Más Que Amigos || KookMin [Drabble]

Más Que Amigos

MoonTalk_Team

Número de palabras: 898

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POV Jungkook:

Amarle nunca me dolió como si estuvieran clavándome tres dagas en mi corazón.

Sí, pero no porque él fuera la persona incorrecta, sino porque él solamente me veía como su mejor amigo. Me enamoré de él poco a poco sin dame cuenta de estar cayendo en ese sentimiento, siendo encantado por su belleza atrapante y su personalidad carismática. Él era tremendamente atractivo con su mirada adorable, su nariz diminuta y sus labios carnosos. Su cuerpo era sensual y curvilíneo.

Sin embargo, era su personalidad el más fuerte motivo de este enamoramiento tan profundo.

Me encanta su sentido del humor conmigo, su sonrisa sincera en cada día, su fuerza para enfrentarse a los problemas de la vida. Amo todas sus cualidades y sus defectos. Cada latido de mi tonto corazón le pertenece a él.

Mientras mi mirada estaba sobre su bonito rostro, mis labios tocaron el borde del vaso de cristal que contenía café irlandés. Mi paladar disfrutó del sabor del whisky con crema batida. Ese era el tipo de café favorito de Jimin.

Él estaba conversando alegremente con su primo, mostrando esa sonrisa intensamente brillante en medio del tumulto de gente bailando y bebiendo. Estábamos en la fiesta de cumpleaños de Taehyung, su adorado primo. Todos nuestros amigos y compañeros disfrutaban de la fiesta, ya sea bebiendo alcohol, bailando canciones pop o conversando con sus grupos de amigos. Aquella luz brillante de la bola de espejos colgando del techo nos iluminaba a todos, pero no brillaba más que la dulce sonrisa de Jimin. Yo estaba en el sector del bar, sentado en el taburete y apoyado de espaldas en la barra.

Al parecer, no supe ser disimulado con mi admiración enamorada, porque Taehyung se percató de mi mirada, haciéndome sentir in fraganti. Vi a Taehyung inclinarse hacia Jimin para hablarle en el oído. Entonces, fue cuando la mirada de Jimin trastabilló entre las personas hasta lograr encontrarse conmigo.

Observé sus labios ampliarse en su adorable sonrisa, pero su mirada estaba llena de puro reproche, teniendo motivos para mirarme de esa manera. Había estado ignorando sus mensajes y sus llamadas durante la última semana, pues recién me había dado cuenta de cuán enamorado estaba de mi mejor amigo.

Jimin se despidió de Taehyung y se hizo paso entre la gente para cruzar la pista hasta llegar a mí. Ante su expresión corporal tan segura y tan seductora, tragué saliva duramente y bebí la cantidad restante de mi bebida. Cuando llegó a mí, le sonreí con cariño inocente.

—Hola, Koo —dijo, cruzando sus brazos y mirándome fijamente con reproche—. ¿Puedo saber por qué me estuviste ignorando en toda la semana?

Ante su acusación certera, me sentí acorralado en la vergüenza. No sabía qué o cómo responderle sin querer lanzar de mis labios mi confesión de amor. Ya no soportaba el sentimiento de mi corazón, porque ese amor me enloquecía. Ya no podía ocultar más mi enamoramiento intenso, haciendo crecer la fortuna de emociones en mi alma por la dicha obsequiada de la existencia de Jimin.

A veces, se me olvidaba que era solamente su mejor amigo, siendo su confidente de sus penas y sus alegrías. Yo procuraba ser sincero con él, pero le mentía con respecto a mis sentimientos amorosos desde hace tiempo. Soy quien conocía todos sus secretos y sus más nobles sentimientos.

Cada noche soñaba con él, imaginándome su amor. Cada mañana recordaba su sonrisa, pero me golpeaba la realidad de ser solamente el guardián de sus sueños. Yo sanaba cada herida suya, siendo el diario de cada capítulo de su vida.

Él no se imaginaba este amor.

Muriendo en silencio sin poder hablar, me clavaba el dolor de ser solamente su amigo. Quería conquistarle el corazón y decirle cuánto lo amo, pero era muy difícil por el temor de no ser correspondido.

Si le confesaba mi amor, sabría la respuesta, ya sea perdiendo o ganando.

Entonces, decidí arriesgarme.

—Koo, ¿estás bien? —preguntó con voz dulce, sacándome de mi ensoñación.

—¿Podemos hablar a solas? —le pedí—. Quisiera contarte algo.

—Claro, no hay problema. Vamos afuera.

Asentí estando de acuerdo, dejando mi vaso en la barra. Jimin se dio la vuelta y yo le seguí. Ambos caminamos entre las demás personas, hasta llegar afuera. Observé el cielo pintado de estrellas brillantes, comparándolas con las pupilas de Jimin.

Entonces, me puse frente a él, tomando toda la valentía necesaria.

—Mimi, yo debo confesarte mi secreto.

Adorablemente su ceño se frunció con confusión.

—¿Qué secreto, Koo?

—Hoy no hay más luna que como tú me alumbre más. Aquel secreto solamente quiero compartir con esos ojos que le han dado luz a mi vivir. Mimi, estoy perdidamente enamorado de ti —le confesé, temeroso de su respuesta en cada pedazo de mi alma—. Ya no puedo ocultar este amor, porque me encantas y me enloqueces.

Jimin se quedó aturdido y parpadeó seguidamente, tratando de asimilar la noticia.

—¿Me a…amas? —interrogó, tartamudeando.

—Sí. Yo quiero ser más que tu amigo, Mimi.

Al no obtener respuesta de su parte, la probabilidad de ser rechazado punzaba en mi corazón, pero sus labios se extendieron en esa sonrisa verdadera y alegre. Cuando se abalanzó sobre mí, le sostuve de su cintura.

—Maldita sea, yo te amo desde hace mucho tiempo, Koo.

Ante la confesión, exploté de felicidad. Aquella noche nos besamos bajo esa noche romántica, dándole inicio a esa historia de amor.

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