Mi nombre es Jaden

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Hey, de seguro leerá esto mi madre, mientras por las noches recorre cada parte mi cuarto, para encontrar mi olor a viejo en él, de seguro se sentará en una esquina, con una mano en la boca, lágrimas en los ojos y con unas intensas ganas de gritar mi nombre a todo pulmón.

-¿Qué hiciste mamá?

-Nada, no fuiste causante de lo que hoy la pena te acompaña

-¿Debiste prestar más atención a las cosas que entre comidas te contaba sobre mí?

 -Tal vez, pero el debí ser, tal vez yo, y si hubiese hecho. Ya no tiene caso porque el tiempo atrás no regresa, solo avanza, sin mirar a nada ni nadie, las manecillas no tienen freno.

Hoy dejo de ser, dejo de estar, dejo de respirar y mi corazón al fin en descanso, ya no palpita más. Sentía que el mundo me comía entero, sentía que cada noche en mi habitación encerrado, con café en mis manos para tener un poco de energía en mi sistema, solo era la curva de lo que en mis ojos desesperados ya se hacía imagen de lo triste que terminaría mi situación.

Dile a mi pequeña hermanita, que tiene una vida por delante, desde donde sea que me encuentre seré su copiloto y estaré atento a que no tenga un accidente de tránsito porque desvió su mirada del camino, para buscar en su bolso el celular, será una excelente profesional, viajará a todos esos lugares extraños que con brillo en sus ojos me contaba que algún día ella quisiera estar.

Dile a mi perrito que no me he ido por siempre, que en un viaje he de estar, dile que no me espere en la puerta de mi cuarto porque posiblemente nunca más vuelva a regresar, dile que lo amo mucho y que mi alma ahora de lejos lo acompañará, le dará su comidita y en las tardes en el patio junto a él en forma de viento o una mariposa, divirtiéndonos juntos hemos de estar.

A mi padre no le digas mucho, porque me imagino lo muy culpable que en el universo de su cabeza debe estar, abrázalo muy fuerte hasta que tranquilo entre tus brazos su corazón empiece a palpitar, dile que en vida pocas veces lo dije pero nunca lo dejé de amar, llevé su nombre presente hasta mi último recuerdo y frente a todo ese pasado oscuro, nunca dejó de ser mi papá.

Madre, a ti te pido perdón, pido que con el corazón y alma me perdones porque juré que jamás te iba a fallar, tal vez lo que hice hace unos días solo fue un acto de cobardía pues mi problemas quería evitar.

Mi nombre en vida era Jaden y fui víctima de los monstruos que en mi cabeza hasta mi último segundo en el plano terrenal buscaron mi mente atormentar.

Mi nombre es JadenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora