~Mundos Distintos Mismo Sentimiento~ [Jotakak]

✩ Walk like an Egyptian

Tenues gemidos y quejidos empezaba a inundar el lugar.

- Jotaro...mmm... - era su querido pelirrojo, abrazando su cuello.

Ambos estaban sentados en la amplia cama, uno frente al otro, logrando que ambos se pudieran abrazar y besar cuanto qusieran,

El sólo vestía con sus boxers, mientras que le pelirrojo con una larga playera blanca.

Kakyoin teniendo a su disposición el bien trabajado torso del moreno, podía aferrarse a él y apoyándose en el para moverse. Su cadera se mecía hacia delante y atrás o en ocasiones en círculos, sintiendo algo duro debajo del él, rozando su parte más intima.

Acariciaba de manera delicada los músculos de los brazos y espalda de su amado, delineando con sus dedos una y otra vez aquella marca de nacimiento en forma de estrella, depositando un tierno beso en ella.

Por parte de Jotaro, sus manos viajaban por el cabello del ojivioleta, enredando su mano en esos suaves hilos rojos. Descendió poco a poco para lograr meter sus manos por debajo de la playera blanca, para llegar a lo alto de la espalda del chico e ir de vuelta, bajando poco a poco; sin dudas ese chico era como la más fina ceda.

Su camino se detuvo hasta toparse con el resorte de los boxers del pelirrojo, poco le importo por que prefirió tomar con ambas manos los glúteos, apretándolos sobre la tela de la prenda de forma gustosa.

Sentía como el miembro duro de su acompañante le rosaba su torso. En ese momento Noriaki, se separó levemente, para mirar a los ojos verdes del rudo chico. Besando nuevamente sus labios, quedando unidos por un delgado hilo de saliva.

Jotaro puedo ver la inocencia mezclada con el placer en esos ojos amatistas.

- Jotaro...m-más - suplico en jadeo, aferrando su agarre mientras se movía con más velocidad.

- Lo que tu digas cariño - con su cuerpo empujó al menor, dejándolo debajo del él.

- Jo...Jotaro...por favor - acaricio lentamente el torso desnudo del moreno, provocándolo.

Quería llegar aun más lejos.

- JoJo - escucho su voz - Jotaro - la volvió a escuchar, pero un poco más fuerte

- ¡Joraro! Despierta, se nos hará tarde - el llamado lo hizo salir de esa fantasía producida por su propio subconsciente.

Ya había amanecido.

A su lado estaba su pareja, esperando a que se levantara. Ya estaba cambiado y listo para la salida de ese día.

Se trato de sentar en la cama, pero en el proceso, las sábanas se deslizaron para caer a un costado de la cama, revelando el "pequeño" problema que tenía entre las piernas.

Sin querer el pelirrojo vio aquello, por lo que desvío la miraba aún con las mejillas rojas.

- Yo...eh... te espero abajo en la recepción...en lo que tú haces tus...cosas - dicho esto sólo tomó unas cuantas de sus cosas y salió de la habitación, avergonzado de haber presenciado aquello.