Era Invierno por la mañana hacía un frío de locos y un azabache despertaba por un peso en su costado izquierdo y ya se hacía la idea de quién era, al terminar de restregar sus ojos pudo ver muy bien la cara de su novio que estaba profundamente dormido, no contuvo la sonrisa que se formó repentinamente en su cara, era muy reconfortante despertar y lo primero en ver sea la cara de ese hombre que aunque esté dormido o no se totalmente destrozado se ve increíble, se dejo de rodeos y como pudo se soltó de los brazos del chico, que aunque no lo parecían lo sujetaban muy fuerte de la cintura, soltó una pequeña carcajada al ver en la posición en la que terminó su novio, parecía una banana si lo observas bien, se dirigió a el baño para asearse como era debido, sin importar que estuviera haciendo un frío horrible, debía bañarse.
Al salir de este busco por todos lados su ropa pero no encontro nada y debía de admitir que le daba pereza buscar en el armario así que tomo una sudare roja que estaba en el suelo que a la mejor era de Rengoku, ya que le quedaba un poco arriba de los muslos, lo bueno era que no se tenía que colocar pantalones de bajo, caminó despacio hasta la puerta y cuidadosamente giro el picaporte para no despertarlo, al salir de el cuarto se encamino a la cocina para decidir que aria de desayuno, porque como a su pareja le encantaba comer le gustaba hacer buena comida para que este pasara todo el dia con buena energía, y que mejor que unos emparedados y jugo de naranja. Se arremango un poco las mangas y camino hasta el refrigerador sacando lo que era el queso, el jamón y la mostaza, para colocarlos después el mesón y abrir una de las alacenas y empezar a preparar todo.
Al terminar todo se sentó en el mesón con ayuda de un banquito dándole la espalda a los cuartos y la sala, fijando su mirada en la ventana que a pesar de estar empeñada se podía ver claramente la nieve y la gente que pasaba por el frente totalmente abriga, al terminar de analizar todo tomo un sorbo de te que se había preparado anteriormente sintiendo lo increíblemente dulce que estaba ya que muy pocas veces tomaba café y si lo hacia tenia que estar condenadamente dulce, no le agradaban mucho las cosas amargas, se distrajo tanto por el sabor que se sobresaltó al sentir unas manos calientes en su cintura, era nada más y nada menos que su novio que lo miraba con una enorme sonrisa
––––– Buenos días Giyuu––––– Dijo dulcemente ––––– ¿ Me darias un espacio?––––– Pregunto señalando las piernas cerradas del pelinegro
––––– Buenos días Kyo, por supuesto––––– Respondió de la misma manera separando sus piernas.
El más alto sonrió muy feliz mientras que se posicionan entre las piernas de este, apretando fuertemente sin lastimar la cintura de su opuesto, colocando su cabeza en el pecho y entregándose sobre esta, viéndose totalmente tierno para el ojiazul, que instantáneamente coloco sus brazos alrededor del cuello de este y posicionar su cabeza sobre la del susodicho, ahora que veía muy bien a el chico pudo notar que solamente estaba en un pantalón negro sin camisa, se sonrojo al instante sintiendo con una de sus manos la piel canela de sus hombros, sonrojándose aun mas por lo que hizo, ya que pudo notar el sobresalto en el pelirrubio, que aparentemente soltó una pequeña carcajada.
––––– Giyuu, ¿Por que vistes nada mas que mi sudadera? ––––– Pregunto este levantando la miraba para ver bien a el chico
––––– Es que cuando me termine de bañar, lo primero que vi fue tu sudadera roja y como hacia mucho frio me la coloque––––– No quería admitir que tuvo flojero pero en cierto punto era verdad
––––– Entiendo ––––– Dijo sereno mientra que rosaba los muslos desnudos del pelinegro
––––– Rengoku, que tal si ¿desayunamos?––––– Dijo nervioso tratando de desviar las cosas y asi se le olvidan las cosas a su novio –––––

ESTÁS LEYENDO
One shot Rengiyuu
RandomRengoku suele ser una persona bastante dulce y aparentemente tierna pero..Podría ¿Mostrar lo contrario?