Mientras la luz de la luna se filtra por la ventana de su cuarto, mira fijamente hacia el cielo estrellado. Su mirada perdida se comienza a nublar. ¿Es normal sentir este vacío en su corazón? ¿Es normal todas las noches tener su cabeza hecha un lio? Se pregunta mientras las lágrimas comienzan a bajar por sus mejillas. No comprende todos esos sentimientos que de repente oprime su corazón. Lleva su mano a su pecho dejando salir un sollozo. Sigue siendo difícil fingir que todo estaba bien, pero nadie se daba cuenta de su silencioso sufrimiento.
¿Dónde está mi ángel?
Al final del día
Que alguien venga a salvarme, por favor
El suspiro de un día agotador
Cualquiera podría decir que él estaba bien. Por las mañanas reía junto a sus padres mientras desayunaban, peleaba con sus hermanos y aquel sonido se repetía por las tardes junto a sus amigos. Ellos lo veían bromeando y sonriendo cuando conversaban, era considerado el chico gracioso pero estaba más alejado de su realidad.
Mientras por las mañanas su sonrisa adornaba su rostro, por las noches frente al espejo las espesas lágrimas lo cubrían por completo. Sollozos desgarradores que silenció durante todas las noches que los pensamientos lo abrumaban. En muchas ocasiones quiso pedir ayuda a sus padres pero no podía preocuparlos con sus banalidades. Quiso acudir a sus amigos pero no comprendía el sentido de sus palabras.
Se sentía solo.
Creo que todo el mundo está feliz
¿Puedes mirarme? Porque estoy azul y gris
El significado de las lágrimas reflejadas en el espejo
Ocultadas con una sonrisa, mis colores, azul y gris
Nunca supo cuando comenzó a sentirse así. De pequeño le gustaba jugar, correr y reír, sus amigos lo eran todo para él pero cuando el cambio de ciudad llegó se comenzó a caer. No se podía adaptar, los niños de su edad solían ser crueles, él solo quería hacer amigos pero nadie quería ser amigo de él.
Muchas personas pasaron por su vida, nadie se quedó a su lado mientras crecía. Fue ahí cuando los pensamientos invadieron su mente, cuando la soledad se hizo un espacio en su vida y la oscuridad comenzó a cubrir su corazón.
Tenía solo 12 años cuando los primeros pensamientos suicidas llegaron a su mente, cuando la oscuridad se hizo más fuerte que la luz. La ansiedad se hizo presente haciendo que comenzara a aislarse.
Pero él no quería ceder a estos pensamientos y fue ahí cuando los medicamentos llegaron a su vida, las pastillas que plasmaban una sonrisa en su rostro, aunque fuera sólo fingida, estaba bien.
No sé dónde salió mal
Desde niño, tengo una signo de pregunta azul en la cabeza
Quizás por eso vivo tan intensamente
Pero cuando miro hacia atrás, estoy parado solo aquí
Esa sombra oscura que me traga
Y aún así, el signo de pregunta azul
¿Será ansiedad o depresión?
¿Cómo puedo tener tantos arrepentimientos?
O quizás yo haya nacido de la soledad
No lo sé todavía, azul oscuro
Espero que ella no me consuma, encontraré una salida
