11. Alfa y Omega

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Desde que tengo recuerdo, los padres de BaekHyun han sido fuertes activistas de los derechos de los Omegas. Tienen una fundación que ayuda a los Omegas sin hogar, a padres y madres sin pareja, a Omegas en situación de calles, y en especial a las víctimas de abusos y trata de Omegas.

Dos veces al año, ellos organizan una gran gala para una subasta con el objetivo de recaudar la mayor cantidad de dinero posible para la fundación, y es por eso que ahora estoy delante del espejo acomodando esta camisa ancha de satín blanco: se ajusta bien a mi cuerpo, sus mangas tres cuarto son muy anchas, y toda la prenda cae como una cascada sobre mí y rodea mi vientre con mucha gracia. También llevo unos pantalones negros ajustados y unos zapatos del mismo color para complementar el atuendo elegante.

Hacía bastante tiempo que no me observaba así al espejo y me sentía atractivo. El embarazo me ha hinchado las mejillas y tobillos. Ahora me veo más regordete que de costumbre: incluso aunque sigo manteniendo mi figura alta y delgada, el bulto en mi estómago parece fuera de lugar. Es por eso que cualquiera podría solo ver una foto mía y pensar que soy un Alfa, pero... últimamente no solo he aceptado mi condición de Omega, sino que realmente la estoy amando.

Nunca imaginé que quedaría embarazado y terminaría aquí, en este punto de mi vida, pero es que ni siquiera hay palabras para describir lo feliz que me hace saber que hay dos pequeños creciendo en mi interior. Sí, me asusta como la mierda, pero ellos me dan cada día una razón para seguir, y si eso no es motivo suficiente para estar contento, también me están abriendo las puertas al sueño de finalmente formar una familia.

Ya no quiero huir. Me gusta donde estoy ahora, con ellos. Me gusta a donde vamos con BaekHyun. Me gusta todo esto. No quiero que cambie. Quiero que solo se ponga mejor. Y lo hará, ¿no es así?

Salvo que mi marca temporal ya no está, y estoy cagado de miedo.

Escucho cómo BaekHyun sale del baño en este mismo momento. Me pregunto si se ha dado cuenta de que ya no llevo su marca. Desapareció definitivamente esta mañana, pero todavía huelo a él porque dormimos en la misma cama.

Mis pensamientos se interrumpen cuando lo puedo ver por el espejo, ya que se detiene en mi rango de visión mientras se anuda la corbata. Juro que aguanto la respiración, porque sinceramente me mira muy impresionado y me hace sentir demasiado bonito. Un sonrojo viaja hacia mis mejillas, pero no quito mi mirada de la suya, solo volteo para verlo directamente.

Relamo mis labios cuando le doy una mirada a su cuerpo, ataviado en ese traje azul oscuro que resalta el color caramelo de su cabello, peinado perfectamente hacia atrás. No hay palabras, él se ve magnífico en ese momento.

—SeHun... —me llama, o tal vez solo quiere decir mi nombre, así que ladeo la cabeza mientras lo observo acercarse levemente.

Vuelvo a girarme hacia el espejo, nervioso por la cercanía, y acomodo otra vez las mangas de satín blanco sobre mis brazos pálidos. Sé que me veo bien, pero él... él se ve asombrosamente apuesto. Tan varonil y Alfa que hace que quiera arrodillarme delante de él y pedirle que me toque y me haga volar.

—Te ves bien —le digo, mi voz sale tan malditamente ahogada que me pregunto si él no puede oler mi excitación.

Sus fosas nasales se abren y mira mi culo desde atrás sin disimulo. Tiene una vista perfecta. Y sí que puede oler mi excitación, maldita sea, porque ahora yo también puedo oler la suya.

¿Cuál sería el problema si llegásemos un ratito más tarde al evento?

—Tú también te ves bien. —Alto ahí. Su voz suena tan ronca como la lija y ahora sus manos están sobre mi cintura y su nariz hundiéndose en mi cuello, justo donde su marca desapareció esta mañana—. Demasiado bien. Tanto que te quiero comer.

Si no fuera por él ➵ BaekHunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora