Twenty three centimeters; capítulo único

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Advertencia de contenido: Infidelidad,TodoBaku como pareja secundaria

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TodoBaku como pareja secundaria.

El hermano mayor del bastardo mitad y mitad era jodidamente caliente con esos deliciosos veintitrés centímetros enterrándose con lentitud en su interior

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El hermano mayor del bastardo mitad y mitad era jodidamente caliente con esos deliciosos veintitrés centímetros enterrándose con lentitud en su interior. Tan certero entrando completo con cada vaivén. Rudo, fuerte, hasta dentro. Lo besaba apretando su cuello con ligereza y su cadera con brusquedad, un contraste que lo hacía temblar de cuerpo completo y torcer los ojos en sus cuencas.

Desde antes se tenían ganas y la oportunidad para follar como siempre he fantaseado hacer sobre la cama de Shōto se les dio mientras el bastardo iba por Fuyumi a la estación de tren. Katsuki no se hizo el difícil, fue lo contrario, se abrió de piernas sin preguntas innecesarias; y no consideró perder nada ni porque Shōto era su novio pero... ¡Joder, sí! Tōya se movía más rápido, profundo y experto dentro de él.

La sensación era abrumadora, asfixiante y ... se estremeció violentamente. Cómo detener algo que no quieres que lo haga. Apretó su entrada y sus piernas se cerraron pero Tōya los separó en par aplastando sus bolas contra su entrada lubricada con sachet de cereza que el bastardo tenía en el cajón inferior del armario.

─Oye, Katsuki, ¿te gustan los autos rápidos? Porque sé... que puedo... hacerte venir más rápido... que uno ─bramó agitado sobre el rubio, empujando toda su longitud moviendo sus caderas con velocidad.

─Espera ─pidió entre quejidos, siendo embestido con brutalidad, haciendo que sollozara a punto de romperse por completo y mostrar lo sumiso y llorón que podía ser empuñando las sábanas.

Intentó detenerlo con su mano débil, separándolo de la pelvis. Su pene rosado goteaba y se estremecía a punto de reventar. Tōya se sintió con calentura para poderse controlar con el novio de su hermano menor y no se detuvo a pensar en nada más cuando era delicioso ver el rostro pornográfico de Katsuki con el cabello caído y sudado, siendo sacudido por un próximo orgasmo.

Tal vez si se hubiesen arrepentido ahí, en ese instante, Shōto no estaría lado llorando en silencio detrás de la puerta entreabierta con Fuyumi a su lado. Tan doloroso, aunque Fuyumi se sintió mojada y avergonzada siendo lo más cercano a una experiencia íntimamente sexual.

─En verdad... me encantas y haré que no puedas vivir sin mí, Bakugō Katsuki ─susurro algo arrogante, inclinándose a apoyarse en la cama e intensificar lo que llevaban. «Cállate de una puta vez» pensó Katsuki, pero no pudo decir palabra alguna, su boca era un parlante de sonidos sucios que agradaron a Todoroki Tōya lastimando el tímido corazón de Shōto─. Te malcriare tanto...

Sonrió sintiéndose lleno, delirando con su punto g demasiado tocado y sensible.

Su interior de pronto se sacudió con violencia y tomó su miembro bombeándolo de prisa, curvando la espalda y abrazando esos veintitrés centímetros de longitud empeñándose a estar consciente de no olvidar el espléndido orgasmo que alcanzo en la cama de su novio. Pero eso no terminaría ahí, claro que no, Tōya aún no acaba y deseaba morbosamente llenar a Katsuki, y que Shōto lo folle luego con su semen dentro. Malditamente excitante, salió del interior de Katsuki y levantó sus piernas a una buena altura, apoyándose en el reverso de ellas, y empujo su rígido miembro circuncidado entrando entero de una estocada, yendo y viniendo más rápido y violento.

Había sido cuestión de tiempo, se miraban tan intensos que de pronto se besaron. Los labios de Tōya sobre los suyos, encajando tan bien y sus lenguas se acariciaban húmedas, ahogando gemidos y dejando morir suspiros y maldiciones entre sus boca. Un escalofrío recorrió su vientre hinchado al sentir que se venía, y Tōya respiraba errático, apretando la mandíbula, deteniendo las embestidas para levantar a Bakugō, tirando de sus brazos y cargándolo sin salir de él y lo sentó en su regazo alcanzando una profundidad que ni los dedos largos del bastardo llegarían nunca, sonsacándole una gemido quebrado en cuanto eyaculó abundante y líquido.

─Mierda ─musitó hipando, no tenía la fuerza para mantenerse erguido, desparramándose sobre su pecho y quedándose hundido en su hombro. Cerró los ojos concentrándose en sentirlo antes que sacará su miembro y palmeara su trasero, en una bofeteada sonora que lo hizo sobresaltar─. Cuándo crees que el bastardo regrese ─preguntó un poco más calmado.

─No lo sé y no me importa. ¿Quieres hacerlo de nuevo o me pongo el pantalón para largarme? ─Lanzó al aire, subiendo sus manos calientes acariciando su espalda, apretándolo a su cuerpo. Le gustaba tener a Bakugō así, para él. Bakugō correspondía a sus pensamientos de una manera egoísta pero sin querer soltar la relación con Shōto aunque éste ya se había largado a cualquier lado que no fuera esa maldita casa, lejos de ellos. Fuyumi se sintió apenada e inexplicablemente caliente, toda una situación que sucedía mientras Katsuki pensaba.

─Una más y olvidaremos esto ─conminó antes de recomponerse e iniciar una nueva ronda. Recordaría esa ocasión como la mejor maldita vez teniendo sexo amateur con veintitrés centímetros metidos en el culo, acompañado por la ruptura devastadora de su noviazgo como consecuencia de ser tan glotón y amar el sexo.

 Recordaría esa ocasión como la mejor maldita vez teniendo sexo amateur con veintitrés centímetros metidos en el culo, acompañado por la ruptura devastadora de su noviazgo como consecuencia de ser tan glotón y amar el sexo

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Originalmente eran treinta
centímetros; me confundí
al elaborar la portada y ya
no hubo vuelta atrás 🥵.

Originalmente eran treintacentímetros; me confundíal elaborar la portada y yano hubo vuelta atrás 🥵

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Twenty three Centimeters | DabiBakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora