Dazai y chuuya, ahora estudiantes de preparatoria se vuelven a encontrar después de pasar la secundaria juntos, justo en el primer día de volverse a ver, Dazai, quien está perdidamente enamorado de Chuuya le planta un beso.
Mientras su relación va c...
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La tediosa alarma proveniente de un reloj comenzó con el molesto ruido de cada día escuchar por la mañana para levantarse.
Nakahara Chuuya era quien tenía que levantarse y al hacerlo presionó el botón de su reloj para apagar el tedioso ruido.
Ese día era un día como cualquier otro, recordaba vagamente el sueño que tuvo, tenían poderes y el podía manipular la gravedad, había dos organizaciones que luchaban entre si por un objetivo del cual no tenía memoria.
Seria su primer día de preparatoria a la cual acaba de ingresar así que dado el caso tenía que estar puntualmente allí.
A decir verdad no le importaba mucho el primer día, era "normal". No entendía la razón de la cual las personas se emocionan por los primeros días de escuela, así que le daba igual.
Con el pelo naranja desordenado y con su pijama blanca con estampado de rombos rojos se levantó de la cama y fue directo a su armario en dónde guardaba el uniforme, se lo puso y tomo su mochila que colgaba de su hombro, no sin antes lanzar un prolongado bostezo como la apacible persona que aparentaba por las mañanas.
Después de peinarse y arreglarse bajo de su habitación para desayunar lo que había hecho el día anterior, ya que vivía solo, no quería depender de nadie y consiguió una casa para estar allí.
Salió por la puerta principal y cerró con seguro.
Caminaba con su vestimenta de uniforme negro con botones con un leve tono de dorado.
En lugar de querer llegar lo más pronto posible, optó por relajarse, <<Aún es temprano>> pensaba, aunque ese tipo de pensamientos le podría salir en contra de él.
Al otro lado de la acera diviso a un estudiante más alto que él con una mochila color entre verde y azul de dónde colgaba un libro rojo y con unas cuantas palabras de forma vertical que no se podían leer a la distancia que estaba Chuuya.
<<El algún momento el libro de ese idiota se caerá>> observaba mentalmente mientras esperaba que eso pasara reía levemente para si mismo.
Pasaron dos minutos que se sintieron como una eternidad, y justo como el pelirrojo afirmaba en su cabeza, el pequeño libro cayó al suelo. <<Tal vez sea un manga, esperaré a que avance un poco más y veré de que se trata>>
Cuando el otro estudiante quedó fuera de la vista de Chuuya, este pasó al otro lado de la acera y recogió el libro. En el se titulaba "El completo manual del suicidio". En aquel momento tenía una vaga idea de a quién podría pertenecerle aquello pero en el fondo sabía de quién se trataba exactamente.
— ¡Oye! ¡Desperdicio de vendas! Se te resbaló tu manual de suicidio.
No hubo respuesta a eso pero unas pisadas que parecían estar corriendo se hacían cada vez más y más audibles.
