Capítulo 3

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Si sus lagrimales se habían secado por unos segundos antes de tomar seriedad, ahora nuevamente se humedecieron. Su pecho ardía, sentía su corazón latir fuerte, mientras su continua respiración por la nariz, dejó ver que algo no andaba bien con él, sobretodo por apretar la mandíbula produciendo el temblor.

Lo peor de todo, es que quería escapar de la mirada de ese bastardo.

-Qué. ¿No hablarás?

El culpable de su sistema atrofiado.

Tembló un poco más, soportando cada vez menos y se atrevió a verlo con la vista nublada, y sin saber más que hacer que dar media vuelta para huir rápidamente y llegar a la puerta con la enorme pesadez en sus piernas, que con cada paso que dió; perdían fuerza.

Pero SuHo alcanzó a tomarlo del brazo, y entonces, logró que JongDae entrara en pánico...

-¡¡NO, NO, NO...!! ¡NO! ¡¡SUÉLTAME...!!

-¡¡No te haré nada...!!

-¡SUÉLTAMEEE! ¡SUÉLTAME! ¡BASTARDO..! -protestó, echándose a llorar en descontrol mientras se removía-. ¡SUÉLTAMEEE! ¡NOO...!

-¡No! ¡¡Esper-Cálmate!!

-¡¡NOOO!! ¡SUÉLTAMEEE...! ¡¡DÉJAMEEE!!

SuHo, tan sorprendido por la actitud del chico en zafarse de su agarre y el llanto azotador, maniobró para intentar aprisionarlo con sus brazos en el pecho. Y así logró alejarlo de la puerta, yendo hacia atrás contra el paredón, chocando su propia espalda mientras lo sostenía intentado que no le golpee con la cabeza en sus bruscos movimientos, viendo por un costado como JongDae temblaba y lloraba con suspiros pesados y largos, tomando el aire suficiente para poder expulsar los quejidos que parecían lastimarlo del solo expulsarlo por su garganta.

-¡¡SUÉLTAMEE..!!~

Él jamás vio llorar a una persona así.

Frunció el ceño en preocupación, porque nunca imaginó ver a alguien...tan desgarrado por dentro.

La demostración por poco y lo deja atónito al dejarse caer al suelo con un JongDae angustiado en brazos, percatándose que sus cortas uñas pinchaban sus muñecas, al mismo tiempo que no dejaba de llorar y sudar en extremo. Su nuca estaba como si hubiese corrido un par de vueltas en la cancha...y eso no era bonito de ver. ¡¿Qué ocurría con este chico?! Acaso, ¿le hizo mucho daño la última vez que se vieron?!

JongDae hace segundos prácticamente lo miró con pánico y eso...le hizo crujir algo por dentro. SuHo tragó saliva tras un pensamiento. Aún así, afirmó su barbilla en el hombro de JongDae, y lo aferró a su pecho, viendo que este no dejaba de soltar suspiros pesados y respingos por el avance de la fuerte emoción.

-Tranquilo...-le susurró-. Disculpa si te hice sentir mal... No era mi intención hacerlo. Solo...quería ser un altanero de mierda... No llores...

Desde allí podía ver la fisionomía del perfil de JongDae. No dudaba que tenía las de ser guapo. Sus pestañas largas, se volvieron más espesas y oscuras por lo húmedas que estaban debido a las lágrimas, mientras sus mejillas ruborizadas con los bordes de sus ojos, marcaban la finas líneas de arrugas por la mueca de dolor completamente fruncida, y la boca abierta mostrando una línea amplia de dientes redondeando su mandíbula.

SuHo lo miró con pesar.

-Lo siento, Kim JongDae -se atrevió a decir, preocupado, meciendose en medio del abrazo-. Lo siento...

Unos minutos después el silencio se complementó con el soplar de la brisa alrededor.

JongDae se compuso, quedando por un intervalo en trance, mirando un punto invisible, cansado. Por inercia, SuHo llevó una mano con cuidado para acariciar el borde de su frente, donde conectaba con sus cabellos hacia atrás, como una suave caricia que solo tenía el propósito de relajarlo.

El afectado se dejó hacer por unos lentos segundos, y escuchó que le hablaban bajito, pero no le prestó atención a la voz por un buen rato. No había mucha relevancia en ello. Definitivamente se desconectó, porque se sentía cansado, con un extraño amortiguamiento en su sistema que le produjo ganas de dormir.

Muchas ganas de dormir.

-No sé que te estaría pasando...

Pero...

-Si te causé un gran problema...

Esa...voz.

-Podemos hablarlo.

De repente, tomó en cuenta su situación, viendo de esquina a esquina, percatándose del calor en su espalda y que ese brazo que lo rodeaba, y la mano acariciando con toda confianza su cabeza, eran de... "Conejo bastardo". Frunció el ceño parpadeando y en un dos por tres, se alejó en un santiamén de aquel cuerpo, sorprendiendo a este

JongDae se dio vuelta y lo miró con desprecio. ¡¿Cómo se atrevía a tocarlo en su estado desalineado?! Sus extremidades ahora estaban frías, una redundante ira se avecinaba en su sistema cuando, sin más, se encimó en SuHo tomando a este por el cuello de la camiseta y sacudirlo contra la pared, más un puñetazo propinó sobre la comisura de su boca.

¡Puk!

-¡Agh...!

-¡¡No vuelvas a hacer eso!! ¡¿Me oyes?! -respiró hondo sacudiéndolo una vez más-. ¡¡Que sea la última vez que me pones un dedo encima, loco bastardo!! ¡Porque después del cuento que soltaste a los cuatro vientos; de que según me acosté contigo y fui apodado como la cachorra del conejo, no vengas con el derecho de hacer lo que se te plazca con ese descaro de andar por aquí o por allá en tus andanzas! -declaró soltándolo con brusquedad-. SuHo, o como mierda te llames, puedo agradecerte que me hayas salvado el culo hace semanas atrás, pero no que me metas en tu juego estúpido creando cuentos absurdos.

Por último se levantó respirando profundo, y agarró su bolsa escolar que se había caído en el ínterin de sus bruscos movimientos por zafarse, poniéndosela en el hombro nuevamente.

-Entonces, ¿qué querías que dijera?

SuHo, masajeando la zona del golpe, indagó de repente, percatándose de la gotita de sangre que logró sacarle con ese golpe; y chasqueó la lengua.

-Cualquier basura, menos eso -respondió JongDae-. De todos modos, no es como si yo te fuese fiel como muchos lo son aquí. Esas mierdas no me van... Y si bien le resté importancia a tus palabras aquella noche, no soy cualquier porquería. Si te debo algo solo pídemelo y llegamos a un acuerdo como se debe. Eso sí, desde ya te aclaro que mi boca y mis genitales, no estarán en el trato, de lo contrario, si te atreves a ponerme una mano encima, no voy a dudar en hacerte añicos.

"Conejo Blanco" lo observó por unos segundos, moviendo sutilmente una ceja al ser testigo de la gran diferencia de postura y personalidad que mostraba ahora JongDae. Un cambio tan drástico que le llamó más la atención. Así que decidió pararse y sacudirse el polvo detrás del pantalón, relamiéndose el labio afectado, para después, volver a poner las manos en los bolsillos e inclinar la cabeza a un lado con una suave curvatura de labios, mirándolo de pies a cabeza.

-¿Ya estás mejor?

La pregunta descolocó a JongDae, quien aflojó toda contracción en su rostro.

¿Ese idiota le estaba tomando el pelo?

-No cambies de tema, imb-

-Aaahg~

Suho expulsó el aire sonoramente interrumpiendo la palabra adrede.

-¡Oye-

-Es bueno ver que ya estás mejor. Por un momento pensé... ¿Yo traumé a este chico?

-Já, no me digas. Gracias a la descarga eléctrica que me diste, atrofiaste mi sistema nervioso -dijo resoplando y cerró los ojos, sin atreverse a decir la otra según verdad que la doctora había catalogado. Y negó cabeza por la vergüenza interna que sintió-. ¿Sabes lo que se siente pasar por esa clase de sensación..?! ¡Es una mierda! ¡No tienes idea de lo horripilante que es! ¡Porque tú y todos los internos de aquí solo piensan en follar y hacer de las suyas sin saber cómo pueden afectar a los demás por sus acciones!

SuHo movió sus cejas en sorpresa y curiosidad-...No sabía que una picana podría atrofiar el sistema nervioso -y se sobó la barbilla, pensando por un momento seriamente con un el ceño leve fruncido-. La había usado antes, pero no recuerdo que a esas personas les afectara de tal manera...

-No todos somos iguales.

-...Hm -asintió coincidiendo, abultando un poco sus labios con ojos bien abiertos por su deje pensante-. Bueno, de todas formas... Por si no me escuchaste, me estaba disculpando hace un momento contigo, por el posible daño que te causé. Y veo que sí... -se llevó la mano a la nuca esta vez, masajeando la zona por inercia; apenado.

JongDae lo vió por unos segundos y se cruzó de brazos- Al final dices algo lógico.

-Bueno, siempre suelen decir... "No hay mal por bien que no venga" ¿No? -brindó una sonrisa esta vez y el otro arqueó una ceja indiferente, lo cual, le produjo que deshaga su mueca divertida y soltara un suspiro-. De acuerdo, siento mucho lo que te está pasando... La picana es un método que suelo usar comúnmente para cualquier idiota que sea un bruto conmigo.

-Ja~ ¿Y crees que yo lo fui realmente contigo?

-No pero me diste una patada, mientras intentaba ayudarte cachorro.

-No me digas así... Mi patada no la di a propósito, ¿no será porque estuviste muy cerca de mi? -resopló nuevamente y negó cabeza-. Los de inspección y el marrano del Director deberían sancionarte por conservar esa clase de cosa.

-El director haría la vista gorda y los de inspección hasta ahora no han sabido del paradero de la picana. Mi cuarto personal me lo gané y solo una vez al mes vienen a revisar. Además, en el internado hay cada chico loco-

-Yo creo que tú eres más loco.

-Oh, ¿en serio? -sonrió otra vez, dando ese brillo juguetón en los ojos. Y el otro rodó los ojos con fastidio, sobándose la cabeza-. ¿Sabes JongDae? Te equivocas. Lo mío es...algo especial.

-No me digas...

-Si te digo -asintió con ojos cerrados, cruzándose esta vez de brazos como si estuviese mostrando la postura de un sabiondo.

JongDae le miró con un gesto plano de aburrimiento. Esto estaba tomando un camino absurdo.

-Pero bueno, volviendo al punto... -prosiguió SuHo-: Veo que te gustaría ir a un acuerdo para que no me debas nada.

-Si. Así no tendré que soportar las habladurías que dicen por ahí de mí y tratar de no cruzarme contigo otra vez.

-Hm... No suena mal. Aunque yo no podría cambiar mucho el hecho de los comentarios que se oyen por ahí. Te aconsejo que aguantes estos últimos días. Ellos comentan porque no hay otra cosa más entretenida que el chisme en un lugar tan amplio y alejado como este. Ya verás que no duran más de la cuenta, y hablarán de cualquier otro polluelo... Y con respecto a cruzarte conmigo, que lastima, este lugar es de una gran hectárea y no todos los días nos cruzamos, no compartimos clases constantes, tampoco duchas, mucho menos un cuarto, salvo, una clase de educación física y de taller -volvió a llevarse la mano a la nuca, y acomodó el gorro que comúnmente traía puesto en la cabeza: -Además, yo deseaba llevarme bien contigo.

JongDae se quedó sin palabras por unos segundos, pero cerró y abrió los ojos sacudiendo cabeza.

-No me jodas, hablo en serio.

-Y yo también...-le brindó una curvatura de labios, aunque tomó una postura más seria, dedicando una furtiva mirada de pesar: -Oye, no creas que me causó gracia el verte descontrolado hace un rato. Me siento en parte triste por haber sido quizá muy duro contigo ese día... Claro que yo puedo hacerme a un lado y no dirigirte la palabra si nos cruzamos por ahí, pero eso sería muy tacaño de tu parte, cuando te salvé el culo hace semanas atrás y no sufriste un abuso... No entraré en detalles. Pero si vamos a hacer un trato, lo mínimo que puedes hacer, es no ignorarme con la mirada; y mi aporte sería recomendando que te cuides de este tipo...¿como se llama?

Frunció el ceño- Quién.

-Tu compañero de cuarto.

¡¿Qué?!

-Ese alto de mechas rubias.

JongDae no se preguntó cómo sabría eso, él de seguro lo habría visto en ocasiones con ChanYeol antes de que se llevara a cabo el conflicto en los baños.

-ChanYeol...

-Ahh... Si, Park ChanYeol. El cotilla con apariencia de calmado y dulce.

La orejas de JongDae se movieron por inercia tras oír esas definiciones.

-Qué hay con él.

-¿No te has puesto a pensar que, la noche en los baños, él pudo haber sido cómplice al llevarte allí para dejarte en bandeja a YunHo?

La tensión en su gesto se aflojó nuevamente, poniéndolo en guardia por dentro para escuchar atento.

-Yo conozco esos baños desde hace poco más de un año -continuó SuHo-, y solamente conozco a una persona que suele guardar cosas allí, y ese es, SeHun. Uno de los tres a quien golpeaste. Supongo que debes recordarlo, ¿no?

Pero JongDae no respondió, supo a quién se refería, porque fácilmente no olvidaba toda la secuencia.

-Cuando llegué estabas rodeado por ese trío de lobos, y si no fuese por mí, habrían hecho contigo cualquier bestialidad... Por eso, antes que pienses mal de mí, podrías plantearte a quién le brindas realmente tu confianza -declaró con ese tono suave y ligero, brevemente moderado y tranquilo.

"Conejo Blanco" se acercó con dos pasos hacia JongDae e inclinó la cabeza para mirar su cara con rastros de sudor y llanto, viendo que había fruncido el ceño con ligero puchero al retroceder en automático en disgusto; como un niño pequeño.

-Aléjate...

-JongDae, no es que yo quiera ser tu amigo o tu salvador. Solo quiero que nos llevemos bien, y como recién llegado, seas más atento y vivo a quien te acercas. No habrá otros como yo... Observa, medita y usa bien las palabras cuando te dirijas a cualquiera de aquí. ¿Hm?

"Aliado de gracia" © || SuChenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora