Layla y yo estábamos en mi habitación arreglándonos para nuestra graduación del instituto.
-Por fin nos graduamos.- le dije a Layla emocionada.
-Sí.- dijo Layla también emocionada. -Pero pronto nos separaremos para ir a la universidad.- dijo ella triste.
-Aún nos queda el verano.- dije animándola.
-Pero tú te pasarás casi todo el tiempo con Ryan.- dijo Layla.
-Oye vamos a disfrutar de la fiesta ¿sí?- le dije a Layla.
Nos terminamos de vestir porque los chicos estaban a punto de venir a recogernos. Nos vestimos y nos maquillamos. Llegaron los chicos en traje y nos fuimos al instituto. Llegamos al instituto, estaba muy bien decorado, en la entrada nos hacían fotos de las parejas que llegaban, llegamos al gimnasio. Había bebidas (no alcohólicas sino refrescos), comida, etc. Nos sentamos en unas sillas y empezamos a hablar animadamente entre nosotros.
Una hora después el director empezó con el discurso de apertura. Estuvo más de media hora hablando hasta que pusieron la grabación del curso. De repente vimos como el señor Riley le dio un puñetazo al entrenador Monroe, nosotros nos quedamos horrorizados y el director despidió al entrenador aunque el curso había terminado.
Después del show que se montó con el entrenador Monroe y la señora Riley empezó la fiesta. A Ryan y a mí nos nombraron los reyes. Cuando llamaron a Ryan, él no apareció. Había desaparecido, hacía diez minutos había ido al baño pero no había vuelto. Miré a mi alrededor y no lo encontré. Empecé a buscarle por todo el instituto y no lo encontré. Salí al aparcamiento para ver si estaba su coche pero no estaba. Sé había ido y me había dejado plantada en la fiesta. Le llamé pero no contestó, volví a llamar pero estaba apagado.
Corrí a buscar a Layla para que uno de los chicos me llevase a casa de Ryan. Nos fuimos todos a su casa, llamamos al timbre pero nadie contestó. Sabía que su padre estaba en el hospital y nos dirigimos allí. Entramos al hospital y le buscamos. Cuando encontramos al padre Ryan le preguntamos si sabía dónde estaba Ryan pero no lo sabía, él creía que estaba con nosotros y le explicamos lo del instituto. Nos fuimos a mi casa. Cuando llegamos había una nota escrita por Ryan.
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NOTA
Lo siento mucho pero no podemos seguir juntos, te quiero, siempre te querré Kate, sigue con tu vida.
Ryan.
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Rompí a llorar y me tiré de rodillas al suelo, los chicos intentaron sujetarme, Layla cogió la nota y la leyó.
-¡Oh no!- exclamó Layla.
-Me ha dejado.- dije llorando. De repente la puerta se abrió. Era mi madre medio dormida.
-¿No deberíais estar en la fiesta?- preguntó mi madre a los chicos. Mi madre me vio llorando desconsoladamente. -¿Qué ha pasado?- preguntó mi madre preocupada.
-Ryan me ha dejado.- le dije llorando. Me levanté y abracé a mi madre.
Me desmayé en sus brazos y me llevaron a mi habitación. Me desperté a la mañana siguiente, creyendo que lo que había pasado la noche anterior había sido una pesadilla pero no lo había sido. Ryan me había roto el corazón y empecé a llorar.
Me pasé todo el verano aislada de la gente, me quedaba encerrada en mi habitación hasta el día que me fui a la universidad. Decidí seguir con mi vida y centrarme en la carrera.
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