Not even a hope of love©

capítulo 4

Un día antes del viaje.

Estoy haciendo las maletas, puse tutoriales en YouTube para organizar mis cosas lo cual sé que no va a servir para nada porqué cuándo no encontraré la ropa todo lo voy a desorganizar como siempre.

En eso mi mamá abre la puerta de mi cuarto y dice que se siente mal por lo cual se va a ir al hospital.

La última vez que le oí decir que se iba a al hospital terminé cuidando yo sola a cargo de mi demonio favorito, Alejandro (mi ñaño) por varios días aunque a mi mamá le operaron ese semana si llego a día de las madres de mi colegio si lo se soy muy grande para que vaya mi mamá pero cuando era pequeña mi mamá trabajaba mucho por lo tanto no podía estar mucho tiempo en eventos como esos pero eso si casi siempre estaba allí para mi aún que sea un ratito, pero ahora que soy grande y estoy estudiando en la tarde ahora si puede ir a todos los eventos irónico pero para mí ñaño que está empezando su infancia es de lo mejor que nuestra madre pueda ir a ese tipo de eventos solo por él.

Cuando mi madre cerró la puerta yo estaba resignada a que me a pasar lo de la anterior noche que me quede cuidando a mi demonio favorito.

Mi mamá llego con su esposo su (Saul) un poco tarde pero llegaron mi mamá me dijo que se sentía mejor porqué le pusieron una inyección.

Cuando terminé de arreglar las maletas me acosté en mi cama y me puse a pensar que aventuras me esperan en los Estados Unidos.

El día del viaje.

Todos estábamos nerviosos por el viaje, intentábamos resolver los últimos detalles del viaje.

Cuando llegamos al aeropuerto temimos llegar atrasados pero no fue así mi vuelo para salir de Quito me puso sentimental iba a dejar a mi ciudad por 16 día pero ojalá que no sea para siempre la extrañaría mucho.

Hicimos escala en Guayaquil aun dentro de Ecuador baje del avión camine para hacer los trámites de inmigración junto a los demás  los pasajeros ahí en ese instante lo vi era tan perfecto en todo sentido solo lo vi , por un instante pensé que sus ojos color miel me derretían con si mirada además de su cabello tan perfectamente rubio que en el mundo sólo estábamos el perfecto chico desconocido y yo.