubiera dormido en días y tengo claro que esa no es una cualidad que se le dé con facilidad, de hecho no la veía así desde lo sucedido con el desastre en la ciudad.

—Hola, ¿puedo pasar? —preguntó y yo asiento mientras cierro la puerta— ¿Tienes algo de tiempo? —preguntó.

—Claro, ven a la cocina iba a desayunar. —Sonrió y ella me sigue.

—Ya no puedo con esto Chloé, quiero que sepas que te amo, pero debes alejarte de Zoé no quiero salgas lastimada —soltó de pronto.

—Sabes que no la dejaré, además no saldré lastimada, ella es diferente a todas las personas que conozco, nunca había conocido a alguien con tanta bondad como ella —respondo mientras me sirvo un sándwich, pero el semblante de Alejandra era de preocupación.

—No puedo hablar, estaría firmando mi muerte. Solo por una vez en tu vida escúchame y aléjate de Zoé —dijo saliendo de mi casa corriendo.

—Espera —le grité, pero ella no volvió y aunque corrí detrás de ella era como si se hubiese desvanecido.

Volví a la cocina y no entendí que sucedía con ella, ¿por qué estaba así?, intente llamarla y no me atendió. Era inútil buscarla en la institución y además hoy tenía guardia, así que la buscaría mañana y sabría de qué estaba hablando cuando me dijo eso.

Ver a Zoé era sentir paz, pensé un momento contarle lo que había pasado con Alejandra, pero lo vi innecesario hasta no saber qué pasaba no tenía por qué preocuparla. Además, hoy era mi día de besos con ella, cada vez que estaba de guardia aprovechaba para hacerlo. Me estaba volviendo adicta a ella y sé que a Zoé le pasaba lo mismo. Pero Lauris siempre nos va a importunar es como su segundo don. Nos dijo lo de Thiago y nos pusimos en marcha, solo que la voz al otro lado del comunicador no era de él y estaba segura de que era Eterno Gobernante. Me imaginé lo peor y más porque Zoé estaba con nosotros, Lauris en segundos se volvió un mar de lágrimas.

Tú y Yo a través del tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora