Tony Stark queda destrozado tras el abandono de Steve después de la Civil War.
Su recuerdo le atormenta día y noche, desesperado por volver a recuperarle, cuando un tímido y alegre muchacho, reclutado un mes antes para la pelea en Alemania, reaparec...
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El público gritó, asombrado, pero ni Peter ni Harry celebraron la peligrosa aparición.
El hombre soltó una carcajada, que retumbó en el lugar sin necesidad de micrófonos.
—Peter...—le dijo Harry mientras se levantaban—. La red neuronal. Está afectando a su cerebro. Está fuera de sí.
—Ya lo veo—se temió, y se acercó a su jefe, mirándolo desde abajo—. ¡Baja de ahí, Doc!
—¡Ni hablar!—El hombre echó la cabeza hacia atrás, profiriendo otra risa malévola—. ¿Acaso no ves que estamos causando sensación?
—¡Claro!—le gritó Harry, sarcástico—. ¡Destrozando el escenario! ¡Baja antes de que tengamos que pagar todo esto!
Se lanzó contra uno de los tentáculos, con la intención de escalarlo, pero Otto usó la zarpa de otro de ellos para rodear su cuerpo y levantarlo en el aire.
—No deberías interponerte, Osborn—le dijo, perdiendo todo atisbo de alegría y mirándole de una forma que erizó el vello de Peter—. Estoy harto de que tu familia interrumpa mi éxito.
—¡Estás perdiendo el juicio!—le dijo este, sin dejarse amedrentar—. ¡La red neuronal te está dañando el cerebro! ¡Te dijimos que aún no estaba listo!
—¡Claro que está listo!—le contradijo—. Ahora me siento más poderoso que nunca.
Dejó caer a Harry, desde unos tres metros, contra el suelo.
Entonces, algo impactó contra la cabeza de Osborn. Una lata de Coca Cola vacía.
—¡Con mi amigo no te metas, hijo de puta!
Era MJ, que acababa de saltar al escenario para enfrentarse a pelo con él.
Peter palideció.
—¡MJ, NO!
Corrió hacia ella y la agarró para alejarla del monstruo.
—¡Suéltame, Peter!—Pataleó—. ¡Voy a meterle los tentáculos por el culo a Totoro!
El cuerpo de seguridad se desplegó, finalmente, viendo que la escena no formaba parte de la presentación.
Sin embargo, Octavius consiguió derribarlos a todos y abandonar el escenario, dirigiéndose hacia la zona VIP del recinto.
—¡¿DÓNDE ESTÁS, NORMAN?!—gritaba mientras daba largas zancadas—. ¡VAMOS A VER QUIÉN ES EL PERDEDOR AHORA!
Gracias a Dios que traje el activador—se dijo mentalmente Peter, que salió corriendo del escenario.
Debía llegar a la zona de su camerino, sorteando a la multitud, que corría ahora dispersa por el recinto, hacerse con el activador, convertirse en Spider-Man y pillar a Octavius antes de que cometiese una locura contra Norman.
