BakuDeku / DekuBaku: Buen chico +18

Parte 11: Terapia de choque

Ambos se encontraban en las duchas del gimnasio que había debajo de la Alliance. No era la primera vez que usaban ese gimnasio juntos, y sabían que sus compañeros nunca lo utilizaban; les pareció una buena idea ducharse juntos después de la noche anterior; muy temprano por la mañana.

No habían hablado de lo ocurrido la noche anterior, Izuku supuso que por la tensión de lo que ocurrió durante la noche; todavía recordaba el terror en sus ojos y la fuerza con la que se aferraba entre sus brazos. Se acercó hacia él.

Katsuki estaba ya en la ducha, sumergido en sus pensamientos, sintiendo el agua tibia caer sobre su cabeza. La noche anterior había sido agridulce; un gran momento tanto para él como para Izuku, seguido de un momento horrible que a él le había afectado de manera considerable. Jamás le dio a Deku los detalles de lo que había ocurrido esa noche en su cabeza mientras soñaba.

La mano ajena sobre su hombro lo trajo de vuelta.

- ¿Estás bien?

Vaciló a la hora de contestar - ¿Eh..? Oh, sí, estoy bien, ¿por qué?

- No pareces muy animado, ni siquiera hemos hablado de lo que pasó anoche.

Sonrió para sí mismo con desgana, dando media vuelta para mirarle mientras tiraba de él para ponerlo bajo el chorro de agua. Tenía razón; lo conocía demasiado bien como para saber que estaba deseando que le dijese algo al respecto, y eso que realmente era Izuku el que debía dar el visto bueno a lo ocurrido. 

- ¿Tú estás bien? ¿Estuvo bien?

- Yo he preguntado primero - al ver cómo alzaba una ceja suspiró resignado, aunque alegre al sentir sus brazos pesados sobre sus propios hombros, como si los colgara en un abrazo desganado.

A pesar de todo lo pasado seguía dándole un poco de vergüenza hablar de depende qué cosas referentes a sus actividades nocturnas.

- Ha sido... - hizo una pausa escondiendo su rostro en el hueco entre los hombros y el cuello del mayor, tratando de evitar que viera su sonrojo y esa expresión de vergüenza - No sé cómo describirlo...

- Oh venga, ¿te vas a poner vergonzoso ahora después de todo lo que hemos hecho? - rio divertido al sentir como éste daba un respingo, relajándose un poco de la tensión anterior. El de pelo verde siempre tenía ese efecto en él. 

- Que malo eres... - al contestarle no pudo evitar reír con él mientras lo abrazaba por los hombros.

- ¿Tan mal estuvo? Dime al menos que no te hice daño - sabía cómo sacarle respuestas, y hacerse el herido solía funcionar a la perfección. 

- ¡NO HE DICHO QUE FUESE MALO! Más bien todo lo contrario...

Aunque eso último lo dijo en voz baja pudo escucharlo perfectamente, se alegró de escucharlo; aunque los gemidos que escuchó la noche anterior ya se lo habían confirmado siempre resultaba agradable que le subiera el ego.

- Y no. No me hiciste daño en absoluto.

- Bien, bien... Aunque tendremos que practicar más, ¿no crees?

- Deberíamos - afirmó con una leve risita - ¿Y tú?

- ¿Yo qué?

Izuku estaba nervioso, tal vez algo inseguro. Él no había hecho gran cosa, sólo jugueteó con sus piercings y poco más, aunque por otra parte no sabía qué más hubiese podido hacer en ese momento. Quería saber si Katsuki había sentido lo mismo que él, creía tener la respuesta, pero aún así necesitaba escucharla.

- ¿Te ha gustado?

Era uno de esos momentos en los que el rubio sentía la necesidad de meterse con él, pero al escuchar su tono de voz decidió darle lo que quería, mimarlo un poco - Sí, mucho más de lo que imaginaba. ¿Te sentiste seguro?