ÚNICO

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Era la mañana perfecta para sentirte vivo, para disfrutar las pequeñas cosas de la vida. Acompañado del amor de tu vida, no podía pedir algo mejor que eso. Con cada respirar mis pulmones se llenaban de tu aroma y con ello una sonrisa inconsciente aparecía en mis labios.

Todo estaba en silencio, la cabaña del bosque a la que habíamos escapado era rodeada por árboles y el cantar de los pájaros. Tu cálida espada estaba contra mi pecho mientras pequeños ronquidos se escuchaban por tu parte.

No pude evitar rodearte con mis brazos y apretar tu cuerpo contra el mío. Simplemente no podía creer que todo fuera tan perfecto después de lo que todos estos meses nos desgastaron.

Anoche te hice el amor como si fuera la primera vez, parecías un ángel descubriendo la lujuria, cada parte de ti se sentía nuevo pero al mismo tiempo se sentía como en casa.

Hubiera querido detener el tiempo en ese presioso momento, tener esa paz para siempre y que tu estés a mi lado compartiendo risas y creando nuevos recuerdos. Merecíamos ser felices.

Después de la pérdida de nuestra pequeña las cosas se vinieron abajo.
Era una bebé de 10 meses de edad, aún puedo recordar tu grito desgarrador cuando te entregaron el cuerpo inerte de lo que era nuestro mayor tesoro, que fue arrebatado por un joven borracho que conducía sin control. 7 meses desde entonces es la primera vez que te ves paz, que respiras con tranquilidad.

Debí saberlo, nunca superaríamos aquello, debí saber que esa mañana solo estabas tratando de irte en paz, debí saber que sólo estabas regalando me el último recuerdo feliz. Debí saber que querías descansar por fin.

Pero no fue así, no lo supe.

Debi insistir en quedarme cuando despertaste con tu hermosa sonrisa e insististe que fuera en busca de frutas frescas, debí saber que solo me permitiste verte feliz, como antes de que estuvieras roto.

No debí dejarte solo, confíe en que al regresar estarías esperando por mi.

Confíe en ti ciegamente, cuando te entregaste a mi la noche anterior diciendo cuánto me amabas. Confíe en qué después de esto estaríamos bien.

Confíe en ti Jimin.

Ahora estoy sentado frente a un ataud, rodeados de personas que no te conocieron realmente y otras que simplemente están ahí por educación.

¿Cuanto más? ¿Cuánto más tengo que fingir? ¿Cuánto más tengo que aguantar esta porquería? ¿Cuánto más tengo que compartir este dolor con personas que ni tan siquiera preguntaron como te encontrabas después de la muerte de nuestra pequeña?

No puedo mas.

-Quiero estar solo- susurre, me puse de pie- ¡Largo todos de aquí!

Las personas simplemente me ven como un loco que se salió de un manicomio. Y no me importa una mierda.

-Jungkook calmate- hablo Taehyung.

-¿Quieres que me calme?- reí, porque eso parecía un chiste de mal gusto- ¡Estas consiente que perdí a Jimin! Esta rodeado de gente que ni tan siquiera sabía cuál era su color favorito ¿Y me pides que me calme?

-Vamos Jungkook, calmate- hablo nuevamente, realmente le daba puntos por esforzarse.

-¡No! No lo haré, que se vayan todos esta maldita bola de hipócritas.

-Jungkook, te recuerdo que es nuestro hijo- mencionó tu padre.

Es tan aberrante, ninguno de tus padres tiene una sola lagrima en sus ojos, sus rostros fríos y sin ninguna pisca de sentimientos. Asi que, no pude evitarlo corazón, se que me habrías reprendió por esto pero la risa pudo más que la educación.

-¿Su hijo? Le recuerdo que lo echo a la calle cuando se entero que estaba embarazado, cuando casi moría en el parto usted y su maldita esposa dijeron que era para que aprendiera la responsabilidad de se padre.

Jimin, mi Jimin hubieras visto la cara de tu madre después de aquellas palabras, habríamos disfrutado de esto juntos. Pero simplemente no estas.

Las personas se asustaron y una por una iba alejándose, con justa razón parecía desquiciado, mis ojeras y mis ojos hinchados, creo que hasta olía mal porque no tenía ganas de nada, amor mío ya no tengo ganas de respirar.

Cuando me quede solo, el único que me acompañó fue Taehyung. Tenías razón ese mejor amigo tuyo estaría junto a ti hasta el último suspiro.

Me acerque al ataud y no parecías tu, estas ahí inerte. Tus labios cambiaron de color y puedo ver como trataron de ocultar las cicatrices de tus muñecas, las que te alejaron de mi lado.

Los recuerdos de esa mañana se repiten como un película en mi cabeza, el entrar a la cabaña y ver agua saliendo del baño, encontrar tu cuerpo en la tina llena de agua mezclada de tu sangre. Todo era malditamente doloroso.

Explote, perdón amor pero no puedo sin ti. Cada arreglo florar y regalos en aquel lugar fueron destruidos por mis torpes manos, porque habían rosas blancas y sabia como las odiabas porque te recordaban a la muerte de nuestra pequeña.

Caí de rodillas y golpee el suelo, preguntándome Por qué no me quede a tu lado esa mañana. No debí confiar en tu sonrisa y tu última caricia después de repetirme que ibas a estar bien, que solo iban a ser unos minutos y cuando llegue ya te había perdido.

No puedo imaginar un mundo sin ti. Sin tus caricias, sin tus besos incluso sin tus lágrimas y reproches.

Taehyung llegó hasta mi y me abrazo con todas sus fuerzas. Debo admitir siempre estuve celoso de la extraña conexión que tenías con él, pero agradezco que lo encontraras, Taehyung merecía estar ahí.

-Jungkook, debes calmarte- susurro en medio de las lágrimas.

Pude ver mi reflejo en sus ojos y fue cuando entendí lo malditamente devastado que me miraba. Su mirada llena de pena y dolor, de comprensión y tristeza.

⏳⏳⏳

Cuando llegue a casa todo estaba en silencio, no había nada fuera del lugar desde la última vez que estuvimos aquí, antes de escapar a nuestra hermosa cabaña.

El mundo avanzaba segundo tras segundos y yo parecía quedarme en la nada y en el todo al mismo tiempo.

Tengo miedo de vivir sin ti, se que no voy a lograrlo. Siempre fui un cobarde y ahora mas que nunca lo sé, porque el único valiente fuiste tu, siempre tu. Así que no me odies por buscar estar a tu lado, porque simplemente no puedo.

Salí de casa en busca de nuestro encuentro.

Ahí, frente a mi estaba el final de todo.

El río Han parece más pequeño cuando tengo todo este valor dentro de mi. Cuando estas destrozado la muerte parece menos aterradora y suele ser la única que te brinda consuelo y te abraza hasta acabar con tus miedos y la soledad.

Así que, cruce la barrera de seguridad, me sostuve con mis brazos y pude sentir el viento golpear mi rostro, los autos hacían sonar sus bocinas pero ya era demasiado tarde y me lance para poder alcanzar tus brazos, para volver a encontrar tu lama.

Y cuando mi último aliento desapareció pude sentir el dolor se desprenderse de mi cuerpo y tu voz susurarme que estabas a mi lado.

Al fin todo había terminado.

H̶o̶l̶d̶ ̶O̶n̶ ̶ / ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora