Un padre para mi hija (NARRY)

Capitulo 12: Pequeña confesión

- entonces dices que... te gusta?- me preguntó Liam, un muy buen amigo desde hace tiempo.

- sí, cada día... me doy cuenta que me gusta cada vez más- dije suspirando recordando a Niall- si lo vieras, quedarás loco. Pero ojo, es mío- le guiñé un ojo y soltó una risa.

- cómo dijiste que se llama? Nayal?- reí.

- no, Niall- corregí y rodó los ojos.

- solo había conocido a una sola persona con ese nombre, no es común. Es de aquí?

- no lo sé, irlandés tal vez?- ambos nos encongimos de hombrons y continuamos comiendo papas fritas y mirando televisión- pero como te decía, está increíble y su hija! Es hermosa, se llama Madison

- tu y tu manía con los bebés- rió- por qué no lo llamas?- lo miré alzando ambas cejas.

- que lo llame?- okay tal vez... solo tal vez no le conté a Liam lo de ese día que nos besamos- para qué?

- pues para "pasar el rato", no? Dijiste que son amigos, o mentiste?

- yo no miento, bobo- le tiré un cojín y reí al ver que le di en la cara- es solo que... y si no está en casa?- me da penita hablarle luego de lo sucedido, desde entonces no hablamos más y pasaron 3 días. Debí haberle hablado?

- pues lo sabrás una vez que vayas y toques su puerta- habló obvio y rodé los ojos. Si hubiera sido otra persona, hacía callar a Liam y seguíamos viendo la televisión; pero como se trataba de Niall, quiero verlo, estar con él. Sin ningún problema salí del sofá y luego de sacarle la lengua a mi amigo salí de mi casa.

Espero que no esté en casa, me da penita. Qué digo? Claro que quiero que esté en casa, quiero verlo y volver a besarlo, pero está claro que lo último no puedo hacer. Joder.

- si?- dijo apareciendo detrás de la enorme puerta blanca. Se veía... mal. Bueno estaba despeinado y tenía ojeras- ah, eres tu

- hola vecino- sonreí- qué cuentas?

- am... nada, tu? Qué haces en mi puerta?- okay... seguro no tuvo un buen día.

- pues verás la última vez que te vi me invitaste a aquí, así que puedes venir a mi casa- sonreí- estoy con un gran amigo, podría caerte bien

- no lo sé Harry- levantó sus cejas pensativo- yo... no me siento bien

- sucedió algo? Madi está bien?

- si... Ella está con mi madre- respondió- mira Harry, gracias por la invitación pero

- será divertido, anda no seas aguafiesta- golpée su brazo amistosamente y noté que dibujó una pequeña sonrisa.

- bueno, solo me cambiaré y... voy- aún se veía inseguro, pero qué más da? Aceptó y podré estar con él. Soy feliz.

Contento llegué a casa, le dije a Liam que mi vecino había aceptado y se puso contento, pero no más que yo.

- pero se cuidadoso, al parecer tuvo un mal día

- por qué lo dices?

- se ve mal, y hasta me dijo que no se sentía bien

- oh... debiste dejarlo en su casa, tal vez estaba descansando

- ya Liam, tu hiciste que fuera, cierra el pico- hablé y se encogió de hombros. A los pocos minutos oímos el timbre, abrí la puerta y lo vi de nuevo. Llevaba un jean gris y arriba una simple musculosa blanca con unas letras, y su cabello estaba como suele tenerlo, alocado- bienvenido- sonreí.

- hola de nuevo- dijo y me hice a un lado para que entrara. Lo más raro que sucedió, fue que al ver a mi mejor amigo se quedó duro, en serio! Parecía una piedra.