"Todo estará bien" (Justin&Tú)

Capítulo uno..

Eran las 5 y media de la madrugada y aún no lograba dormir, en unas horas mas tendría que levantarme e irme a la escuela. Me levanté de la cama con algo de flojera y sin ganas de nada, prendí la luz de mi habitación y baje las escaleras hasta la cocina del primer piso.

Luego de tomar un vaso de agua subí hasta mi habitación, puse mi mirada en mi libro favorito "suicide room", abrí la página 78 del libro y comencé a leer.

Sin darme cuenta caí en un sueño profundo.

-Oye!- Sentí una enormes manos sacudiendo mi hombro izquierdo- Levántate floja- Fue lo último que dijo y se largó.

Abrí los ojos acostumbrandome a la luz del día, talle mis ojos suaves y los abrí por completo. Me adentré al baño de mi habitación, lave mi cara y luego la seque en unos pequeños toques, salí con paso lento y cuando justo iba a mirar la hora sonó mi teléfono.

-¿Hola?- Pregunte, mi voz sonaba algo ronca.

-Hola, ¿No vendrás hoy?- preguntó Christian del otro lado de la línea.

-Obvio que si, ¿Por qué preguntas?- frunci el ceño.

-La directora dijo que no entrarían a clases hasta las 8 y media- Dijo con un tono de advertencia- Y te quedan exactamente, mm..- Alargo- 20 minutos.

-¿Qué?- Mire la hora- No me jodas me quede dormida- Mi cara tenía una expresión de shock- Me estás
haciendo perder el tiempo, estúpido- colgué.

Me metí a la ducha y en 5 minutos ya estaba lista; nunca lo había hecho tan rápido. Quite ropa del closed, no tendría tiempo de elegir así que me puse algo cómodo. Alborote mi cabello con las manos, y maquille mis labios con un rosado suave, hoy dejaría mis ojos naturales por la falta de tiempo. Coloque el seguro de mi puerta y baje las escaleras apresurada, tome una manzana de la mesa y me despedí del señor que me había despertado esta mañana.

Mi madre no estaba en casa, ella era quien trabajaba y mi padre se las daba de vago todos los días; como siempre.

Tome el bus directo hasta la escuela, bajé y el auxiliar de la puerta me abrió.

-Muy tarde, muy tarde- Dijo repetidamente.

-Lo sé- Dije cortante y corrí hasta mi salón.

Abrí la puerta encontrándome con el maestro de química; odiaba química con mi vida.

-Permiso- Entré con la cabeza agachada.

-Su pase- Me gire y vi que tendía su mano hacía a mi.

-¿Disculpe?- Pregunte algo confundida.

-Está disculpada, ahora deme su pase- Volvió a tender su mano.

Le vindré una sonrisa algo confusa; en serio no sabía cual era su punto, y me estaba poniendo nerviosa ya que tenía todas las miradas de mis compañeros puestas en mí.

-¿Se puede explicar? no entiendo- Ya me estaba molestando.

-Bien..- Suspiro- Cuando un alumno llega tarde al salón, debe entrar con un pase de autorización que entregan en la dirección- Hablo lento.

-Joder..- Dije en un suspiro.

-¿Perdón?- Preguntó.

-Nada, ya voy- Salí del salón algo fastidiada cerrando la puerta con un golpe sonoro.

Camine hacía dirección alzando la vista, quizás la secretaria o secretario estaría en el patio y me ahorraría el tiempo de ir a dirección, pero para mi mala suerte no estaba; golpie.

-¿Si?- Preguntó una voz femenina.

-Ehm.. disculpe, necesito un pase para entrar a clases- Dije detrás de la puerta logrando ver algo, pero nada.

La puerta se abrió y pude ver a la secretaria de cabello rizado.

-Pase adelante- Abrió la puerta un poco más atrás dándome acceso al pasar.

Entre con la mirada puesta en su cabello, era largo y de buena forma, pero tropecé.

-Maldición- Me queje mirando mis pies.

-Su vocabulario señorita- Me miró con grandes ojos.

Rodé los ojos sin darle importancia, lo único que quería era que me diera el puto pase para entrar a clases; ya me estaba cansando.

-¿Nombre?- Colocó sus lentes, sacó su lápiz y un pequeño papel.

-______- Crucé mis brazos por encima de mi pecho.

-¿Y su apellido?- Bajo sus lentes y me miró sobre ellos.

-Green- Suspire pesado.

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-Que espanto- Dije tomando el antebrazo de Christian.

-Me imagino, ¿Viste como te miraba?- Sonrió.

-Ni me lo recuerdes- Rodé los ojos.

Estábamos en recreo y era hora de desayunar, pero no tenía hambre como era de costumbre.

-Come algo ya pareces anoréxica- Chris me ordenaba que comiera, pero no sentía el deseo de hacerlo.

-Ya me conoces, no quiero- Saque la manzana de mi mochila, la limpié y mordí.

-¿Que piensas hacer hoy?- Preguntó y luego bebió su jugo de naraja.

-Lo mismo de siempre, creo- Volví a morder la fruta- Leer, quizás escribir un poco, música etcétera, ya sabes- Me encogí de hombros.

Christian término su desayuno, así que fuimos a caminar un poco.

-El primer día de clases es un asco- Comentó cuando nos sentamos en una banca.

-Te apoyo- Hice una mueca.

Quería que la hora pasará rápido, no pensé que el primer día de clases llegara tanta gente nueva y la verdad es que no me gustaba, porque prefería a los antiguos.. bueno, al menos los conocía y a los nuevos no tenía idea de como eran y la verdad es que me daban algo de escalofríos.

Salte al oír el timbre sonar por toda la escuela y era hora de regresar a clases.

-¿Vamos?- Preguntó Chris poniéndose de pie.

-Si claro, pero primero quiero pasar al baño- Le sonreí- ¿Me acompañas?-
Espero a que me dé un "sí" de respuesta.

-Bueno pero te apuras eh, no quiero que el maestro nos regañe- Se cruzó de brazos y dio golpes en el suelo con el pies.

-Eso no pasará- Le sonreí y tome su mano.

Corrí llevando la delantera y haciendo que el tropesara sobre sus pies.

-Oh lo siento- Me tape la boca con las manos intentando no reír fuerte.

-No te preocupes- Se puso de pie.

Llegamos al baño y me adentré al sitio privado, hice mis necesidades y salí aliviada. Me mire en el espejo. Que fea eres ______. Dijo mi mente. Peine mi cabello con los dedos y salí.

-Listo- Sonreí incrédula- ¿Que nos toca ahora?- Alcé una ceja.

-Mm..- Pensó- Creo que con el maestro de lengua- Mordió su labio haciendo un gesto coqueto.

Christian de hace algunos años me contó que le atraían más los hombres que las mujeres y como éramos amigos desde hace cuatro años teníamos confianza, el me contaba todo y me confesó que era gay, no lo juzgo son sus decisiones y como amiga lo apoyaré en todo.

Entramos al salón y hoy el maestro traía unos pantalones marrones y una camisa algo ajustada. Mire a Chris el cual lo miraba algo baboso.

-Calma la vista- Le pegué con el codo y sonreí.

-Hey- Me miró divertido- No te pases perra- Prosiguió mirando hacía el frente.