Aquel cielo siempre había sido gris, solo que el día de hoy, se mostraba negro. Negro como el miedo que sentía Jungkook al perder al ser que más amaba.
Sus lágrimas no podían parar de caer mientras cuestionaba si había sido una mala persona para merecer todo el dolor que su corazón estaba sintiendo.
Apenas podía recordar el día que conoció al chico que estaba en sus brazos, el cómo fue que sus mundos se cruzaron ya que ambos eran totalmente diferentes. Jungkook, hijo del Dios del fuego y su amado: Taehyung, hijo del Dios de hielo. Eran tan distintos que ni siquiera podían estar juntos.
-¿Recuerdas cuando nos conocimos?- La dulce voz del chico fuego sonaba cada vez más temblorosa al preguntar.
-Te vi a lo lejos de la ciudad; estabas lleno de luz y energía, me acerqué a ti y lo comprobé. Sabía que era peligroso para ti el acercarme, pero tenía tantas ganas de hablarte, lo mejor fue que no te alejaste de mí. Taehyung, ¿te he dicho que me enamoré desde que te conocí?, en este mundo solo hay guerras y gente sin sentimientos, tú fuiste mi pequeña luz en la que pude saber que todo estaría bien con tenerte. Soy egoísta ¿verdad? Si yo...tan solo no me hubiera acercado, ¿Serías feliz en estos momentos?- Mencionaba el chico con una voz tan tenue, cálida y cada vez se rompía con más fuerza.-Pero me hiciste feliz y siempre lo seré si sé que estás a mi lado, Jungkook, no dudes mi amor por ti, no eres egoísta, yo fui quien decidió esta situación. Entiéndeme, estaba cansado de todo. Yo solo quiero estar en estos momentos contigo- Dictaminó con una voz tan segura y firme.
Ambos tenían tantas cosas por decir, ¿era el momento correcto? No lo sabían pero lo que si era seguro es que solo querían estar juntos por el resto de su vida, aún si su decisión era infantil y los demás no lo entendieran.
Su amor comenzó en un día lleno de frío pero con un diminuto arcoíris que era casi visible, tal vez se debía a que el pueblo había sido dañado por otra guerra entre el Dios del hielo y el Dios del fuego. Sin embargo, aquellos chicos percibieron su existencia por primera vez, siendo ese arcoíris que aun si el cielo es gris puede iluminarse.
Taehyung era el más consciente de que aquellos sentimientos que comenzaban a florecer eran prohibidos, ya que su padre era tan orgulloso que incluso una guerra que ya llevaba casi un siglo no podía terminar y no porque su hijo se enamoré del hijo de su enemigo las cosas cambiarían. Pero también ese amor era peligroso, si se acercaba demasiado a su amado, Taehyung podría morir. Y aun conociendo los peligros, no podía evitar sentir amor.
Mientras que Jungkook, se sentía tan vivo de tener y amar a este chico, jamás le tomó importancia a lo que sucediera en el futuro, solo quería saber que su amor era correspondido. Él pensaba que su amor era tan grande que podría terminar con las guerras y regresaría ese hermoso celeste cielo que había desaparecido durante años. Pero estaba totalmente equivocado.
Y así guardaron su amor por años, pero la verdad siempre sale a la luz. El padre de Taehyung descubrió la relación entre Jungkook y su hijo, como era de esperarse no lo tomó para nada bien así que iba a encerrar al pequeño chico hasta que sus sentimientos se desvanecieran y se volvieran odio.
Taehyung no podía imaginar vivir sin saber nada de su amado. Por ello huyó del reino de hielo, sabiendo que no tenía ningún lugar a donde estar. Solo quería ver a Jungkook, abrazarlo y tocarlo ya que durante muchos años esto no era posible. Mientras Taehyung corría no podía evitar imaginar lo lindo que sería el poder abrazar a su amado. Él era consciente del precio que tenía que pagar al realizar esta acción, pero por primera vez quería pensar como su amado, no quería pensar en las consecuencias, solo quería sentir el calor de su novio.
Por desgracia toda la luz que estos chicos habían creado se estaba apagando, ya que el rey de hielo le informó al dios del fuego acerca de la relación entre sus hijos.
Por ello, Taehyung pudo encontrar a Jungkook, justo en el lugar donde se conocieron por primera vez. El plan era huir pero Taehyung ya estaba cansado de tener que alejarse y esconder su amor, sentía que no valía en lo más mínimo seguir viviendo con miedo cuando su amor no le hacía daño a nadie, pero los demás no entendían las palabras de Taehyung, ni siquiera Jungkook, porque si la solución no era huir, ¿entonces cuál era?
Las lágrimas de Jungkook no paraban de salir, cada que recordaba lo que había sucedido hace una hora y años.
Quería comprender la decisión de novio, solo lo entendió hasta que Taehyung lo abrazó. Pudo sentir ese calor en el cuerpo de hielo de su amado. Comprendió que era estar cerca de él, entendió el significado de un abrazo, solo que cuando decidió ver su rostro pudo observar el cuerpo de Taehyung desasiéndose con su calor. Jungkook no podía evitar llorar, pensaba que Taehyung merecía vivir más, quería que así fuera. Pero iba a respetar su decisión y si esa era, también decidió hacer lo mismo. Por ello cuando el cuerpo de Taehyung se volvió agua, Taehyung comenzó a dejar de sentir fuego en su corazón, cerró sus ojos para decir.
-Espero que en otra vida nos volvamos a encontrar e iluminemos la oscuridad con nuestro amor-
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INEFABLE (esp) | One Shot VKOOK
RomanceEn un mundo lleno de guerras y diferencias entre el hielo y fuego. Jungkook conoce a Taehyung siendo este aquella luz que ilumina su oscuridad.