CAPITULO 4: Alguien más.

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La semana se me pasa volando. Además del incidente del martes con Iván, el y yo no hemos vuelto a mantener una conversación. Hemos cruzado un par de palabras y saludos pero de ahí no pasa. Me sentí bien ese día, conversando y riéndonos como si nos conociéramos de siempre, pero la verdad es que ya me acostumbré a que las cosas sean así con el. Nunca hemos mantenido una relación demasiado larga, ni como amigos, mucho menos como algo más.

La última vez que me permití a mi misma pensar en que podríamos llegar a algo más, fue en mi cuarto año de secundaria, en un paseo organizado por la SAE (Sociedad de Alumnos por Excelencia). Era un pequeño grupo con las personas con el mejor rendimiento académico del colegio. Teníamos privilegios especiales, como una mesa reservada en la cafetería, un baño solo para nosotros y un puesto en la junta de maestros.

Iván estaba ahí, con sus amigos, David y Andrew. Yo fui con una chica llamada Mariee, estaba en un curso inferior pero siempre íbamos a las reuniones juntas. No tenía la suerte de Iván de tener a mis amigas conmigo, ellas preferían la banda del colegio o grupos de canto y música.

El día antes del paseo, estaba tan emocionada y llevé a Ale, Cami y Mariee de compras para buscar un lindo traje de baño. Íbamos a la playa y Cami insistió que debo aprovechar mis atributos para conseguir al menos una mirada de parte de Iván. Y vaya que la conseguí.

Flashback.

- Anni, date prisa. Mariee ya está aquí - mi madre grita desde abajo y yo me apresuro guardando las últimas cosas en mi maleta. Meto las toallas, el bloqueador y un vestido que Ale me trajo ayer para que lo luzca. Es un pequeño vestido de tejidos abiertos que debo usar encima del traje de baño. Es corto y sexy. Tomo el celular y mis gafas y bajo corriendo las escaleras.

Me despido de mamá y de las pequeñas clones. Papá nos llevará al aereopuerto y nos recogerá dentro de dos días. Tenemos esta clase de lujos debido al pastal que pagan los padres en el colegio. Es el típico colegio católico privado para niños ricos, pero en este pueblo todos son niños ricos. La mayoría de personas tienen sus propias empresas y firmas reconocidas, así que consideran poco el pago que tienen que dar por nuestra educación.

Abordamos el avión luego de una incómoda charla con mi padre sobre "protección". Subimos y el corazón no deja de latirme. Iván acaba de subir y se ve increíblemente bien con una pantaloneta negra y una camiseta blanca a juego con sus deportivas. En este viaje debo, cuando menos, hacer que me mire.

Llegamos al hotel y cada uno se va a sus habitaciones designadas. Mariee y yo compartimos la habitación con Meredith y Bianca. Ambas son ex-novias de Iván y muy buenas amigas. Que ironía. 

Salimos con Mariee y nos dirigimos a la playa. El traje de baño negro de dos piezas que escogió Ale, hace que varias personas se me queden viendo cuando caminamos hacia el mar. Mariee se ve igual de bien con un traje de baño como el mío pero en blanco. 

Pasamos gran parte de la tarde en el mar y en la noche nos dirigimos al bar del hotel a beber algo. Presentamos nuestras credenciales y nos ofrecen el menú de bebidas sin alcohol. Mientras, conversamos y nos reímos con Mariee, hasta que unos ojos miel se cruzan frente a mi. Iván está caminando hacia nosotras con David y Andrew. Se acercan y nos saludan. De la nada las manos me empiezan a temblar y a sudar. Sé que debo estar o pálida o roja por la situación. Se quedan con nosotras por más de una hora y entre juegos y risas, se llevan a Mariee afuera. Iván toma su asiento, frente a mí, y me observa. Quito la vista de sus ojos, incómoda por el momento. Siento que no deja de mirarme, así que lo encaro y el se acerca. Se acerca más y más, hasta que siento su respiración en mi mejilla. Me besa ahí y luego me extiende la mano. La tomo y dejo que me guíe a la piscina. Nos metemos y la tensión aumenta cuando pone sus manos en mi cintura, pegándome a el. 

Siempre volveré a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora