Buscando un refugio [SasuSaku]

Dolor encarcelado

-¿Eh?

-Era broma- se enderezó la postura, su mirada volvió a hacerse neutra  -Konohamaru me envió a darte la bienvenida de su parte al ser nueva en el pueblo.

Sakura aún sostenía la puerta cautelosa, pero al ver que no tenía malas intenciones relajó sus facciones —dile que muchas gracias— asintió —y gracias por todo— cerró la puerta y Sasuke aún permaneció en el mismo sitio, era una chica extraña, se notaba que era de la ciudad, las personas venían a este pueblo con la intención de de pasar una tarde pescando en el mar o para recargar gasolina, era la primera vez que alguien se interesaba en mudarse.

Despertó una curiosidad muy profunda en ella.

Sakura suspiró aliviada al cerrar la puerta, quería estar sola y despejar la mente de sentirse tan nerviosa.

—¡Ay Dios mío que bombón acaba de irse!— soltó un grito y llevó sus manos al pecho con el corazón aún acelerado, volteó a mirar a Karin tratando de meterse por la ventana, era una vecina un poco... Extraña —Apenas llegas y enseguida estás arrasando con el galán del pueblo— Karin se sentó en el mueble de la sala y cuando estaba a punto de encender la televisión Sakura saltó sobre ella

—No es lo que piensas— dijo quitándole el control remoto de la mano —y no deberías de asustarme así, apenas nos conocemos y ya entras por la ventana de mi casa.

—Está bien, como digas— dijo levantándose del mueble, comenzó a mirar las paredes de la casa

—Por cierto, ¿Tu cabello no era rubio?— la miró confusa y Sakura se dió cuenta de que no llevaba la peluca y soltó un suspiro de cansancio y Karin solo ignoró su gesto—como sea, no volveré a entrar a tu casa por la ventana de la cocina— Sakura iba a refutar algo pero la interrumpió —deberías de pintar, huele a moho y a ratas.

—No pienso quedarme por mucho tiempo— se le escapó de los labios y enseguida Karin abrió los ojos.

—¿Eh? Pero si no llevas ni una semana— Sakura puso los ojos en blanco y Karin puso unos ojos de cachorro comenzando a abrazar a Sakura suplicante —¡Por favor no te vayas! ¡Eres la única vecina de mi edad que tengo para husmear!

Sakura se quedó atónita e intacta.

—¿Te quedarás? Te prometo hacerte café todas las tardes— seguía poniendo los ojos como un cachorro suplicante.

Sakura suspiró —lo pensaré— pero apenas lo dijo, Karin la abrazó mucho más fuerte.

—Haré café— dijo apenas la soltó.

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[Estación de policía de Boston]

Tomaba de su botella de agua cuyo líquido era alcohol, miró el mapa detenidamente y notó que las paradas que tenían los autobuses de Boston que salieron esa noche, eran muchas. Pero aunque fueran infinitas paraderos estaría dispuesto a buscar hasta el último rincón. Rechinó los dientes y echó el cuello hacia atrás.

—Oye amigo, ¿te encuentras bien?— preguntó Deidara recogiendose el cabello rubio en una coleta, fuera de la estación de policías, su hobby siempre fué el estilo de motociclista —nos llegó un caso abierto sobre un tipo que se sospecha que es el distribuidor de drogas más importante del lado sur— comenzó a decirle Deidara acercándole el sobre a su escritorio —si logramos demostrar que es él, sería la gran hazaña del año.

—Ahora no puedo, estoy ocupado— no se inmutó en mirarlo.

—¿Qué puede ser más importante que este caso?— dijo amenazante.