Era casi media noche, pero en el castillo imperial había mucho movimiento del personal de servidumbre, principalmente en la habitación real, esa noche en especial había luna llena, pero no era una luna llena cualquiera, era una Superluna, un acontecimiento especial que sucedía cada cierto tiempo, no es que no pasara seguido, pero tampoco era muy común, y cuando la Superluna aparecía, eran días de júbilo y adoración.
Casualmente la emperatriz estaba a punto de dar a luz a su tercer hijo, ellos se regían por todo lo que se relaciona con aquel astro, y un nacimiento en una noche de Superluna era extraño, para ellos era augurio de buena suerte, prosperidad y seguridad.
Ni siquiera en el nacimiento de la primera princesa había tal luna.
A su lado se encontraban su hermana Aysel, quien era su mano derecha y Badir, la mano izquierda, el actual General Supremo de las Fuerzasdel Ejército Sacro Imperial Lunar.
Para quienes eran las fuerzas mas importas de la Matriarca, en este caso su mano derecha e isquierda, estar presente en este tipo de nacimiento era importante para ellos, siendo uno de los tantos protocolos reales que se debían seguir, ya que nacen sus siguientes sucesores.
De pronto un fuerte llanto se escucho por toda la habitación, incluso desde el pasillo fuera del lugar, por fin había nacido, una hermosa niña, obviamente albina y hermosa, pero lo que les mas les asombro era el color de sus ojos, eran los ojos originales, plateados.
Hacía varias generaciones atrás que no había un nacimiento así, con ese color de ojos, para el Imperio Lunar era muy importante cuando un descenciente de la Luna nacia con ese color de ojos, por que auguriaba abundancia, paz, protección y prosperidad para la Raza de los Humana.
Un fuerte golpe se había escuchado desde la puerta principal, haciendose parsar el orgulloso Rey y nuevamente padre para conocer a su nuevo legado.
Al terminar de ser aseado y cambiado, fue depositada en brazos de su orgulloso padre - Hola hijo mio, soy tu papa - Hablo con ternura pequeño en sus brazos.
Sirvienta1: Hija mi señor, es una niña.
Setos; ¿Un niña? - Pregunto viendo angustiado a la partera - Nahira solo lo miraba su semblante pasivo, como si no hubiera atravezado por un doloroso parto.
Setos bajo la mirada hacia la recién nacida algo entristecido, no porque no quisiera que fuera una hembra, si no por el peso tan complicado que llevaría sobre sus hombros, no quería ese destino para ella.
Cuando supo que su mujer se encontraba nuevamente en cinta, se puso feliz, como no hacerlo, nuevamente seria padre, pero empezó a rezar y rogar al dios o diosa que fuera necesario, que su bebe naciera varón, no por machismo, sino porque él sabía que las cosas podían ser algo complicadas si nacía mujer.
Le regalo una cálida sonrisa, en verdad era hermosa, y era suya, ella no tenía la culpa de nada.
Badir la tomo entre sus brazos, llevándola al balcón de la habitación real, Aysel iba de lado derecho de su hermano, al asomarse pudieron observar centenares de velas y mechas encendida que provenían de los aldeanos que vivían en el lugar, esperando la noticia, la mano izquierda alzo a la bebe hacia la gran luna y hacia los súbditos, presentando a la nueva princesa "Lunala".
Gritos de emoción se escuchaban por doquier, luego hicieron una reverencia dando la bienvenida a la nueva princesa de la Familia Imperial.
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En algún otro lugar de Briania, en un prado abierto, solo, se encontraba un peculiar animal, un gran toro azabache de cuerpo robusto y grandes y anchos cuernos a cada lado, meneando su cola tranquilamente, observando aquella hermosa luna que se alzaba majestuosa sobre el manto nocturno.
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TU FRIO CORAZON (TOMO UNO)
FanfictionEsta historia se remonta desde de la primera guerra santa, en un mundo ancestral donde los mundos humano y espiritual todavía no se habían separado, existían 5 clanes: el Clan de la Diosas, el Clan de los Demonios, El Clan de las Hadas, el clan de l...