Amor Entre Cazadores (Lady María x Lector)

Luna Roja sobre Yahar'gul.

Hacías varios cortes al aire con la Rakuyo, frenaste los cortes cuando rozaste uno de los cabellos de Lady María.

- Nada mal Novato, pero la próxima ataca para otro lado, por poco tengo una nueva cicatriz. - dijo María señalando su frente.

- Sí, lo tengo claro.

- Inténtalo de nuevo.

María se puso al lado tuyo y preparaste la Rakuyo para separarla convirtiéndola en espadas duales, una sonrisa se formó en el rostro de la cazadora y procediste a hacer algunos cortes diagonales para rematar con un golpe final vertical descendiente.

- No está mal.

- ¿De verdad? - preguntaste incrédulo.

- Así es, lo hiciste bien, hazlo de nuevo.

- Entendido.

Uniste la Rakuyo devolviéndola a su estado de espada de doble hoja. Imitaste la pose de combate de María e hiciste los mismos ataques que ella hacía logrando hacer varios cortes al aire y terminar con un corte ascendiente. Jadeaste algo cansado y lentamente empezabas a recuperar el aliento.

- Bien hecho, te falta bastante para dominarla pero vamos bien.

-.... Gracias.

María rodeó tu cuello con sus brazos, miraste algo asustado a la mujer y ella te quitó el casco pero te calmaste al sentir los labios de la cazadora presionando con los tuyos, cerraste los ojos y la abrazaste. Pasaron unos momentos y ambos separaron sus labios.

- ¿Porque hiciste eso? - preguntaste.

- Lo hice porque yo te a.....

- ¿Interrumpo algo? - preguntó el anciano apareciendo de la nada.

Inmediatamente te separaste de María y te pusiste de vuelta el casco. Mientras que la mujer miró a Gehrman aún sorprendida por su repentina aparición.

- Gehrman, ¿Que te trae aquí?

- Aquí vengo a relajarme, es el lugar más tranquilo en el Sueño del Cazador. - respondió Gehrman.

- Pero no tienes las llaves, ¿Como es que entraste? - reprochó la mujer.

- Tengo una de respaldo. - respondió Gehrman a secas.

María iba a protestar de vuelta pero guardó silencio. Gehrman miró a los dos cazadores y suspiró.

- Tienen que ir a Yahar'gul, hay noticias de algunos secuestros y de bastantes seres extraños rondando por ahí, vayan y descubran que es lo que pasa.

Asentiste como respuesta al igual que la mujer y ambos se despidieron de Gehrman para ir a una de las tumbas y desaparecer unos segundos después.

- ¿Quien trajo ese cuervo? - preguntó el Cazador mirando a Rayi.

- Creo que lo hizo el buen cazador. - respondió la Muñeca.

...

Apareciste junto a María en un raro altar, te diste la vuelta y viste a una gigantesca Amygdala. Alzaste la Rakuyo para atacar pero el ser no atacaba por lo que bajaste la espada y pasaste por debajo del ser por una gran puerta. Unos hombres aparecieron y los decapitaste con la Rakuyo no sin antes tambalearte y por poco caer al suelo si no hubiera sido por qué la mujer evitó tu caída.

- Gracias María.

- De nada, ten cuidado la próxima.

- Sí.

Viste unas escaleras, largaste un suspiro y las bajaste pasando por un camino llegando a una lámpara. Unos pasos se oyeron pero cesaron al momento que escuchaste un filo atravesar algo. Te diste la vuelta y María ya había asesinado a un hombre que estaba por atacarte por la espalda.