"Cómo si en uno solo nos hubiésemos convertido, diste a luz a nuestro bello hijo."
Han pasado eso de ocho meses desde que la chica de los cabellos rubios le dio la impactante noticia de su heredero a su novio. Ambos esperaban con ansias al nuevo miembro de su familia. En medio de decidir el nombre, hacer los preparativos y demás tareas. Sin que si quiera fuese perceptible para los jóvenes padres, habían ya transcurridos casi los nueve largos meses que eran necesarios para el periodo del gestación de su hijo. En medio de la noche, las contracciones de Elaine comenzaron causándole gran agonía. Agonía que a pesar de ser agobiante se mezcló con la inmensa felicidad de traer al mundo un hijo. Un fruto del dulce amor que existe y que siempre existirá entre ambos.
Las enfermeras, sirvientas y todo que habitase dentro de las ese enorme y extenso conjunto de cuatro paredes que conformaban el gran castillo del ya rey de Benwick; Estaban centrados en el nacimiento del primer hibrido. Fruto de una unión sin precedentes que a pesar de lo mal visto de esta por el hecho de estar prohibida, era para todo aquel que conociese la historia de ambos, una prueba de la existencia del amor verdadero en este mundo lleno de oscuridad.
El parto fue regularmente más complicado de lo usual. Sin embargo, y en contra de todo pronostico y expectativa, Elaine dio a luz saliendo casi ilesa del parto. Por fin, entre sus propios brazos tenía a su bello hijo. Un pequeño de unos ojos escarlata brillantes, tal cómo los más finos rubís. Cabellos tan bellos cómo el mismo oro. Ella miraba a los ojos de ese nuevo ser, ser que sin lugar a dudas era el más bello milagro de la vida.
Alguna horas más tarde Elaine se recuperaba del dificultoso parto en su lecho, en compañía de su amado y de su hijo. Las enfermeras iban y volvían sin parar por todo el inmenso castillo en busca de todo lo que pudiese necesitar la reina de Benwick. Comida, bebida y demás. Mientras tanto Elaine amantaba a su nuevo heredero quien al parecer había llegado a este mundo con un apetito inmenso. Too parecía marchar bien. Hasta que en medio de la tarde uno de los vigías de la fortaleza vio un inmenso grupo de caballeros hada que venían desde las montañas armados a más no poder, listos para el combate más sangriento de sus vidas. Dicho sujeto fue a alertar a la pareja de monarcas lo más rápido que pudo. Pues al ritmo al que marchaban los soldados estarían en cuestión de minutos frente al castillo. Y ni siquiera el aceite hirviendo sería capaz de apagar su ira.
Ban nada más escuchar la terrible notica supo que no podría solo contra ellos, el vigía según sus agudos ojos le permitían había conseguido contar eso de dos mil soldados. Él, ya sabiendo que destino le esperaba miró a la única mujer que conquistó su corazón, la miró a los ojos intentando no derramar ni una lágrima. Bien sabía que podía estarla mirando, por última vez.
La besó y dejando escapar unas cuantas lágrimas pido a los sirvientes que le trajesen su espada. Espada que antes había pertenecido a su padre, Zhivago. Que a pesar de ser un caballero humano, crió a Ban cómo su propio hijo aún sabiendo lo que era. Pasados unos cinco minutos los sirvientes llevaron a Elaine y a su heredo a un refugio secreto. Mientras Ban se paraba firme a la espera de sus enemigos, él estaba dispuesto a inclusive morir por proteger a la mujer que amaba con todo la su alma.
Fue un combate tanto rápido cómo voraz, al fin del mismo. Toda la fortaleza se caía a pedazos y para la sorpresa de los sobrevivientes, Ban estaba en pie, medianamente herido rodeado de un autentico valle de la muerte. Él volvió su mirada al castillo y fue lo más rápido que pudo a buscar a su amada. Ella salió de un grupo de escombros con dificultad y corrió hacía Ban para abrazarlo. Ambos, tanto ella cómo su bebé estaban bien. Ilesos y alegres de estar unidos de nuevo.
Fin.
Espero este capítulo haya sido de su agrado. Nos vemos en el siguiente.
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Forever.
Storie d'amoreBan es un vampiro de varios millones de años de edad e Elaine es una joven princesa hada que mientras visita el bosque de las afueras del reino se topa con él, quien pese a parecer cualquier humano común, devela su verdadero origen a causa de su inm...