"La luna aclama nuestra unión al ver tan bello y adorable momento„
Una florista, que a simple vista tiene una vida sencilla y despreocupada pues siempre muestra una sonrisa, tan linda y cálida que parece no perjudicarse ni por el más grande problema, pero allí se equivocaban, la muchacha vivía apenada por cómo ella llevaba las cosas, adoraba la escuela y nadie la molestaba pero ese no era el caso, si no por una cliente en particular que compraba las mismas flores todos los días sin falta y no se animaba a pedirle su número.
Siempre se preguntaba a quien se las daba, aunque tenía cierta envidia o tal vez celos, se había sentido tan extraña que ya no sabe como formar una oración sin que sus palabras no salieran en desorden total de su boca, vaya desastre el que se había vuelto.
La florista como siempre, sonreía, la campanilla del local sonó haciéndola brincar en su sitio, ¿será ella? Se levantó de inmediato dándose un golpe en la cabeza con el mostrador, en serio estaba emocionada por verla pero había hecho una torpeza al querer pararse en seguida.
La chica, linda y delicada cual pétalo de flor en nacimiento, trata de no reírse de la escena y sólo se dispone a acercarse a la recepcionista con preocupación.
—¿Te encuentras bien? - preguntó -
La muchacha se congela en su lugar, no sabe si saludar o gritar y no entendía porque quería hacer lo último.
—Ah uh...hola - sonríe nerviosa -
—¿Cómo está tu cabeza?
Fueron las palabras claves para el comienzo de un desastre total en el cerebro de la florista.
—¿Amity? - preguntó viendo su gafete en el delantal -
Que su nombre haya salido de los labios de esa chica hacía que su corazón empezara a correr como en un maratón, su pálido rostro mostró un ligero color rosa en sus mejillas, siendo la vista perfecta para la clienta al otro lado del mostrador.
—¿Las mismas de siempre? - preguntó con una sonrisa tímida -
La chica asiente sonriente.
Al darse vuelta, la florista no lo nota, no logra ver lo que la chica hace o muestra, en su rostro canela se asoma un rubor insoportable para ella, respira hondo tratando de aliviarse pero eso parece acelerar su pulso, demonios, debía controlarse.
—Aquí están, un pequeño ramo de gardenias
—Muchas gracias - dijo pasándole el dinero -
Recibió su cambio guardándolo en el bolsillo de su abrigo, se despidió de la florista y salió de la tienda haciendo sonar la campanilla.
Desde el ventanal pudo apreciar a una chica de anteojos quien sonreía vivamente a la joven que acababa de salir del local, si, realmente tenía ciertos celos.
🌹
Alistó sus cosas apresurándose para no llegar tarde a la escuela, era su segundo año y no quería arruinarlo con tardanzas, además, estaba emocionada por la clase de arte, al fin la profesora había dejado la clase teórica y comenzaría con la práctica, era momento de pintar uno que otro cuadro.
—El pincel es su amigo, confíen en él - habló la profesora -
Y en su celular, colocó una melodía relajante que permitió que sus estudiantes se dejaran llevar por la paz y su imaginación.
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Flores de Amor -OneShot [Lumity AU]
Fanfiction¿Quién dijo las flores pasaron de moda? » Pedido por Mafer_Noceda » Crédito de personajes a Dana Terrace