Los Vigilantes - BNHA - One-Shot

Muerte y renacimiento

Con la muerte de mi mascota entre a un bloqueo, no sentía esas ganas de escribir mis otras dos historias, me sentaba con la intención de escribir algo, pero escribía cien palabras y ya no podía continuar, al menos así fue hasta ayer en la noche, donde me llegaron las ganas de escribir algo, no fueron mis historias, fue esto, esto voló a mi mente en un momento de desconexión profunda, así que no dormí nada escribiendo esto.

Al hacerlo sentí como mis ganas de escribir volvieron, por lo que es probable que mas tarde haya también capitulo de Nuevo Mundo y entre semana capitulo del Mirando Universos. 

Sin mas espero que les guste, es un proyecto continuare junto a El Precio de una Traición cuando termine el primer acto de Nuevo Mundo.

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En una tarde como cualquier otra, una madre y su hijo se encontraban en un consultorio médico, al pequeño niño le habían hecho unos análisis para determinar si tenía algo con lo que contaba la mayoría de la población, un quirk.

-Mamá, mamá, ¿Qué tipo de quirk crees que voy a tener?- Pregunto el pequeño niño de cabellos y ojos esmeraldas, adornados con unas pecas en forma de diamante.

-No lo sé, Izu, pero pase lo que pase, yo siempre estaré contigo- Le contesto una mujer parecida a él.

Por la puerta del consultorio entro un hombre mayor de mirada amable y cabello negro canoso.

-¿Señora Inko y joven Izuku?- pregunto el Doctor.

-Sí, ¿mi hijo tiene un quirk, Doctor?-

-Así es señora-

Los ojos de Izuku se iluminaron al escuchar eso.

-¡Mamá, si tengo quirk!- El niño se levantó de la silla y dio unos saltitos demostrando su felicidad.

En su felicidad, intento imitar lo que sus padres hacían cuando usaban sus quirks, miró fijamente un objeto intentando moverlo, al ver que no pasaba nada, estiró su mano al recordar como algunos quirks telequineticos necesitaban de alguna mímica para funcionar, sin embargo, esto no parecía funcionas, entonces tratando de usar el quirk de su padre abrió la boca intentando exhalar fuego, esto tampoco funciono, lo que desanimo un poco al niño.

-Tranquilo chico, puede que necesites de algún estimulante para activarlo, o simplemente puede aparecer de forma espontánea- Trato de calmarlo el doctor.

Eso pareció alegrar al niño que se volvió a sentar junto a su madre.

-Sin embargo, también detectamos una anomalía que podría ser dañina para el niño- Informo el doctor.

-¿Eh? A que se refiere doctor-

-No estamos seguros, necesitamos hacer más pruebas, para eso necesitamos su firma, de esa forma podremos mantener al niño aquí para realizar más pruebas-

-¿Tengo que dejar a mi hijo aquí?-

-Así es, señora Inko-

-Me asegura que mi hijo estará bien-

-No puedo hacerlo, lo siento, esto es algo desconocido para nosotros, pero le aseguro que haremos cuanto esté en nuestras manos-

-Está bien- Inko firmo leyó los papeles y al ver que no había nada raro, los firmo –Izu, tendrás que quedarte en el hospital-

-Está bien, mamá- El niño acepto al entender que esto era para su bien.

-Bien, con esto dicho procederé a guiar al pequeño hacia una habitación- Dijo el Doctor.