La Reencarnación de Pandora (Serie Veneno sobre ruedas II)

Más divertido de a dos...

Pov Pandora:

Me bajo la camiseta con cuidado para no rozar el vendaje y suspiro, ¿por qué no podía faltarme sensibilidad también en el torso y no solo en las extremidades y mi cara? La cicatriz me tira y molesta bastante. 

Franki entra con Líon justo cuando me estoy poniendo el chaleco del club, terminando de vestirme para irme del hospital. Ayer fue la operación y, como yo fui la donante, solo tenía que pasar la noche acá, tenían que vigilarme solo por un día y ya el resto de mi recuperación puedo hacerla en casa; Jhonatan es otra historia, porque al ser el receptor de mi riñón, va a tener que estar por lo menos tres días más, sino quizás una semana, para controlar que el cuerpo no rechace el órgano, no tenga infecciones ni ningún otro tipo de problema que puede acarrear una cirugía como la que tuvo. 

El que me esté yendo del hospital ahora, no implica que lo voy a dejar solo, eso ni en pedo, voy a volver para estar con él y acompañarlo, mas soy la presidente del club, tengo responsabilidades que debo cumplir, y si bien está Franki para cubrirme, hay cosas que no puede hacer, porque me corresponde enteramente a mí, como la tortura que le espera al desgraciado que lleva ya un par de días en mi mazmorra para que me encargue de él.

-Avísenle a Scar, necesito tinta nueva. 

-¿Vas a tapar la cicatriz?

-Sí, es bueno para hacerlas desaparecer, quizás una serpiente o una enramada... En cuanto esté curada, haré que me pinche un nuevo diseño. Veremos qué me pinta hacerme en ese momento. 

-Bueno, le avisaré que haga algún diseño para dentro de un par de semanas. 

-Bien, por ahora tengo otras cosas de las que ocuparme. ¿Alguna novedad en el club?

Salimos de la habitación y nos encaminamos hacia el estacionamiento del hospital. Como mi mellizo duerme, no voy a molestarlo, lo veré cuando vuelva y listo. Sé que Webber lo va a cuidar bien. Por hoy, no voy a manejar mi bebé, así que me subo a la Marussia B2 en el copiloto y arrancamos con Franki en el volante y Líon en su bestia. 

-¿Cómo están los gemelos?

-Andy a estado pasando estos días con Beast, no lo vi mucho, sin embargo, en lo poco que pude observar, parece que se hubieran reconciliado.

-Bueno, algo es algo, tengo planeado darle una compensación a Beast, a ver si acepta mi disculpa. Aún no hemos hablado desde esa noche. 

-¿Qué tenés en mente?

-Ya vas a ver, por el momento, ¿están en el club de los Demons o en casa?

-En casa, antes de venir a buscarte los vi tomando algo en el bar del club. 

-Eso facilita las cosas. 

-¿Qué andará rondando tu cabeza?

Sin contestar, simplemente sonrío y me centro en el paisaje que pasa por nuestros costados, viendo a mi derecha a mi demonio, al cual se lo ve muy sexy sobre esa poderosa máquina y el que sonríe en cuanto sus ojos captan mi mirada sobre él al tiempo en que me guiña el ojo. Qué tonto, su ego me resulta divertido. 

No pasa mucho para que lleguemos al club y ambos vehículos estacionan en el garaje, Líon ayudándome a bajar para que no haga demasiados esfuerzos por estar recién operada. Esto me trae recuerdos de la primera vez que me operaron, cuando no me dejaban ir en mi moto y entre mi demonio y Jhonny se peleaban por trasladarme. En fin, tengo algo en mente y un fin que conseguir, así que tengo que encontrar al rubio teñido al que tanto quiero; hay que ver qué hará o cómo reaccionará él al verme. 

Líon viene conmigo, su brazo sobre mis hombros, como si fuera mi apoyo. Antes de la operación, le comenté lo que tenía en mete con los gemelos, lo que haría cuando volviera, y dijo que me apoyaría, así que es momento y él lo sabe, por lo que me acompaña para ver si puede ser esa gota que derrama el vaso para que el rubio acepte finalmente.