LA DEBILIDAD DE TODO SUPERVILLANO

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Es difícil imaginar que entre miles de escombros y las flamantes llamas consumiendo con gran terror la ciudad, se encuentre un único responsable de tal masacre. Gritos son escuchados entre personas que agonizan con tal horror, y la sangre derramada de todos aquellos superhéroes se vuelve un deleite para demostrar de lo que es capaz.

Miro sus ojos y lo primero que observo es a una persona sedienta de venganza y hambrienta de poder. Su mirada se clava en la mía con gran fuerza, tratando de penetrar cualquier sentimiento oculto dentro de mí, sin importar el profundo dolor que ha causado. Es como ver a alguien completamente diferente, pero con el corazón consumido entre las cenizas que ha aceptado dentro de él.

No puedo evitar sentirme derrotada mientras soy testigo de la oscuridad que le rodea, mis manos se aferran al suelo, tratando de sostener mi peso para no caer completamente. La respiración se entre corta, pero mis labios y dientes absorben el dolor que siento en todo mi cuerpo, he dejado de contar las heridas que llevo y la cantidad de sangre que he perdido tras la batalla.

Una parte mía se niega a enfrentar la cruda realidad, en donde el mal predomina por encima de todo lo demás, estoy entrando en un conflicto conmigo misma, pero es una voz conocida lo que hace que regrese nuevamente al desastroso ahora. Su silueta es borrosa, pero imposible de olvidar, nuevamente la tengo de frente mirándome con una tenue sonrisa que se forma entre sus labios.

—¿Tan difícil es aceptar que has perdido? —Dice con diversión, pero solo logra qué la aborrezca aún más. 

—Has acabado con todo por un poco de poder. —Intento incorporarme otra vez. —Mira a tu alrededor, no queda nada. —Le hago frente y con la poca fuerza que me queda decido hablar. —¡Has traicionado a quienes más leales te eran!

Tengo un deseo enorme por golpearla, pero aunque pudiera no serviría de nada, su poder es casi imposible de igualar. Sus ojos me observa con detenimiento, su cuerpo mantiene una postura amenazadora y su amplia capa es movida con el fino viento.

—Aún no termino con todo. —Mis palabras exigen salir, sin embargo son retenidas por las suyas. —¿No te das cuenta, Lena? —Cuestiona divertida. —Este es solo el comienzo de un nuevo mundo.

—¡Eres una maldita cobarde! —Los impulsos por golpearla se apoderan de mí y con destreza logro acercarme lo suficiente como para brindarle un golpe en el rostro.

No se aleja, ni siquiera tiene la molestia de retroceder o esquivar dicho golpe, sólo lo recibe como si no significara nada. Finalmente me detengo y doy un paso hacia atrás, ella mira con sorpresa mientras se desvanece su sonrisa, una de sus manos se incorpora para llevar sus dedos hasta el rostro. He logrado atravesar su fina piel, y con ello una pequeña gota roja que parece resbalar de su mejilla.

"¡Mierda!"

Mis manos se aflojan y uno de mis puños suelta el pedazo de Kriptonita que he llevado conmigo, su mirada se dispara al objeto puntiagudo que he utilizado para dañarla, causando que maldiga entre mis adentros pero sin arrepentimientos.

—Te atreves... —Su voz se escucha diferente. —¡Te atreves a enfrentarme! —Intento recuperar aquel cristal, pero su velocidad me lo impide.

—¡Ahh! —Su mano sujeta la mía con enfado y el dolor aumenta de manera catastrófica. —¡Kara!

—¿Te doy la oportunidad de vivir y así me pagas? —Escupe con desprecio mientras trata de doblegarme.

—Prefiero morir antes que servirte.

—Piensa bien lo que dices, no tendrás otra oportunidad. —Su agarre se floja, logrando liberarme de aquel sufrimiento. —Lena, te daré una última opción. —Me observa con seguridad.

LA DEBILIDAD DE TODO SUPERVILLANO (ONE SHOT - SUPERCORP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora