¿MATERNIDAD?

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Lilith se avía pasado horas acostada en su cama, ni siquiera se avía levantado para darle una mirada a aquel ser que avía dado a luz, se sentía cansada y con miedo, jamás avía tenido la necesidad de cuidar de alguien que no fuera ella misma, pero aquel pequeño bebé de rojas mejillas lloraba por algo de atención, no entendía porque tardaba en crecer, cualquier sucubo he incubo ya sería un adulto prácticamente pero este no, ¿Acaso se negaba a hacerlo?, eso era algo absurdo;
La puerta de la habitación se abrió y unos pasos fuertes se acercaban, específicamente a la cuna dónde lloraba el pequeño ser, el llanto cesó dejando pequeños sollozos en su camino, un peso en la cama la hizo dar un pequeño brinco, giro su rostro para ver fijamente a su esposo, aquel ángel que le tendió la mano cuando nadie más lo hacía, aquel que le mostró que cualquier lugar puede ser un hogar si te das la oportunidad,

— Lilith no puedes seguir así, ya han pasado varias horas y lo único que ha ocurrido es que Charlotte se lastime la garganta de tanto llorar — dijo el ángel caído mientras acunaba a la bebé entre sus brazos

Lilith apretó sus labios en una línea recta y se sentó sobre la cama, miro el pequeño bulto de suave tela roja en los brazos de Lucifer, tenía nervios, ¡Por su esposo, no se sentía así desde que fue consiente de su desnudes frente a Adán! pero ahora era muy diferente, no se sentía capacitada y creía que si la tomaba entre sus manos la apretaría muy fuerte o al contrario se le caería de ellas, dudo por un largo rato, Lucifer miraba a su esposa con ternura pues pocas eran las cosas que sacaban a flote ese lado de ella, tomando él la iniciativa acercó a la bebé al regazo de su madre, acomodo los brazos de ella en la posición correcta y solo espero poniendo sus manos debajo del bebé cómo apollo,

Lilith tembló un poco, sus palmas de la mano cosquilleaban por la cálida sensación, la bebé se removió liberando una de sus manos y agarrando la tela de su pijama, la miro por primera vez con suma atención, sus mejillas eran muy rojas y rastros de lágrimas las atravesaban, su nariz era de un color negro al igual que sus labios, no avía duda que era la viva imagen de su padre, pero su color de cabello era como el suyo, se sintió con más confianza y la tomo con más fuerza acercandola a su pecho, era tan pequeña entre sus brazos, nunca avía sentido algo tan cálido y su aroma era distinto a cualquier otro, juraría que no avía existido tal aroma hasta ese momento, sonrió con mayor seguridad y se dió el lujo de besar su frente

— Felicidades, ahora te doy la bienvenida a la maternidad — dijo Lucifer con una gran sonrisa

— ¿Maternidad? — repitió con duda, esa palabra le ocasionaba un cosquilleo en el estómago y hacía que su corazón latiera con rapidez

— así es, y por los cuidados, alguienas vendrá para ayudarte con Charlotte — dijo levantándose de la cama

— Charlotte — pronunció con algo de incomodidad ese nombre

— si, nesecitaba un nombre así que una de las criadas me dió la idea — dijo como si no tuviera importancia pero a Lilith si que le importaba

Su indecisión ocasionó eso, a ella le hubiera gustado ponerle el nombre a su propio bebé, pero ahora ya no podía hacer nada pues el mismo Lucifer avía anunciado ya su nacimiento con aquel nombre, a cualquier principado del infierno

— las dejaré para que descansen, —dijo dandole un beso en la frente a su esposa y salió de la habitación,

Lilith miro a su hija con total ternura, se sentía tan bien que juraría estar en un paraíso, uno que ella creo,

— hola,...— dudo en como llamarla, no quería llamarla de esa manera tan formal así que se fue por lo sencillo — Charlie —susurro cerca de ella, está le sonrió mientras trataba de alcanzar su rostro — Charlie, Charlie, Charlie — repetía para hacer sonreír a su hija, — yo siempre estaré para ti Charlie, mamá siempre estará ahí sin importar lo que piensen y digan los demás, así que sigue tus sueños — acaricio su rostro, no savia de dónde avían salido esas palabras pero se sentía bien y sabía que no dudaría en cumplirlas.

Pese a cualquier duda que asaltará a su mente, y pese a los miedos Lilith no se echaba atrás, siempre cuidando de su pequeña a cualquier costo, Charlie avía creído si, pero a un ritmo más lente que el de cualquier demonio nacido en el infierno, Lilith avía  experimentaba distintas facetas de Charlie que con el tiempo iban cambiando, desde sueños lindos como pesadillas, noches enteras en las que la pequeña princesa necesitaba de ella, los paseos y regalos sorpresa en cada año solo lograban llenar un espacio en su ser que parecía nunca estarlo, nunca se detuvo a pensar cuántos besos y abrazos daba y recibía, para ella eran únicos, los momentos más duros  llegaron cuando uno de los tantos sueños de su pequeña cobraba más fuerza, pese a su apoyo savia que Charlie buscaba igualmente la aprobación de su padre, fueron días largos en los que Charlie solo se encerraba a planear su proyecto tratando inútilmente de convencer a su padre, días en los que ella no se apartaba de su lado, cantándole y arrullandola con aquel amor que en todos esos años solo crécio,

El día que puso final a esas discusiones fue el día que Lucifer la obligó a aceptar un matrimonio que ella no quería, siendo su madre savia cuando alguien dañaba a su hija y tampoco estaba tan complacida con la decisión del rey, Charlie no lo aceptaría así que con algunas de sus cosas se aventuró a salir del palacio, ella no quería eso, quería que su hija se quedará pero eso la lastimaria más a ella, no soportaría ver la tristeza en los ojos de Charlie así que le ofreció un viejo edificio para continuar con su sueño y dónde ella sabía que estaba segura, después de eso Lilith tampoco soporto estar en aquel palacio así que también tomó algunas de sus cosas y se enfoco en sus giras musicales por todo el infierno, en una de esas tantas avía recibido una llamada de su hija, no se le hacía extraño ya que siempre era para saludar aunque en la mayoría de veces era por mensaje, puso en alta voz el teléfono y escucho el mensaje de voz

"¡Hola mamá!,  ahm..se que puedo llamarte y que debes estar ocupada,

Muy ocupada..., pero ahm la entrevista no salió bien y ah.. no sé si pueda hacer la diferencia ..."

La voz de su hija sonaba triste y savia bien que estaba llorando aunque tratará de arreglarlo con algún tono alegre

" Y la verdad no sé que estoy haciendo.. y me gustaría un consejo mamá...

Yo creo que papá tenía razón sobre mi.
Ah... Cómo sea dejaré de hablar antes de que me alargue te amo.. adiós"

Sabía bien que  cada espacio entre cada palabra se devia a algún pequeño sollozo que trataba de ocultar y que el que mencionara a su padre la hacía sentis mal, su pecho se apretaba, quería estar con ella y abrazarla, darle ánimos para que se olvidara de eso y sonriera, trato de devolver la llamada pero era ella quien ahora no contestaba el celular, un demonio se acercó a ella para avisarle de su próxima salida a escena, más tarde volvería a llamar o tal vez iría al hotel, no avía visto el reportaje pero ya savia bien  con quién descargar su furia en esa televisora, claro sin que Charlie se enterara;

Porque eso es lo que hace una madre, cuida de sus pequeños incluso a escondidas de ellos, siempre en la posición de hacer lo incorrecto por las razones correctas, pero para una madre todo es correcto si acegura el bienestar de sus hijos aunque estos se equivoquen, y ellas siempre estarán ahí, porque eso es la maternidad.

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Hola, y feliz día a todas las mamás que trajeron al mundo a tantos escritores y creadores de fics e historias, 💞 porque detrás de cada ser hay una mujer dispuesta a darlo todo, cada una a su modo.

Espero y les haya gustado, dejen su comentario y una estreshita ⭐, saludos abrazos y hasta luego,chao.


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